OPINIÓN

Kirk Cameron salva la Navidad (y los Reyes)

Kirk Cameron salva la Navidad (y los Reyes)
Kirk Cameron salva la Navidad (y los Reyes)
Kirk Cameron salva la Navidad (y los Reyes)

Una de las cosas buenas que tenemos en este país es que las fiestas navideñas duran mucho. Concretamente, hasta el día 6, como bien sabéis, que es cuando vienen los Reyes Magos de Oriente. Así, tenemos muchísimas más jornadas en las que disfrutar del entrañable cine navideño que tanto gusta en todo el mundo, y que nuestros programadores de TV se esfuerzan tanto en programar. Y a pesar de este periodo tan largo, de momento nos hemos librado de cosas como esta: un film cristiano en el que Kirk Cameron sea la última esperanza de la Humanidad. O algo así.

CAmeron01

Los padres de Cameron siempre presumieron de la educación ultrarreligiosa que dieron a sus hijos. Gracias a ella, ni su hermana Candance (Padres Forzosos) ni él mismo, todo un teen idol en su día, cayeron en los problemas habituales de los actores adolescentes. La mayoría tienen su periodo de drogas y depresiones pasados sus años de gloria, pero el bueno de Kirk no tuvo que sufrirlos, ya que reorientó su carrera voluntariamente al mundo de las producciones religiosas, a mayor gloria de sus creencias mormonas. Fruto de esos valores es este Kirk Cameron Saving Christmas, dirigido (JUA) por Darren Doane en 2014.

El cartel del film ya es engañoso. Puede que nos recuerde a El último gran héroe y promete una divertida aventura navideña… pero con mensaje, como nos indica el tagline: “no olvidéis a Cristo, que ponéis el belén friki, con playmobils y muñequetes, y luego se os olvida lo que es la sagrada natividad”. Pues bien: ni una cosa ni otra. Ni es una aventura, ni se dedican a criticar a las navidades coloridas y consumistas.

Al contrario… ¡lo justifican!

CAmeron02

El film comienza con un confuso mensaje de Cameron, al más puro estilo mensaje del Rey Felipe ése, en el que tras mucha cháchara ambigua sólo se pueden extraer tres conclusiones:

    Es una película donde Kirk Cameron habla mucho. Muchísimo.

    A Kirk Cameron le gusta mucho el chocolate. A la taza.

    Es una película de navidades.

    Teniendo esto claro, pasamos a un entorno medieval, donde se nos explican algunos de los orígenes de la Navidad a modos de prólogo. Sí: el mensaje era un prólogo del prólogo. Como en los libros en los que hay prólogos, introducciones, apuntes y 50 capítulos por los que desfilan los amiguetes del autor. La música elegida para los créditos nos recuerda que esto, en teoría, es COMEDIA: un villancico ska que perfectamente podría tocar Ska-P: “rede rede redención / con caridad cristiaaaana”.

    Cameron nos presenta en un soliloquio el escenario de la película. Más o menos, porque como digo, se trata de la voz en off más confusa que he oído en mi vida. Veamos: nuestro héroe da una gran fiesta navideña. Todos son felices, juegan y toman chocolate caliente. ¿Todos? No: hay alguien que no disfruta de la Navidad, porque ha leído en la Wikipedia (tal cual) cosas que ponen en duda su naturaleza sagrada. Y ese alguien es un tal Christian…

    ... EL CUÑAO DE KIRK CAMERÓN.

    Cameron03

    Efectivamente: ¡auténtico CINE CUÑADO, en la expresión más literal de la palabra! Amargado, Christian expone a Cameron sus dudas sobre las fiestas. Comienza hablando de la autenticidad del cumpleaños de Cristo en Navidad. Nuestro amigo le aclara sus dudas retrocediendo a la antigua Jerusalén, y al mismísimo Portal de Belén. Pero no os creáis que vamos a ver aquí una recreación de un evento bíblico. Noooo señor. Al director le basta con una imagen iluminada de un pedrusco y el mismo Cameron dando la chapa con su voz en off para representar toda la Natividad, y de regalo, varias dimensiones paralelas sin San José o la Virgen. Hey: si Jesús nació sin padre, también pudo nacer sin madre. MAKES SENSE.

    Cameron04

    Uno por uno, todas las dudas que un anticristiano puede poner a la Navidad, son resueltas por la voz en off de Kirk Cameron. Si “la gente” crítica menosprecia estas celebraciones por que en la biblia no sale Papá Noel o los árboles de navidad, nuestro fiel creyente le sermonea sobre el tema. Todos estos puntos son explicados por la voz del propio Cameron, apenas apoyado de unas visuales más roñosos que la cesta de tu empresa: mira que a mí me gusta jugar a rol, pero tampoco es cuestión de que haya que imaginarse el 60% de lo que está pasando en la película. El otro 40%, claro está, consiste en la pareja de cuñados sentados en el coche, hablando.

    A través de su estética a medio camino entre un telefilme y un powerpoint, el mensaje de la película es, en realidad, bastante positivo: “no seas un Grinch y disfruta de las fiestas”.  Y su argumentación principal es ciertamente razonable: los símbolos se transforman para seguir vigentes, pero el fondo sigue siendo el mismo. Ah, y que no celebrarla sería darle la razón a “la gente”, los no cristianos. Y eso nunca, y bajo ningún concepto. ¡Traed los calcetines y los bastoncillos de colores y que rabien los infieles!

    Cameron05

    Siguiendo una extraña estructura cíclica, el film se despide no con uno, sino con dos epílogos. Una vez el cuñado ha recuperado la ilusión por los festejos, todo el reparto se pone a bailar un larguísimo villancico funky haciendo el tonto todo lo que puede, para alabar al Señor. ¡Un estupendo cierre para el film! Salvo que ni es estupendo ni es el cierre del film. Tras un rato largo de breakdance no-soul, tenemos OTRO epílogo donde nos justifican un último tema: ponerte como un cerdo a comer en Navidad también está más que justificado. Nunca he visto un pavo con más relleno que esta película: ¡hasta detrás de los créditos te ponen tomas falsas, para alcanzar la ansiada hora y veinte minutos! ¿Cómo lo haces, Tarantino?

    Puede que no sea pecado creer en San Nicolás, gastarse dinerales en regalos y adorar simbología pagana. Pero sí lo es mentir, y la portada del film miente como un bellaco, prometiendo acción y diversión y ofreciendo a un cura enrollado haciendo chistes en medio de una homilía, y rellenando minutos de la peor manera. Hasta el más recalcitrante oyente de la COPE tiene que sentirse timado por semejante panfleto buenrrollista. ¡Hasta ellos dejaban que Súper García se explayase sin meter baza! Un clásico para ver y sufrir todas las navidades.

    Mostrar comentarios

    Códigos Descuento