Antonio Banderas: “Aún no he hecho la película por la que seré recordado”

“Hace unos años iba andando por Nueva York y en unos multicines vi un póster de La piel que habito y, al lado, otro de El gato con botas”, dice entre risas Antonio Banderas sobre dos de sus últimas películas con más éxito mundial. “Eso es –da una palmada–, pensé: ‘Ése soy yo’. Y es lo que más me gusta de mi carrera”.

Sentado en un hotel de Los Ángeles, Banderas recuerda esta anécdota para explicar por qué aceptó el papel del pirata Barba Burger, en la película Bob Esponja: Un héroe fuera del agua, que estrena hoy y ya ha arrasado en EE UU. “Como actor me gusta interpretar cualquier tipo de personaje. Así ha sido desde hace años, no tengo esa sensación de tener que cuidar una carrera –continúa–. En contra de la opinión de muchos de mis agentes que me dicen ‘no hagas eso o eso, porque van a pensar esto de ti, porque va a dañar tu carrera…’. O cuando me decían ‘haz esto, porque la gente te identifica con esto’. No me importa. Quiero hacer esto porque me divierte, sólo tengo una vida y quiero hacer lo que me gusta hacer”.  Y se pregunta: “¿Cuál es la palabra que más han usado en los últimos años para definir mi carrera como actor? Versátil”, se contesta. “Tienen que poner una etiqueta a todo, y a mí ésta me parece bien”.

En Bob Esponja, Banderas es el único personaje real entre todos los protagonistas de la serie creados por CGI. “Era raro trabajar sin nadie –comenta–. Básicamente, hay cruces de diferentes colores que mueven, y alguien te va lanzando las líneas de guion desde detrás de las cámaras, lo que es más extraño aún porque la voz viene de un lado, pero el personaje con el que supuestamente estás hablando está en otro”.

Sin embargo, eso no fue lo más complicado para él. “Lo más difícil fue la barba”, recuerda. “Llegaba cada mañana al set y me ponían pelucas que pesarían unos tres kilos. Al cabo de dos días, tenía un dolor terrible en el cuello y me di cuenta de que era la barba… Era como un mapache atacándote cada mañana en tu cara y se quedaba ahí contigo todo el día. Supongo que queda muy bien en pantalla, pero rodamos en Savannah, en Georgia, ¿has estado allí? Es húmedo y hace calor. Y el personaje se ríe mucho con risa malvada, y el bigote se caía, así que ponían muchísimo pegamento, y el pegamento tenía algún tipo de componente que te producía sueño después de un rato… Créeme, el momento más feliz del día era cuando me la quitaban”.

Aunque no estaba familiarizado con los personajes, “nunca lo había visto en la televisión”, después de conocer al creador, al director y otras personas del proyecto, a Banderas le atrajo “el universo infantil, absolutamente surrealista, colorista y diferente” de Bob Esponja y la posibilidad de que le dejaran “hacer lo que quisiera con su personaje”. “Barba Burger es tridimensional –explica–: es un narrador, cuenta la historia, pero también es parte de la historia y, como parte de la historia, es el villano, y además es un pirata. Para un actor, siempre es muy divertido interpretar a un pirata porque son libres. Pero al mismo tiempo es un cocinero”. Y, por todos en Hollywood es sabido, que Antonio Banderas cocina muy bien. “Por supuesto”, dice sin reparos. “Cocino probablemente la mejor paella de EE UU. Y no me corto diciéndolo. Puedo ser humilde con mi trabajo, pero no lo soy con mi paella”.

Esa versatilidad de la que hablaba en sus más de tres décadas en el cine es parte de lo que celebra el Goya de Honor que recibirá el próximo sábado 7 en Madrid. Precisamente, en uno de los momentos más ajetreados de su carrera, cuando acaba de estrenar Autómata en España (“Ya estrenamos en China, donde está yendo muy bien”, dice), está rodando Altamira con Hugh Hudson; y a final de año estrenará Los 33, la película sobre los mineros chilenos –con Juliette Binoche, Mario Casas, Gabriel Byrne… ¿Celebra este Goya que haya llegado a la cumbre de su carrera? “No. Nunca lo he pensado así”, dice. “Creo que aún no he hecho la película por la que seré recordado. Puede ser una ilusión mía, pero si no lo pensara de esa forma, entonces tendría que retirarme y es algo en lo que ni pienso. Como director, por ejemplo, tengo muchas cosas que decir aún. Estoy escribiendo mucho, quiero dirigir más, producir más, lo que no significa que vaya a dejar la interpretación”.

Ha escrito tres guiones, cuenta, y trabaja ahora mismo en dos de ellos que espera desarrollar en los próximos “tres o cinco” y en España. Aunque mantiene sus dos pies en el cine a pesar del momento que se atraviesa de cambios en todo el mundo, Banderas mira de reojo a Broadway (“Tengo muchas ganas de volver porque, probablemente, ha sido la mejor experiencia para mí en este país”) y también a la televisión, donde se refugia ahora toda “la creatividad y muchos actores, actores con Oscar”, dice. ¿Piensa él en dar el salto? “Absolutamente”.