OPINIÓN

Sense8: ¡Feliz Navidad! (por ahora)

Sense8: ¡Feliz Navidad! (por ahora)
Sense8: ¡Feliz Navidad! (por ahora)
Sense8: ¡Feliz Navidad! (por ahora)

Lana Wachoswki dirige Un especial de Navidad, tan “especial” que dura dos horas, está ambientado, lógicamente, en estas fechas y mantiene el equilibrio de tramas entre personajes como nunca. Cuatro meses después de lo acontecido al final de la primera temporada, los sense8 siguen, algunos, presos; otros, atrapados por algo que les ocurrió en el pasado; o bien juzgados por algo que el mundo no ve bien. El episodio arranca con un gran momentazo compartido entre todos los protagonistas, pues son todas estas secuencias corales las más memorables de Sense8. Lana Wachoswki sabe añadirle la música perfecta y algunas de esas frases o mantras que gusta decir en voz alta una vez escuchados. Si la primera temporada acabó en el agua a bordo de un barco, ahora los ocho protagonistas bucean en un océano onírico, mezclando escenas reales de piscinas con el agua que sirve para rebajar el alcohol o para mezclar la droga antes de evaporarla. El agua, metáfora del nacimiento, de la vida, parece proteger a los sense8. Junto a ellos, de nuevo, Angelica, el personaje misterioso interpretado por Daryl Hannah, guardiana de sus destinos desde otra dimensión. Los sentimientos universales afloran: el sentido de venganza de la coreana Sun; el miedo de la transexual fugitiva Nomi junto a su pareja Amanita; el arrepentimiento del alemán Wolfgang, que perdió el amor de la hindú Kala y casi la vida de su mejor amigo Felix; el instinto de superación del autobusero Van Damme (no te equivocas, Capheus es interpretado por un actor diferente); la intolerancia sufrida por Lito (Miguel Ángel Silvestre) y su pareja Hernando ante su forzada salida del armario; el policía huido Will –junto a la islandesa Riley– y sus tendencias suicidas… “El arte es amor hecho público”, se escucha. ¿Cómo es posible que persigan a Nomi y no a los banqueros que roban? es otra elocuente observación. Feminismo a gritos: “Mi cuerpo es mío”, se defiende la hindú virgen. “Estamos en el siglo XXI: superadlo ya”: el mensaje a la prensa sensacionalista que se regodea en el escándalo sexual. De ahí que Lana Wachoski no dude en regalarnos otra orgía coral, otro orgasmo XXL. El momento lo pide, pues los Sense8 celebran su cumpleaños. “Existimos gracias al sexo. No hay que tenerle miedo. Está ahí para honrarlo y disfrutarlo”. Y vaya si lo hacen. Por haber hay hasta un folla-picnic. Estas son las imágenes más potentes del episodio, más allá de las elucubraciones sobre los cazadores de sense8, los inhibidores para ahuyentarlos y la carga genética que posee el parto de un sense8. “El dolor lo sufrirán todas las personas que estén cerca de ti", le amenaza el misterioso señor Whispers al policía. Lo que no saben los malos de la serie es que los ocho protagonistas son más piña que nunca. “Los secretos son mejores que el amor, porque mantienen unidas a las personas”. El secreto de los sense8 sigue a salvo, aunque las ganas de ser quienes quieren quieren ser les pase factura. Con velas y docenas de Papa Noel, como si de un gran anuncio de Coca Cola se tratase, los sense8 se despiden celebrando la Navidad. Unos ven Qué bello es vivir en la tele: “Me gusta por lo que te hace creer: en la gente”. Porque los sense8 creen en ellos mismos y siempre están ahí. Aunque hay otra versión para esos secretos que sólo ellos manejan: “Estás tan enfermo como tus secretos”. Will lo sabe: “No sé si podré vencerlo”. Pero la islandesa zanja su temor al señor Whispers: “Seremos todos y lo haremos”. Han vuelto los sense8 para pelear por los demás, viviendo el fin de año, entre fuegos artificiales, patadas y disparos, y la promesa de que juntos serán invencibles.

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