10 actores que son pésimos directores

Meterse en camisa de once varas tiene mucho peligro, como te demostrarán los sonoros patinazos tras la cámara de estas estrellas.

Cuando les da por actuar, muchos directores de cine acaban estrellándose estrepitosamente, salvo honrosas excepciones. Pero el caso opuesto es rigurosamente cierto: a la hora de dirigir, los actores también cometen patinazos. Y muchos. Por eso, tras señalar a diez cineastas de mérito que jamás deberían haberse colocado frente a una cámara, CINEMANÍA te ofrece la otra cara de la moneda, en forma de otros tantos profesionales de la escena a los que la silla del director les vino muy, muy grande cuando se atrevieron a ocuparla.

* Ethan Hawke

Vale que su estampa en Gattaca, Antes del amanecer y Antes que el diablo sepa que has muerto, entre otras, era elegante y digna, y que Ethan es un chico con talento. Pero el que fuera uno de los máximos sex symbols de los 90 sólo parece dar lo mejor de sí mismo cuando está en el plató: además de sus dos novelas, machacadas por los críticos literarios, el ex marido de Uma Thurman ha firmado Chelsea Walls y The Hottest State, dos películas que reflejan su ideario bohemio y que son, por decirlo suavemente, muy discutibles.

* Jordi Mollà

Si a Ethan Hawke le dio por lo exquisito cuando decidió ponerse a dirigir, el rival de Javier Bardem en Jamón, jamón abordó su debut tras la cámara con premisas similares... Pero profundamente ibéricas, escorando hacia lo perroflauta. No somos nadie (2002), su filme de debut, fue un confuso producto al que sólo podemos describir como un hipotético remake de La pasión de Cristo según los cánones de Fernando León de Aranoa y con unas gotitas de Monty Python para dar sabor. Tras la más experimental (y desapercibida) Cinemart llegó 88.

* Kevin Spacey

El rostro inolvidable de American Beauty es un experto en las cosas del cine, y en las del teatro (es el actual director artístico del londinense Old Vic). Tanto conocimiento sobre la puesta en escena y la dirección de actores, sin embargo, no le ha valido en sus dos filmes hasta la fecha como director: su thriller Albino Alligator (1996) pasó sin pena ni gloria pese a contar con Matt Dillon y Faye Dunaway, mientras que Beyond the Sea (2004) hacía lo que podía para dotar de músculo a una torpe trama biográfica sobre el músico Bobby Darin.

* Ana Belén

La señora de Víctor Manuel, actriz de talento además de cantante, también probó suerte como directora... Y ojalá no lo hubiese hecho. Porque, a la hora de elegir tema para un debut cinematográfico, hay materiales más nobles en los que fijarse que Cómo ser una mujer y no morir en el intento (1991). Este best seller de circunstancias, escrito por la difunta Cármen Rico Godoy, dio lugar a una película dirigida por la protagonista de Zampo y yo, y que no levantó cabeza ni contando con una Carmen Maura en estado (como siempre) de gracia.

* Eddie Murphy

El nombre del cómico afroamericano suele figurar en nuestras listas de castañazos. Y esta no se ve libre de su presencia, porque Noches de Harlem (1989), su única incursión como director, no es sólo una afrenta al maestro Coppola en forma de remake encubierto de Cotton Club. También es un ejercicio de ego en el que Murphy hizo lo posible por ningunear al ya muy castigado Richard Pryor, veterano al que él mismo había reconocido como su maestro en anteriores ocasiones.

* Jack Nicholson

¿Te quedaste con ganas de saber qué le ocurría al detective Jake Gittes tras el final de Chinatown -Roman Polanski, 1974-? ¿Quieres saber por qué el barrio chino de San Francisco es territorio vedado para este antihéroe? Pues será mejor que te quedes con las ganas: tan emocionados estaban Nicholson y el guionista Robert Towne con prolongar las aventuras de Jake que se embarcaron juntos en la realización de la secuela. ¿El resultado? Una amistad rota: Towne, previsto en un principio como director, se largó del rodaje harto del egocentrismo de Nicholson. La película fue un desastre tanto para la crítica como en taquilla.

* Andy García

El actor latinoamericano más de moda en el Hollywood de los 90 ejerce, además, como portavoz oficioso del exilio cubano anticastrista. Tras rescatar del olvido al músico Israel López 'Cachao' en un magnífico documental (Cachao, como su ritmo no hay dos, 1993), García contó con este ilustre contrabajista para poner música a su siguiente película, un drama ambientado en los días de la Cuba revolucionaria. Pese a la compañía de Dustin Hoffman (como el mafioso Meyer Lanski, inspiración para la trama caribeña de El Padrino II), Bill Murray y nuestra Inés Sastre, además de Guillermo Cabrera Infante como guionista, la maratoniana película (143 minutos) fue un flop de antología.

* Imanol Arias

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Con su señora, Pastora Vega, y el siempre solvente Jorge Perugorría de protagonista, Un asunto privado prometía cimentar la reputación del protagonista de Cuéntame como uno de los actores más currantes de nuestro cine. Prometía, decimos, porque una vez estrenado el filme todos comprobaron que a este psychothriller protagonizado por una estrella del rock y una fan asesina no había por donde cogerlo. "El vendía sexo, ella compraba algo más", rezaba su eslogan.

* Asia Argento

Sí, es guapísima. Y sí, su padre Dario Argento es uno de los grandes del cine de terror de todos los tiempos. Pero El corazón es mentiroso demuestra, para desgracia de la bella Asia, que el talento no se hereda genéticamente. El estilo del filme, heredado de los momentos más sensacionalistas de Gregg Araki y Gus Van Sant, ya tiene lo suyo, pero es que, además, la espabilada actriz metida a directora no se le ocurrió otra cosa que adaptar una novela de J. T. Leroy, identidad secreta (y travestí) de la escritora Laura Albert, responsable de uno de los mayores fraudes literarios de la historia reciente. Hacerse pasar por un joven víctima de abusos sexuales para ganar fama está muy, muy feo, y darle a sus mentiras forma de (mala) película tampoco está muy bien, que digamos.

* Johnny Depp

The Brave, el primer -y único, hasta que The Rhum Diaries llegue a las pantallas- esfuerzo como director de Johnny, ya apareció en nuestro informe sobre papeles que abochornan a los actores. Pero, pese al amor que tenemos al actor más extravagante de Hollywood, debemos volver a incluirlo aquí. En plena etapa psicodélica, por decirlo delicadamente, Depp decidió que podía imitar a su coprotagonista Marlon Brando y rodar su propia El rostro impenetrable. Huelga decir que no lo consiguió, y que al filme no hay por dónde cogerlo.

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