'Santa Clarita Diet' y otros anuncios sangrientos de series (no apto para estómagos sensibles)

Olvídate de la niña rubita de ET, el extraterrestre; de la joven heroína de rom-com de los 90; de la prima extravagante de Jackie Kennedy en Grey Gardens… Drew Barrymore regresa a televisión convertida en una muerta viviente. Hasta hace unas semanas, la trama de Santa Clarita Diet (que estrena Netflix el 3 de febrero) era top secret, hasta que la actriz comenzó la promoción junto a Timothy Olyphant, su paciente marido en la ficción, para dejar claro que la dieta a la que se refiere el título de esta comedia macabra no es otra cosa que carne humana.

Vistos los cinco primeros episodios de la tanda de 13 que componen la primera temporada 1) hay que aplaudir la valentía de la actriz para atreverse con un personaje ambiguo al estilo Dexter y 2) prepárate para una buena dosis de momentazos gore, algunos ya se han adelantado en los teasers por si las moscas.

De hecho, la campaña de publicidad que han lanzado en EE UU no deja lugar a dudas.

Drew Barrymore se alimenta de fingers del vecino; hamburguesas rellenas de corazones; envuelve brazos en papel de aluminio, embotella la sangre de sus víctimas y las etiqueta para saber cuántas calorías se va a meter para el body.

La última serie en atreverse con semejante promoción había sido iZombie, con la chica no-muerta contando los días que quedaban para la emisión de la serie con un helado con cerebro en la mano incluido.

También The Walking Dead eligió una mano para ir arrancándole los dedos a medida que pasaban los días que faltaban para su estreno.

Desde True Blood no recordaba una campaña tan salvaje, en la que las vísceras y la sangre se hicieran protagonistas.

No puedo olvidar aquel cóctel con oreja incluida con el que se anunciaba la serie de vampiros en Canal+. En su momento nos pareció de lo más heavy.

El color de la sangre era genial para prepararte un Bloody Mary y hasta una taza de café.

True Blood compitió con Crónicas vampíricas por ver cuál de las dos ficciones provocaba que el fan de la serie se rellenase sus vasos con zumo de arándanos desde un dispositivo colocado en las oficinas.

Hemlock Grove, de Netflix, también aprovechó el mordisco vampírico para mostrar en sus anuncios de su despedida los dos tiritos de sangre.

Que Tampax se lanzase de lleno a la promoción de sus compresas con True Blood y Dexter es digno de mención: así se anunciaban en el metro de Nueva York junto a los carteles de ambas series.

Pero si hay que hablar de márketing revolucionario la medalla se la lleva Dexter que también fue un paso más allá, introduciendo brazos comestibles en algunas carnicerías de barrio.

Dexter sirvió de inspiración a House of Cards. Si una mano mortecina sostenía la cabeza de Dexter en una de las promociones, en House of Cards era la mano sangrienta de Francis Underwood la que aparecía en primer plano.

Ambos personajes maquiavélicos no eran caníbales como Hannibal, serie que optó por colocar al carnicero preparando suculentos platos, pero sin mostrar nada tan repelelente (que para eso ya estaba la serie).

De las últimas en revolvernos el estómago, destaco American Horror Story. Esa mano manchada de sangre llamando a la cena de la temporada ambientada en el hotel o el fan art que provocó el personaje de Dandy Mott en la entrega sobre Freak Show.