SIN HOJA DE RUTA. “Son buenos directores, pero Star Wars les venía grande”: así explicaba una fuente anónima (en declaraciones a Vulture) por qué Disney expulsó de Han Solo: Una historia de Star Wars a los autores de La Lego película e Infiltrados en clase, que aparecerán en los créditos como productores ejecutivos. Según el chivatazo, Lord y Miller rodaban demasiadas tomas de cada escena y alentaban la improvisación, confiando en darle forma a la película en el montaje, lo que sumado a otras inconveniencias (Alden Ehrenreich, actor principal, necesitó lecciones de interpretación) provocó su despido. La respuesta (tuiteada) de Chris Miller: “Mejor no os creáis todo lo que se lee por ahí”.
MODALES DE BANTHA. Haber rodado un batacazo histórico debió de influir, está claro. Y haberse labrado en dicho rodaje la reputación de egocéntrico intratable, casi que también. Según Entertainment Weekly, el anuncio de que el director de Cuatro Fantásticos se haría cargo del spin-off protagonizado por Boba Fett estaba previsto para la Star Wars Celebration 2015, pero fue cancelado en el último minuto.
BAJOS FONDOS. El responsable de la serie Battlestar Galactica tuvo entre manos Star Wars: Underworld, un show que habría explorado el mundillo criminal de la Galaxia. Cuando Disney compró Lucasfilm, Moore fue expulsado de la iniciativa (la cual podría resucitar ahora con otros responsables) pero se llevó un buen recuerdo: “Discutir con George Lucas sobre qué habría dicho Darth Vader en esta o aquella situación”.
LOS POLLOS DROIDES. El trabajo de Green y Senreich en la serie Robot Chicken, más la experiencia del primero como actor de voz en programas de la franquicia, pusieron a ambos al mando de Star Wars Detours, una serie de cortos animados en clave humorística. Aunque se lanzaron tráilers (tirando a infames) y se rodaron capítulos, la llegada de Disney puso el proyecto en carbonita.
PAYASO TRISTE. ¿Qué puede ser peor que interpretar al personaje más odiado de la historia de Star Wars? No poder darle siquiera una muerte digna. El actor que interpretó a Jar Jar Binks (vía captura de movimiento) lo sabe bien: “Cuando me di cuenta de que Jar Jar no estaría en La venganza de los Sith le pedí a George que matase al personaje de forma memorable: quería verlo despedazado o algo así”, bromeó Best en 2017.
LA GRAN BOCA DEL SITH. En 1978, el actor que ponía cuerpo a Darth Vader lanzó el mayor spoiler de la historia de Star Wars, soltando quién era el padre de Luke Skywalker durante una convención. Desde entonces, claro, George Lucas le aborreció, negándose incluso a mostrar su rostro en El retorno del Jedi. Lo más irónico: seguramente, Prowse no estaba al tanto del dato y se lo inventó para hacerse el interesante. Toma poder del Lado Oscuro…
RITMO ESTELAR La primera trilogía de Star Wars no sería lo mismo sin la ex mujer de George Lucas, una de las mejores montadoras de su generación. En 1983, cuando se estrenó El retorno del Jedi, el matrimonio ya era historia, en parte debido a los celos del patriarca galáctico (la idea de que ella trabajara con Scorsese le ponía echo una furia). Dicen las malas lenguas que las versiones ‘remasterizadas’ de los filmes han estado motivadas, al menos en parte, por el afán de borrar las huellas del trabajo de Marcia y disminuir los royalties que le corresponden.
EL MALOTE Confiésalo: por guapo que fuera, tú también le odiabas. Pero al intérprete de Anakin Skywalker le importa bien poco lo que pienses de él: el público joven que creció viendo las precuelas le adora, como demostró ovacionándole en la Star Wars Celebration 2017. Relegado a trabajos escasos y de poca cuantía, Christensen aprovechó entonces para desquitarse con Lucas: “Escribía diálogos secos como la arena”.
AMIGO AUSENTE “Envía dinero. Fdo: Francis”. Tras el estreno de Star Wars en 1977, el autor de La conversación le mandó este godardiano telegrama a su viejo protegido, que se había apoyado en él durante sus difíciles años de novato para realizar THX 1138 y American Graffiti. Después, en pleno telele durante el rodaje de Apocalypse Now, un Coppola que se creía a las puertas de la muerte exclamaba: “¡Decidle a George que termine esto por mí!”. Y en 1981, cuando Corazonada le sumergió en un insalvable mar de deudas, el cineasta acudió a su ya millonario colega en busca de un préstamo… y se fue con un palmo de narices. Tras aquel desplante, Lucas y Coppola volvieron a trabajar juntos (como en Captain EO, su película para Michael Jackson), pero, si buscas una fecha de defunción para el Nuevo Hollywood, esa podría valer.