Carlos Marañón Fútbol y cine
OPINIÓN

Un Espanyol de película (V)

Un Espanyol de película (V)
Un Espanyol de película (V)
Un Espanyol de película (V)

[Viene de...]

A la contra

A partir de los años 60 (años de crisis en los que el Espanyol descendió dos veces) y durante las últimas décadas del siglo XX, al mismo tiempo que la brecha entre los grandes clubes, Madrid y Barça, se iba ampliando respecto a los demás, el cine dejó de ocuparse del Espanyol. Alguna referencia indirecta a la victoria de Italia en Sarrià durante las mejores eliminatorias mundialistas de la historia del fútbol (el triangular entre Brasil, Argentina e Italia en España 1982) en documentales y en el filme italiano La mejor juventud (Marco Tullio Giordana, 2003) y poco más. El nuevo siglo, con la venta de Sarrià, el destierro en Montjuic, la segunda UEFA perdida, la crisis económica, la ralentización general del club (a pesar de las dos Copas del Rey seguidas) e incluso la convulsión política en Cataluña, ha traído una inercia derrotista que ha sido aprovechada por el rival de la ciudad y sus acólitos para menospreciar al Espanyol y a los pericos. El cine ha reflejado esa situación varias veces en lo que llevamos de siglo XXI, y hay ejemplos distintos, pero complementarios, y muy llamativos.

En el caso de Biutiful (2010), película de Alejandro González Iñárritu, todavía no tengo claro si nos hicieron un regalo o nos estaban faltando al respeto. Para una vez que alguien le hace un homenaje cinéfilo al RCD Espanyol, e incluso lleva nuestros colores hasta los Oscar de la Academia de Hollywood, me asaltan las dudas. ¿Fue un gesto de justicia poética perica o se estaban burlando de mí?

Bardem, blanquiazul

La realidad es ésta: Uxbal, el personaje de Javier Bardem en Biutiful es un perico de pro, un forofo espanyolista reflejado en un trabajo impresionante que alcanzó la nominación al Oscar. Bien. Todo lo bien que se puede estar después de ver lo mal que lo pasa el desgraciado en la película, que es como un vía crucis. Y eso a pesar de que en la película no se dice nada del Espanyol [sobre fútbol sí hay una pequeña cita a Samuel Eto’o por un crío al que sus padres bautizan en honor al ex del Barça] en ningún momento. Todo empieza muy sutilmente: ¿Es eso que se ve de refilón en el comedor (por decir algo) un póster del Espanyol campeón de Copa en 2006 (contra el Zaragoza en el Bernabéu, 4-1)? Parece que sí. Más: ¿No es eso que asoma entre la mugre y el desorden del piso de Bardem una bandera blanquiazul? Ostras, sí. No se vayan todavía: ¿En ese mueble no hay un escudo, con todo su porte almogávar, del RCD Espanyol de Barcelona? Y ya, el acabose, la prueba definitiva: en un momento clave del filme se puede observar claramente (el director no lo oculta, más bien quiere que nos demos cuenta) como este hombre demacrado, un muerto viviente, una sombra, guarda sus ahorros en una media del Real Club Deportivo Espanyol de Barcelona. Qué ilusión…

¿Ilusión? Cualquier espanyolista debería estar contento, ¿verdad? Pues veámoslo desde otro punto de vista: a Iñárritu se le ha ocurrido, entre otras cosas, retratar ‘la otra Barcelona’ para su película. Más allá del innegable encanto de la ciudad, del furor por el diseño, de la invasión turística y del esplendor burgués de Barcelona, Iñárritu encontró otra Barcelona en la que ambientar su historia de perdedores, de marginados, de gente fuera del sistema. Es la ciudad de la inmigración ilegal, del trapicheo, de la mera supervivencia. Y ahí se le ha ocurrido (o algún listo se lo ha sugerido) que su protagonista, el más perdido y acabado de todos, sea del Espanyol, ‘el otro equipo de la ciudad’, el que no es el Barça, el que nadie conoce, el que (casi) nunca gana nada (sí, un poco al estilo de ese deje del cine español cuando caracteriza a algún personaje con mala suerte o simplemente Loser, como aficionado al Atlético de Madrid). Pese a la ilusión que me hace que nuestro club (que es un milagro, eso es cierto) aparezca en la película, y a mi valoración cinematográfica de un buen filme, no deja de dolerme que el director lo haya utilizado para reflejar que el Espanyol es en realidad (o al menos puede funcionar como tal) el equipo de los marginados. [Continúa]

Un Espanyol de película (I)

Un Espanyol de película (II)

Un Espanyol de película (III)

Un Espanyol de película (IV)

Un Espanyol de película (y VI)

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