La película de Ryan Coogler es la tercera en la historia que alcanza la cifra de 700 millones de dólares en recaudación doméstica, solo por detrás de Avatar y Star Wars: El despertar de la Fuerza. Parece un buen indicio de popularidad.
Y de ahí pasamos a la segunda película más taquillera del año en EE UU, que además supone la culminación de la gran arquitectura narrativa trazada en el Universo Marvel... al menos hasta que llegue Vengadores 4.
Todos los años hay algún éxito sorprendente de género de terror que supera con amplitud sus humildes cifras de presupuesto. En esta ocasión, es el caso de la silenciosa película de terror de John Krasinski, una de las más comentadas del año y mucho más generadora de consenso que Hereditary.
Dentro del género de acción, muchos han calificado el segundo filme de Christopher McQuarrie dentro de la franquicia de Tom Cruise como la Mad Max: Furia en la carretera de este año. Y si aquella logró una nominación a mejor película, como mínimo esta debería ser presencia fija en la nueva cate
No se puede comparar el éxito de taquilla de blockbusters de Marvel o Misión: Imposible con los 40 millones largos que hizo la película teen de Greg Berlanti, pero imaginamos que los requisitos de la nueva categoría deberán tener en cuenta aspiraciones y contexto. Si se entiende la popularidad como un filme que ha generado debate, conversaciones y se ha ganado un hueco en el corazón (cinéfilo y vital) de muchos espectadores, Con amor, Simon debería estar nominada.