CINEMANÍA nº274

Ant-Man y la Avispa
CINEMANÍA nº274
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POCHOLINA Y POCHOLÍN

1 AGUIJÓN. “¿Quién lleva los pantalones en tu familia?”, preguntaba a las plateas el tráiler de la modernísima e inolvidable La costilla de Adán (1949). En aquella película, George Cukor, el hombre que más hizo por reflejar en pantalla la emancipación femenina durante la era clásica de Hollywood, volvió a convertir a Katharine Hepburn, su musa, en una inteligente punta de lanza feminista frente al cascarrabias de Spencer Tracy. Cukor, director de Mujercitas, La dama de las camelias, Un rostro de mujer, La rubia fenómeno, Las Girls, Confidencias de mujer, My Fair Lady (¿hace falta seguir con su filmografía femenil?) y Ricas y famosas, odiaba, sin embargo, que se le considerase un director de mujeres. Y era precisamente porque sufría el menosprecio de quienes, en aquella época, lo decían para quitarle méritos. Su enfado, sin embargo, le llevaba a implicarse con más fuerza en la siguiente película protagonizada por mujeres a la que se enfrentaba. De esta manera logró sacar a los hombres del ring por completo. Tras años de ninguneo, se puso serio: Mujeres tenía 130 personajes; todos y cada uno de ellos fueron interpretados exclusivamente por mujeres. Incluso los animales y mascotas que aparecían en la película eran hembras. Su venganza fue terrible.No sabemos si en Ant-Man y la avispa se llamarán pocholina y pocholín en la intimidad, como los letrados Hepburn y Tracy, pero seguro que el espíritu de la comedia de enredo, el aire de screwball comedy salpimentará la acción inherente a todo gran estreno de superhéroes, otorgándole un curioso poso de modernidad que viene de los años 30. La ración de humor autoparódico marvelita está vinculada a esta lucha de sexos que hoy se ha convertido en el principal argumento de polémica a través de las redes sociales y en la opinión pública. Sea o no la primera protagonista femenina de una película de superhéroes de Marvel (la Viuda Negra de Scarlett Johansson estaba ahí ya, aunque sin peso), lo cierto es que La avispa de Evangeline Lilly nos libra de un universo superheróico cejijunto. A nosotros, y también a este hombre hormiga, que corría el riesgo de acabar sepultado por el recuerdo del corbatín de Charlton Heston en Cuando ruge la marabunta. Con su aliada femenina supera con creces el aura de La hormiga atómica, gran amiga del Lindo pulgoso. No se vayan todavía, aún hay más. Aunque eso era de Super Ratón.

2 SALVAVIDAS. Hepburn y Tracy hicieron juntos nueve películas y mantuvieron una relación sentimental alejada de los focos (y de la esposa de él, Louise Broeck). Pero eso no ablandó a aquel hombre pétreo de rostro cincelado, avinagrado por el alcohol, acogotado por los remordimientos de católico de origen irlandés. Un pieza que quería ir siempre el primero en los títulos de crédito. Cuando uno de los productores de La costilla de Adán le comentó si no había oído hablar del “Las mujeres, primero”, Tracy, puro ancien régime, le contestó: “Esto es una película, no un puto salvavidas”. Casi 80 años después de que pocholín Tracy se llevara un revolcón de su pocholina, el bote salvavidas del cine son hoy los personajes femeninos. También en el cine de superhéroes, con Wonder Woman liderando el cine de DC, con nuevos y potentes personajes femeninos de Marvel en Guardianes de la Galaxia, en Black Panther y en el último despiporre infinito de Los vengadores. Ant-Man y la avispa, con su equilibrio masculino-femenino, también está ahí, pero el golpe de gracia para los Spencer Tracy que todavía quedan llegará con Capitana Marvel, la primera en los títulos de crédito del cine superheroico que viene. La que nos salvará la vida en 2019.

3 CRUISE PRESIDENTE. El cine de Haneke, puñetazo al diafragma de una vieja Europa burguesa; la segunda entrega de Sicario, con el muro entre México y EE UU rondando; Sacristán, comprometido siempre, alertándonos de los caudillismos de cierta izquierda; y La primera purga: La noche de las bestias como desparrame de la era trumpiana que nos asola y que alumbra nuestra reflexión sobre el poder y el cine de terror. La política nos rodea, pero al único que no le afecta esa pulsión es a Tom Cruise, que comenzó sus misiones imposibles con Bill Clinton en la presidencia y ha seguido escalando montañas con George Bush padre, Obama y ahora sigue colgado de sí mismo con Donald Trump. Feliz verano, cinemaníacos.

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