El color lavanda (o el morado en general en todas sus tonalidades), el rojo Valentino, largos, con pedrerías y de estilo princesa. La alfombra roja de los Oscar nos ha dejado buen sabor, aunque pocas celebrities nos han dejado con la boca abierta, ni para bien ni para mal, la variedad que se ha visto y vestidos tan originales como el Givenchy de Cate Blanchett han animado un paseíllo casi destinado al olvido. Fue más divertido el armario que se vio por las post-fiestas de los Oscar, sobre todo, en la gran party, la de Vanity Fair.
¿Cuál es vuestra favorita?
Las más guapas
Cate Blanchett, definitivamente mi favorita, en lavanda con grandes piedras amarillas, de Givenchy.
Hailee Steinfeld ayudó a Marchesa a diseñar su vestido. Sigo siendo fan del estilo de esta niña sobre la alfombra. ¿Qué mejor que ir a tu primera alfombra roja como una princesa?
El Cisne violeta, Mila Kunis, guapísima de Elie Saab Alta Costura. Fue su primera elección y acertó. Más que su compañera Natalie Portman en un Rodarte en morado.
La presentadora de la gala, Anne Hathaway, se cambió hasta 7 veces de vestido, pero en la alfombra apareició con un clásico Valentino, perfecto para ir colgada del brazo del mismísimo Valentino.
Natalie Portman estaba muchísimo más guapa ayer con el Givenchy corto, que con este Rodarte morado. Pero está tan guapa embarazada que la metemos en esta lista!
Gwyneth Paltrow con un Calvin Klein dorado y zapatos de Brian Atwood. Impresionante de burbujita Freixenet. También salió muy guapa a cantar el tema de Country Strong.
Sandra Bullock con un vestido de Vera Wang muy parecido al Valentino de Anne Hathaway. Lo único que le fallaba era el pelo: está más guapa con un moño más natural.
Halle Berry, casi casi tan guapa como la vi en los Costume Designers Guild Awards, de Marchesa en color nude.
Amy Adams se echaba años con este L'Wren Scott, puede, pero creo que estaba espectacular. Sólo le sobraba el esmeraldón de Cartier.
Hilary Swank homenajeando al Cisne negro/blanco de Natalie Portman, con este Gucci Premiere palabra de honor lleno de plumas.
Espectacular, Annette Bening, con este diseño de Naeem Khan. Siempre acompañada de Warren Beatty y elegante ya vaya de esmoquin o de blanco.
Las menos acertadas
Scarlett Johansson no encajaba con su superencaje morado y granate de Dolce & Gabbana. ¿Y quién era su acompañante, por cierto?
Reese Witherspoon, sencilla y elegante de Armani Privé. ¿El fallo? Esa enorme coleta.
Ay, Marisa Tomei. Se pasó en el viaje al pasado buscando vestido: un Charles James de 1950 con demasiada falda.
Así como Hailee Steinfeld siempre acierta, Jennifer Lawrence siempre falla. El Calvin Klein le resalta el cuerpazo que tiene, pero ese escote Baywatch...
El que avisa no es traidor y Helena Bonham Carter había advertido que su vestido, de Colleen Atwood (la diseñadora de Alicia que se llevó el Oscar), sería un horror. Dicho y hecho. Como toque de humor, el liguero Union Jack que le dio suerte al sector british, tanto para Alicia (dos Oscar) como para El discurso de rey (cuatro).
La terrible madre de Animal Kingdom, Jacki Weaver, era una auténtica mesa camilla con pedrerías. Casi me gustó más en el estilo anaobregonesco estrecho de la película.
Nicole Kidman fue de las pocas que se atrevió con Dior, después de la detención y despido de su director creativoor John Galliano(oor). A ella le gusta ir de blanco y tonos claros, pero esta vez no acertó con el volumen geométrico, más recargado para su estilo y falló en la nota de color de sus Pierre Hardy rojos.
Vale, el Monique Lhuillier nude con transparencias e incrustaciones de Mandy Moore es muy bonito, pero taaan aburrido, ¿no? Casi tanto como el Chanel Haute Couture de Michelle Williams, quien creo podría arriesgar más con colores más atrevidos.
