'Clowntergeist': la mezcla chunga entre 'It' y 'Poltergeist'

A veces haces locuras como poner la tele y llevarte una sorpresa “agradable”. Todo lo agradable que pueda ser encontrarse con una película de mierda de payasos malvados. Paramount Channel está emitiendo un ciclo sobre estos horribles seres, y todos los viernes nos dan una película de clowns asesinos.

Un ciclo de pelis de payasos terroríficos. Hay que tenerlos cuadrados.

La nueva adaptación de It ha vuelto a ponerlos de moda, y ahí estaban los tipos de High Octane Pictures para aprovechar y estrenar este título. Aunque el film fue terminado en 2016, las distribuidoras se guardó el film hasta la misma semana en la que estreno la película de Pennywise. Caradura xploit old school.

El título, por mucho que nos suene a guasa o broma, es totalmente honesto. Efectivamente, estos payasos tienen un punto sobrenatural y espiritual. Estamos hablando de que el bicharraco en cuestión es un payaso poseído por un espíritu maligno. Claro que si lo recordamos, Poltergeist tampoco tenía posesiones de ese tipo. Pero bueno: lo que sea.

La cosa no acaba ahí: tanto a ella como a su novio y su amiga de gafitas (muy mona) reciben mensajes inquietantes escritos en GLOBOS. La idea, de nuevo, es que si en It el globito da miedo, aquí directamente contiene amenazas. Los globos, el Twitter de los payasos.

Los chicos descubren lo qué está pasando: el payaso es un tipo poseído, y que si se mata el cuerpo, el demonio también será destruido. El pierrot siniestro decide no andarse con más tonterías les ataca a todos a la vez. Los amigos tienen tal susto encima que, aun estando en una cocina llena de armas y siendo cuatro contra uno, no son capaces de sobreponerse al susto y plantar algo de resistencia.

Clowntergeist nació como un proyecto por crowfunding que no llegó a financiarse, porque la gente es tonta pero no tanto. A pesar de todo, Aaron Mirtes, su director consiguió reunir el dinero suficiente como para terminar una película que, al menos, parece eso… una película de estas de terror moderna, que ni asusta ni da miedo, con un acabado televisivo pero profesional.

El film funciona como una película de un psicópata barata, con lo mínimo que se despacha: un par de casa, cuatro personajes a los que asechar y un asesino, que resulta payaso que avisa que viene con el globito. Es su punto de venta y no funciona: durante gran parte del film nos escatiman su presencia, cuando lo que da miedo de un payaso, precisamente, es el mal rollo que transmite ese puto maquillaje. El 90% por cierto de las pelis de payasos son conscientes de esto y no tiene problemas para enseñarlo: Mirtes lo trata como si fuera un individuo misterioso. Vamos a ver: ¡que es un puto fantasma con forma de payaso!

Claro que cuando aparece entendemos por qué: el monstruo de Clowntergeist es luchador de wrestling con cara pintada de blanco y punto. Un mostrenco de metro noventa que se dedica a avasallar físicamente a sus víctimas, muy lejos del aspecto, formas o maneras de un payaso de verdad. Este tipo es solo un bruto con maquillaje que se dedica a torturar jóvenes con ruiditos turbadores a lo Saw.

Por destacar algo de este festival de mediocridad, hablaremos de las dos protagonistas, especialmente la chica de gafas, Monica Baker que está simpática. LA escena más efectiva está copiada de El misterio de Salem’s Lot: el monstruo llamando a la ventana. Sigue funcionando. En fin: para ser una película hecha con cuatro duros les ha quedado algo emitible. Aunque sea un viernes a las 12 de la noche, cuando estáis todos intentando alcoholizaros por ahí. Ojo: igual fue la mejor opción.