Carlos Marañón Fútbol y cine
OPINIÓN

El Cine en los Mundiales (X): Alemania 1974

El Cine en los Mundiales (X): Alemania 1974
El Cine en los Mundiales (X): Alemania 1974
El Cine en los Mundiales (X): Alemania 1974

El Mundial diesel. El choque de dos locomotoras, la fuerza y el orden de Alemania, frente a la velocidad y el desborde del Fútbol Total holandés. Y vencieron los anfitriones, por puro empuje frente a los talentosos y atrevidos compañeros de Johan Cruyff. Un 2-1 en el Estadio Olímpico de Munich (Neeskens para los naranjas y Breitner –que hizo sus pinitos cinemaográficos actuando en el extrañísimo western Masacre en Condor Pass en 1976 junto a Stephen Boyd– y Müller, Torpedo, para los teutones).

Fútbol con poca mística para el cine. Ni siquiera la curiosa (y pírrica) victoria de Alemania Oriental (la RDA, que también existía; todas las referencias a Alemania eran en puridad a la RFA, República Federal de Alemania) a la RFA en la primera fase por 1-0 (el mítico gol de Sparwasser) ha merecido una película documental que hubiese sido muy agradecida, un Good Bye, Lenin futbolero. Una pena, porque este Mundial, a falta de buen fútbol, estuvo folklórico: el debut de Australia, primer equipo de Oceanía, la presencia de Haití y sus vudús, que a punto estuvieron de repetir el triunfo de Corea del Norte frente a Italia de 1966 en su partido contra los azzurri. Pero sobre todo es una lástima no haber aprovechado más el momento cartoon del primer participante del África negra en la historia mundialista: Zaire, con las amenazas del dictador Mobutu llegó a Alemania y la lió. Yugoslavia le metió 9. Y le tocaba jugar contra Brasil: de ahí quizá el despiste de su defensa Mulamba Ndaye, quien, en uno de los grandes momentos de los Mundiales, chutó una falta que le habían señalado en contra saliendo desde la barrera nada más oír el silbato del árbitro. Entre Harold Lloyd y Charlot. A la altura de la slapstick comedy.

El Cine en los Mundiales (X): Alemania 1974

Es más, ni siquiera el aura de Cruyff, el mejor jugador del mundo y del torneo, el más cool con sus melenas y sus cambios de ritmo, lastrado quizá por no salir campeón, le hizo merecedor de un filme hagiográfico, que sin embargo llegó dos años después, con El profeta del gol, un extrañísimo documental ¡¿italiano?! producido en 1976 y ya más bien por sus éxitos (deportivos y sociológicos) en Can Barça. Se quedó sin película también Franz Beckenbauer, capitán del conjunto campeón, ya un poco veterano, pero todavía elegante: él ya tenía su documental desde 1973, Líbero, y aún faltaban unos años para que hiciese un cameo en Nico, con la escuadra antimafia, una comedia italiana de 1978, rodada en EE UU con Eli Wallach, en la que el kaiser aparecía aprovechando que jugaba en el Cosmos de Nueva York.

Pocas referencias a esta cita con victoria del fútbol alemán veinte años después de aquel Milagro de Berna tan cinematográfico. Este Mundial careció de encanto. Nos queda quizá, y de rondón, el kitsch de la película italiana El árbitro (1974, Luigi Filippo D’Amico), en la que el fogoso colegiado protagonista Lando Buzzanca (otro que está saliendo demasiado en este blog) es nombrado árbitro internacional y sueña con ir al rutinario Mundial de Alemania. No lo consigue por culpa de la pelandrusca de Joan Collins, que así estaba el fútbol (y el cine) en el año de gracia de 1974.

Por cierto, éstas imágenes merecían un buen documental, ¿o no?

EL CINE EN LOS MUNDIALES:

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[Argentina 1978] [España 1982] [México 1986] [Italia 1990] [EE UU 1994]

[Francia 1998] [Corea y Japón 2002] [Alemania 2006] [Sudáfrica 2010] [Brasil 2014]

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