No, Sharon Stone. También se atrevió con Dior, pero ni ese supercardado a lo Pilar López de Ayala, ni las plumas en el hombre... Todo le echaba años encima dándole un aspecto de Cruela de Vil, con lo estupenda que está. Eso sí, se arriesgó más que otras más jóvenes.
Jennifer Hudson fue de las que escogió el rojo, aunque en su caso tirando a anaranjado, pero con lo delgada que se ha quedado se echó demasiada tela encima con este Versace con efecto wonderbra por el algo escote halter.
Helen Mirren, que nos tenía acostumbrados a admirar siempre sus estilismos de alfombra roja por elegantes y sencillos, se puso look de madrina de boda con este Vivienne Westwood gris metalizado.
Una elegante e irreconocible Melissa Leo (mejor actriz de reparto por The Fighter) se decantó por este Mark Bouwer blanco que le favorecía. ¿El gran gran fallo? Las bailarinas que asomaron cuando se arrodilló ante Kirk Douglas. Aunque bueno... por qué no ir de plana...
Kathryn Bigelow, la directora que hiciera historia el años pasado con su Oscar por En tierra hostil, es una de mis grandes dudas: su Yves Saint Laurent con los hombros al aire en teja me parece muy bonito, pero ¿no le queda un poco grande?
Las parejas
Salvo Jesse Eisenberg, Darren Aronofsky, o Andrew Garfield, por ejemplo. Pocos actores o directores acudieron solos, se llevaron a su madre o a su hija (la mayoría a sus mujeres) antes que aparecer sin compañía.
La más esperada. Penélope Cruz, muy guapa (y exhuberante) de L'Wren Scott, y Javier Bardem, de Gucci, hacían su primera aparición oficial desde que son padres. Ella ha adelgazado en un tiempo récord, sólo el escotazo de su vestido granate recordaba que hace poco ha sido madre.
Camila Alves, pareja de Matthew McConaughey (de Dolce & Gabbana, marca de la que es imagen, y pasado con el bronceado), era de las acompañantes más espectaculares con este Kaufman Franco negro, de gran escote y mucho volumen (sólo cambiaría el moño al hilo de mi tía Amparo).
Colin Firth, el hombre de la noche (mejor actor por El discurso del rey), iba elegantísimo con un esmoquin clásico y acompañado de su guapa mujer, Livia, mucho más abigarrada de lo que suele ir.
Hugh Jackman, de Ferragamo, y su mujer de hace 14 años Deborra Lee-Furness forman una de las parejas que menos pegan de todo Hollywood.
No, como éstos que están hechos el uno para el otro: Tim Burton, con sus eternas gafas 3D, y Helena Bonham Carter... atención al bolso-abanico.
Russell Brand fue uno de los invitados que acudió con su mamá (las grandes protagonistas de la noche: además de Pilar Bardem, claro, Jeremy Renner vino con su madre, como Justin Timberlake o James Franco, acompañado de su abuela). Fue uno de los más originales, con traje azul y camisa a rayas. ¿Dónde se dejaría a su mujer, Katy Perry?
Sin embargo, Steven Spielberg prefirió venir con su hija, Destry Allen.
Mark Wahlberg, de Armani, apareció con su altísima mujer Rhea Durham, muy original con falda naranja y top transparente y plateado.
Christian Bale, mejor actor de reparto por The Fighter (¡por fin!), iba de negro absoluto de Gucci y, como siempre, con su mujer, Sibi.
Robert Downey Jr. eligió el look de niño bueno con raya al lado y corbata blanca que, por cierto, iba a juego con la pajarita blanca de su Watson, Jude Law, con quien presentó un premio. Su mujer Susan, de negro sencilla y elegante.
Sunrise Coigney, la mujer de Mark Ruffalo (nominado por Los chicos están bien), fue de las acompañantes más atrevidas y originales con este asimétrico negro y dorado y la melena bob. Él llevaba un pin de una gota de agua en apoyo al documental Gasland por un consumo responsable del agua.
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