Cinemanía nº 215

Blanca Suárez y Paco León recrean nuestras fantasías cinéfilas.

Director´s Cut: Contra el Dr. No

1. ENVIDIA DE LA BUENA. Los que nos dedicamos al periodismo escrito, presuntamente cultural, pretendidamente creativo, supuestamente entretenido, tenemos mucha envidia de nuestros compañeros anglosajones y sus medios de comunicación. Son muchos los motivos estrictamente periodísticos, pero es sobre todo por el inglés, la lengua en la que escriben; un vehículo para expresar sus historias como cualquier otro, sí, pero un filón a la hora de titular cualquier pieza. El “Todo suena mejor en inglés” es ya un tópico de las redacciones, más incluso que la botella de whisky en el cajón del director, en desuso pese a la leyenda. Menos palabras, términos más cortos, ausencia de determinantes, sintaxis creativas, y todo un bagaje de décadas de cultura popular detrás, agazapado, esperando para salir por la esquina de cualquier página en inglés. Pero nuestra envidia es de la buena, porque este nuestro primer Número Hot sale de esa sensación de rabia por el Hot issue que ellos inventaron y nosotros nunca podríamos titular Número Caliente sin la sensación de vender boletos en una tómbola, o, aún peor, de ser niños de San Ildefonso. Y, ojo, que el concepto Hot no apela únicamente a lo sensual, lo ardiente y lo provocador, que también.

2. HOT… Y EN BOTELLA. Hot viene a ser candente, actual, atractivo periodísticamente y, aplicado a CINEMANÍA, queremos presentarlo en forma de reivindicación del cine como refresco perfecto para el verano. Contra el Dr. ‘No ir al cine’ que la crisis plantea apostamos por lo mejor de las películas y sus protagonistas. Y ahí hemos encontrado una gran ventaja para contar nuestras historias sobre la Pérfida Albion, EE UU y sus secuaces en la lengua del bardo de Stratford. Aparte de que conocemos lo más Hot de primera mano sólo por detrás del infierno y de algunos lugares más cercanos al Ecuador (el sol y el auténtico verano es nuestro y, si me apuras, lo embotellan en Tío Pepe). ¡Eureka!: nosotros tenemos a Blanca Suárez. Con ella sobran las palabras, los titulares están de más, quizá sólo valga alguna onomatopeya. De “¡Booom!” para arriba. Y más después de verla emular la imagen mítica de Ursula Andress en Agente 007 contra el Dr. No, un sueño al que aspirábamos desde que Jessica Alba recreó esa estampa en nuestra portada de enero de 2006 (nº 124), por fin cumplido en este agosto de 2013 con una estrella española, la actriz del momento. Más Hot imposible, aunque nos joda decirlo en inglés.

3. AROS DE CEBOLLA. El mundo se dividía en dos: los que adoraban el final de Los Soprano y los que pensaban que no estaba a la altura de la serie. Yo era de los que me quedaría comiendo aros de cebolla eternamente con esa familia que nunca va a poder vivir en paz al lado de ese pedazo de humanidad del que adorábamos, sobre todo, sus debilidades. Pero desde la muerte de James Gandolfini, un actor que era mucho más que su Tony Soprano, y eso ya habla de su excelencia, el mundo entero se ha puesto de acuerdo: este es el único final sobrevenido que nadie quería. Sólo el Don’t Stop Believing de Journey podrá calmarnos. Eso y pensar que Gandolfini coincidirá, en esa especie de cielo de película que nos hemos montado los cinemaníacos para seguir tirando, con Jesús Robles, un hombre genial, irreductible librero y editor de cine en 8 y medio, amigo de la revista, y la mejor compañía para tomar unos cannoli evocando un cine y un mundo mejores.