OPINIÓN

#VuelveJulian El Ministerio del Tiempo: los últimos de Filipinas (1)

#VuelveJulian El Ministerio del Tiempo: los últimos de Filipinas (1)
#VuelveJulian El Ministerio del Tiempo: los últimos de Filipinas (1)
#VuelveJulian El Ministerio del Tiempo: los últimos de Filipinas (1)

Primera parte de Tiempo de valientes dedicado a los últimos de Filipinas. Su director, Marc Vigil, nos comentó en CINEMANÍA que creía que “excepto alguna película de los años 50, con Tony LeBlanc, no se ha hecho nada igual”. Acción a tope y cameos de lujo: Juan José Ballesta y Alberto Jiménez, cuya puerta al pasado les podría devolver a El Bola. También Pedro Alonso, crecido, tocándole los pies a Julián. Y Nieves de Medina… Y Jordi Vilches... Y Aitor Merino… y Borja Maestre… e Isabel Preysler... ah no. Ésta es una de las bromas tuiteras (relacionadas con una tagala), herramienta indispensable llena de GIFs oportunos y muy divertidos. También numerosas imágenes en las que vemos la transformación de Madrid en Filipinas en pleno noviembre (cuando se rodó el episodio 15 de El Ministerio del Tiempo). Todo un reto. #VuelveJulian (Rodolfo Sancho) y lo hace por todo lo alto, en medio del fragor de la batalla. Cuba, 1898. Dos meses después, en Filipinas. De Málaga a Malagón porque Filipinas entra en guerra, aunque parecieran olvidados. “En España si no eres futbolista da igual lo que hagas por tu país”. ¿Boom!

“¿Eres enfermero o mecánico?”, le dicen cuando salva a un paciente con una bujía. #VuelveJulian y su socarronería. La echábamos de menos. "Lo aprendí en Madrid de un médico norteamericano: el doctor House". ¡Julián ha vuelto! Y con él, la tensión sexual con Amelia, aunque sea a distancia. O tal vez por eso. Sólo hace falta alejarte para darte cuenta de lo que has dejado atrás. Julián nos sorprende con esa foto de Amelia, su tesoooro (no sólo por guapa, “es la persona más inteligente que he conocido”). Julián ¿ha pasado página? sin saber que al otro lado Amelia también le añora, aunque tenga a Pacino invitándole a “hacer algo moderno”: palomitas y episodios estilo maratón (“Eso sí eran series y no lo de ahora”). Planazo. Pacino ha descubierto el binge watching como arma de seducción masiva. Y nada mejor que El televisor, una de las Historias para no dormir, de Chicho Ibáñez Serrador. Eso era lo que quería Pacino, no dormir. Pero no contaba con Alonso, que no pilla las indirectas y se instala en el sofá a piñón fijo. A Amelia le tienta lo prohibido y sigue a Pacino para hacerse “una puertecita”. Así es como Pacino se encuentra por primera vez con Julián. Nos quedamos con las ganas de ver a la propia Amelia cruzándose consigo misma.

¿Hay o no hay rollo con Pacino? Los tríos siempre dan mucho juego, pero nos falta Julián. Ay, cuando aparezca, amigos. Y Amelia, que es tan tiesa para lo intelectual, echa de menos eso: alguien que valore su inteligencia. “Vivís un momento histórico y ni lo apreciáis”. Amelia pro-Unamuno: “Quería una España más justa y libre”. Pero hablar al tendido, sin audiencia, apaga la libido a cualquiera. A Alonso le salva que vive en otra época y, por tanto, en su propio mundo. Mientras Irene aconseja a Amelia mirar hacía el futuro y olvidarse del pasado, Alonso regresa a él sin buscarlo. La culpa la tiene un desahucio. “Vivo en varios mundos y todos injustos por lo que veo”. Y Alonso tiene otro de sus deja vu al ver a su Blanca, en realidad, una mujer idéntica, luchadora, llamada Elena. Flechazo total. Love is in the Air siempre en el MdT. ¡Por haber hay hasta un hijo secreto de Ernesto! Continuará…

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