OPINIÓN

Cochazos muy cutres: los 'Fast & Furious' de saldo

Cochazos muy cutres: los 'Fast & Furious' de saldo
Cochazos muy cutres: los 'Fast & Furious' de saldo
Cochazos muy cutres: los 'Fast & Furious' de saldo

Las últimas entregas de Fast & Furious se han convertido en gargantuescas películas de acción y agentes secretos, muy alejadas de sus orígenes, mucho más humildes. Viendo las recaudaciones, podríamos decir que el público general lo prefiere así. Pero eso deja un pequeño hueco que cubrir: el de los fans de los coches, el tunning y las carreras, que añoran un tipo de película más enfocada y simple. Y para ellos existen las furiousxploitation y sus copias chungas.

Algunas, en honor a la verdad, tienen un buen acabado. Pero por cada Torque o The Need for Speed, hay otra hecha con los coches de tu primo y el dinero de las vueltas del pan. La falta de carisma de los intérpretes, de medios y de ideas convierten a este subgénro en uno de los más lamentables de la historia de la Xploitation. Lejos de ver locurones imposibles, las copias de A todo Gas son vulgares films de carreras de coches para satisfacer a un fan muy flipao con lo suyo. Estas son algunas de las peores

Lay It Down (2002, Michael Cargile)

Ya os hablamos aquí de esta versión cristiana de la saga de Vin Diesel. Gracias a su mensaje evangélico y buenrrollista, se convierte en la copia más absurda y original de todas. Eso sí, también es la más ramplona que vamos a reseñar. ¡Se le quitan a uno las ganas de pisar el acelerador!

Redline: Competición Letal (2007, Andy Cheng)

A Redline podemos otorgarle el premio al tagline más CANI de la historia del cine: “coches más chulos y tías más buenas”, como reza el DVD americano. Lo que contiene ya lo imagináis. Una peli de esas que dan en Mega un domingo por la tarde.

Fast Track: No limits (2008, Alex Sand)

Con Uwe Bol retirado, ¿quién podrá el papel del cineasta alemán más jeta y vilipendiado? Quizá Alex Sand. Con esta copia motorizada demuestra que tiene dos de las principales característica del cine de Bol: oportunismo y mal gusto. Lo primero lo demuestra subiéndose al carro de las pelis de carreras. Lo segundo, con algunas de las escenas esta peli, incluida una donde los malos son regados por una bolsa de pis caliente. Por lo demás, tu furiouxploitation habitual.

Street Racer (2008, Teo Konuralp)

Tenía que pasar. The Asylum, los reyes de la mockxploitation más caradura y coñazo también tenían que hacer su film de carreras de coche. Pocos vehículos (y poca gente), CGI extremadamente cutre y errores de continuidad a porrillo. Un soberano aburrimiendo, como el 95% de las películas de The Asylum.

200 MPH  (2011, Cole S. McKay)

Y OTRA PELÍCULA DE COCHES DE THE ASYLUM. Aplíquese todo lo dicho en el caso de Street Racer. No hay manera de

Street Society (2014, Awi Suryadi)

Y… ¿cómo no iban a copiar los asiáticos esta saga? Los indios se inspiraron en F&F para crear la saga Dhoom, pero nosotros nos quedamos con esta, con sus personajes “guays” con gorras y ropa de colores. Y humor tailandés que no falte. De ese que a nosotros no nos hace mucha gracia.

Superrápidos y Megafuriosos (Superfast, 2015, Jason Friedberg)

No podía faltar la parodia de una película con tantísima taquilla. Una con la que te ríes poco, como era de esperar de los “cracks” que nos regalaron Casi 300. La avalancha de chistes y gilipolleces es tal que, claro está, algunas funcionan. Pero en otras ocasiones te quieres morir de la vergüenza ajena ante unos chistes patéticos. Y encima es bastante larga: aguantar los 100 minutos del film es una labor titánica.

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