OPINIÓN

'Killing Hasselhoff': Justin Bieber se hace amigo de KITT

'Killing Hasselhoff': Justin Bieber se hace amigo de KITT
'Killing Hasselhoff': Justin Bieber se hace amigo de KITT
'Killing Hasselhoff': Justin Bieber se hace amigo de KITT

Me esperaba lo peor. Una peli protagonizada por el meme andante David Hasselhoff, con el chino y con famosos tipo Justin Beaver o Master P. Desde fuera, todo apuntaba a ser una típica película “tan mala que es buena” hecha adrede, a base de cameos y locura impostada, al más puro estilo Sharknado. Ah… ¡y producido por WWE Entertainment, la productora de la empresa de la lucha libre!

Pintaba mal.

Me tengo que comer mis palabras.

Killing Hasselhoff (2017, Darren Grant) está protagonizado por Ken Jeong, aka “el chino de Resacón en Las Vegas”. El éxito de la peli le consiguió su propia serie y papeles de protagonista como éste. Aunque el tipo tiene gracia, lo cierto es que funciona mejor en pequeñas dosis. Esta peli es una buena muestra.

Jeong es Chris, el propietario de un club nocturno de Los Ángeles que tiene problemillas para salir adelante. Un día contrata a David Hasselhoff para que haga una aparición en su club, pero este no tiene ganas y le cancela a última hora. Su negocio se viene abajo, agobiado por las deudas.

Chris recuerda que en está metido en una “necro-porra”, en las que un montón de gente apuesta que famoso palmará antes ese año. El premio alcanza los 500.000 euros, así que el protagonista discurre un plan: encontrará la manera de matar “accidentalmente” al actor para así cobrar el bote de la porra.

Nuestro amigo oriental se infiltra en el entorno de Hasselhoff y así vemos como es su día a día. Resulta que es un chiflado egomaníaco que vive en un continuo estado de irrealidad. Cuando la mafia se entera de la recompensa de la porra, decide tomar cartas en el asunto: ellos matarán a Hasselhoff y obligarán a Chris a entregar la recompensa. Por lo tanto Chris seguirá intentando matar al actor mientras trata de evitar que la mafia lo haga antes que él.

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Como vemos… ¡la premisa tiene gracia! ¿Quién lo iba a decir? E incluso está medianamente bien desarrollada. Aunque el personaje de Jeong y sus aventuras de aspirante a asesino se llevan el protagonismo, la estrella de la función es Hasselhoff. Se autoparodia en un registro que ya hemos visto en otras pelis: un flipao que cree que es aún una estrella, aquí empeñado en hacer “un musical de superhéroes”. El tipo vive todo el día haciendo fiestas en su mansión, ligando con chatis y saliendo a pasear en el coche fantástico, que aún conserva. Sus escenas son siempre lo mejor de la película, ya sea parodiando sus éxitos musicales, su carrera o sus escándalos. Hay hasta un gag sobre su Nick Furia.

EL cameo de Justin Beaver consiste simplemente en poner la voz a KITT. No sé si es una chorrada o una gilipollez, pero me reí. Por ahí anda Michael Winslow, el “tío de los ruidos” de Loca Academia de Policía que, atención, ¡NO HACE RUIDOS! Simplemente anda por ahí, hace un par de chistes y ya está. El resto de apariciones ya nos quedan más lejos: cómicos o locutores americanos y demás. Es una baza inútil para un público extranjero, como es mi caso.

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Aun así, Killing Hasselhoff funciona dentro de sus limitaciones. Tiene más de un gag divertido, y algunos diálogos francamente graciosos. Si os gusta el humor tipo ‘Padre de Familia’ esto es. Los guionistas llenaron el libreto de: 1, chistes de pollas; 2, chistes de la carrera de Davis; y 3, chistes de BATMAN. Los primeros llegan a saturar si tienes más de 15 años. Los segundos están OK, y los terceros son algo WTF. ¿Por qué tanto Batman? En fin: lo importante es que algunos funcionan y hasta hay un par francamente graciosos.

También hay más de un gag resultón y simpático, pero al film le falta algo de dinero e inventiva para preparar alguna set-piece medianamente memorable. En el clímax hay un intento, que queda deslucido ante la posibilidad de conseguir más medios que un puñado de chalets de Hollywood en los que grabar. Molaría que los intentos de acabar con Hasselhoff fueran más locos, o que los líos en los que se metiera Jeong fueran más rocambolescos.

Pero a veces no se puede. Esto es lo que hay, todo tiene pinta de estar rodado en una semana, y con el presupuesto bajo, tanto guionista como director optan por mantener la cosa en un perfil bajo y tirar más de diálogos “ingeniosos” y el histrionismo de The Hoff. A nivel visual, Grant ni lo intenta y todo tiene una realización planita que evidencia aún más lo precario de la producción.

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Con todo, el film entretiene y no falla en hacer reír unas cuantas veces. La película dura unos 80s minutos, con créditos largos incluidos. La premisa de la peli aguanta bien el metraje y, finalmente, uno pasa un rato entretenidillo si no es demasiado exigente. En definitiva: Killing Hasselhoff, a pesar de mi prejuicio inicial, no es cine chungo. Se trata, simplemente, de una peli que se sube al carro de una moda, en este caso la condición de icono del gran David, y hace lo que puede para divertir al espectador.

¡Ah! El film se llamaba al principio Killing John Stamos, aunque cambió de actor objetivo a petición de la agente del guionisto. Y además, se rodó unas escenas con Hulk Hogan… que la WWE ordenó eliminar cuando el luchador fue despedido por varios comentarios racistas en 2016. Igual llegaba a los 85 minutos. Recomendada si sois fans de los dos actores principales. El resto puede pasar de largo.

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