OPINIÓN

Tobi, el niño con alas (chungas) que traumatizó una generación

Tobi, el niño con alas (chungas) que traumatizó una generación
Tobi, el niño con alas (chungas) que traumatizó una generación
Tobi, el niño con alas (chungas) que traumatizó una generación

Todo nuestro respeto al señor Antonio Mercero, creador de productos absolutamente míticos dentro de nuestro audiovisual. Los medios convencionales cantan justas loas a sus mejoras obras. Pero en Crítico de mierda… nos centramos siempre, en los puntos más bajos. Aquí somos así: tener un oficio implica hacer cosas que no siempre te salen tan bien. Y Tobi (1978) siempre me pareció insoportable.

El niño Lolo García venía de meter en los cines más de tres millones de espectadores con La guerra de papá (1977). Se hizo famosísimo de la noche a la mañana. Al año siguiente setrató de repetir la jugada, haciendo realidad esa percepción del público de “Lolo es un angelito”. Así que nada: vamos a ponerle alitas.

En 1984, TVE dio la película. Al día siguiente, TODA la clase había visto, y había llorado con la historia de Tobi. Fue un hitazo… en la tele. Comprobando que en los cines no atrajo ni a un tercio del publico que y que apenas tuvo una edición en vídeo, no es arriesgado afirmar que este título debe su fama, no al cine ni al videoclub... si no a la tele. A la puñetera TVE, concretamente, que hasta 1990 tenía una audiencia y una capacidad de influenciar apocalíptica. De hecho, el 95% de las hoy llamadas “pelis de videoclub” tuvieron más difusión en TV, pero esa es otra historia.

Tobi, el niño con alas (chungas) que traumatizó una generación

El argumento del film, es bien simple. Tobi es un niño inocente, adorable, gracioso, tan bueno que se entretiene corriendo solo para no fastidiar a sus papás. Rubio y pizpireto, es el hijo perfecto que todos los matrimonios de la época deseaban tener... Hasta que le salen dos alitas en la espalda, para sorpresa y horror de sus progenitores (María Casanova y Francisco Vidal), gente humilde y sencilla mangoneada por los poderosos.

El film va como un tiro: en apenas 9 minutos se ha presentado a los personajes y el problema que nos tendrá ocupados el resto de la película. Mercero mantiene el suspense lo mínimo. Cosa que se agradece, ya que película ya había sido rebautizada como “Tobi EL NIÑO CON ALAS”, así que la capacidad de sorpresa en este aspecto está bajo mínimos. Lo de “el niño con alas” fue uno de los taglines de la película, que acabó por convertirse en parte no-oficial del título.

A pesar de estar vigiladísimo por ser un caso único en la ciencia del mundo entero, el crío escapa con suma facilidad del “instituto de biología molecular” y se va a dar vueltas en pelotas por Madrid, con la mala suerte de ser encontrado por un twitt... un periodista que trae su caso a los medios nacionales.

La primera media hora se desarrolla como un film de catástrofes médicas, tipo La amenaza de Andrómeda o algo semejante, con médicos, científicos que hacen pruebas y utilizan palabras como “alteración cromosómica” o “mutación genética”. Todo esto, por supuesto, con humor chusco, de caca y palabrotas, y algún chiste de partidos políticos o de Comisiones Obreras, que en aquella época no faltaban ni en las películas familiares.

La tentación de la fama aparece de la mano de la gran Silvia Tortosa, en el papel de O'Sullivan, una despiada publicista que consigue corromper al padre y meter al crío a protagonizar anuncios de la tele. Lo hace peor que Rocky: por algún motivo, el niño súper natural y gracioso se convierte en un soso delante de la cámara porque sí. Mercero aprovecha para reírse de los ya entonces tópicos creativos argentinos, encarnados por un José Lifante con poncho andino (menuda visión).

Tobi, el niño con alas (chungas) que traumatizó una generación

Cuando otros niños del cole tratan de agredir al crío, deciden que lo mejor es operarle. Pero nada, Dios quiere que el niño tenga alitas… y los publicistas desean lucrarse a tope. El dramático final, debemos de reconocer, es casi el único válido cuando se trabaja en la lacrimógenas coordenadas en las que su director ubica la historia. Eso sí: se presta a varias interpretaciones. ¿Por qué no hay un vídeo en youtube titulado “el final de Tobi EXPLICADO”? ¿O había pensada una secuela, con el niño convertido en Hawkman?

Seamos claros: si tienes más de 8 años, Tobi es inaguantable. Es papilla blandita y edulcorada hasta el vómito. Es tan, tan tierna que termina por ser babosa e insípida .El tono es el de un melodrama tipoCandy Candyo una película media de Bollywood, de gente humilde que lo pasa muy mal, niños inocentes, fríos científicos y prensa despiadada.

Tobi, el niño con alas (chungas) que traumatizó una generación

Como no, el propio Tobi es el encargado de rebajar la cosa con sus travesuras y bromas. Teniendo en cuenta el doblaje, con una voz muy de dibujos animados, hemos echado en falta la presencia de un perrito o un simpático mapache para completar el cuadro. Eso sí: el niño se me antoja soso… o directamente antipático. ¿Qué le verían?

Mercero, como bien sabemos los espectadores de Verano Azul, no era muy sutil a la hora de transmitir ideas a la audiencia. Más bien al contrario: cogía el tema a tratar y nos lo gritaba a la cara, machacando cada idea y verbalizándolo todo en boca de diferentes personajes. Es imposible no sentir un poquito de vergüenza ajena (incluso ya siendo niño) con esta actitud. Ya ven ustedes que Christopher Nolan y Antonio Mercero tienen más en común de lo que creían.

Tobi, el niño con alas (chungas) que traumatizó una generación

Como decimos, Tobilo petó… en la tele, pero parece que no dejó el poso de otros títulos hispanos de la época. Las películas de Parchís o incluso cosas de Mercero como Buenas noches señor Monstruoo Verano Azul, dejaron más huella. La crítica la machacó, merecidamente en esta ocasión. TVE la repitió una segunda vez en 1987 y pasó casi 20 años dormida hasta ser rescatada en Cine de Barrio.

Ignoro si la gran cantidad de desnudo infantil la hace un poco incómoda para las programaciones modernas o si es un tema de derechos: tampoco tuvo reediciones en vídeo (más allá de una primera en Beta) ni se reeditó en DVD, cosa bastante sorprendente. No es de extrañar, por tanto, su omisión a la hora de recordar las grandes obras del fallecido director. Pero, recuerden siempre… la gente tiene que comer.

Tobi, el niño con alas (chungas) que traumatizó una generación
Mostrar comentarios

Códigos Descuento