OPINIÓN

'Abuelas Rabiosas': jubilados en pie de guerra

'Abuelas Rabiosas': jubilados en pie de guerra
'Abuelas Rabiosas': jubilados en pie de guerra
'Abuelas Rabiosas': jubilados en pie de guerra

Nuestros ancianos están liándola parda. Y con razón. Alguno se sorprende de ver a tanto jubilado en pie de guerra, pero estoy seguro de que más de un fans del cine chungo recuerda cierto título 80s cada vez que ve las noticias. Eso de Abuelas rabiosas viene a mi mente todos los días viendo el telediario.

En una vieja y lujosa mansión en pleno campo se celebra una gran reunión familiar. Las dos matriarcas de un clan, dos señoronas con malas pulgas, han convocado a toda su familia para celebrar su cumpleaños. Todos sus familiares acuden, no vaya a ser que se queden fuera de la generosa herencia que esperan recibir en breve. En realidad, son todos bastante asquerosos, y la reunión, digna de La escopeta nacional: allí hay aristócratas venidos a menos, ricachones, un cura…

La cena va como se podía esperar. Pero hay alguien que no ha acudido, la oveja negra de la familia. Una de las sobrinas, satánica y con muy mala leche, les hace un regalo envenenado: una especie de cofre maldito que, al abrirlo, convertirá a las dos yayas en caníbales. Una vez han tocado esto, tiene lugar una transformación al más puro estilo Demons: uñas que se caen, colmillos que sustituyen a los dientes, vómitos y muchos fluidos. Los primeros visitantes mueren rápidamente.

Una de las cosas más graciosas es lo rápido que todos aceptan lo que está sucediendo. A penas dos minutos después de que las abuelas hagan el primera ataque todos se han hecho cargo de la situación y están luchando por su supervivencia de manera relativamente ordenada. Supongo que son gente que ven muchas pelis de terror. Tampoco les sirve de mucho.

'Abuelas Rabiosas': jubilados en pie de guerra

El resto del film ya os imagináis como es: las abuelas demoníacas aprovechan su estado demoníaco y desatado para acabar con toda su repugnante progenie. Y lo hacen de manera bastante sanguinolenta: el gore era el principal atractivo de este film. Supongo que por eso, los pazguatos de Troma, distribuidores del film a nivel mundial… ¡se encargaron de cortar buena parte del gore! Incomprensible decisión para una productora que presumía de tripas y de producir cine trash.

A pesar del argumento megacutre y de su procedencia europea (es una co-producción entre Alemania, Holanda y Bélgica), el film tuvo un presupuesto apañadillo. El film es competente a nivel técnico y desde luego está bastante lejos de la mayoría de operas prima de bajo presupuesto del mundillo del gore. El director Emmanuel Kervyn consiguió sacar partido de la mansión donde se rueda la película.

'Abuelas Rabiosas': jubilados en pie de guerra

La pena, quizá, es que la cosa no es ni la mitad de divertida de lo que prometía. Durante la primera media hora, nos retrata a esta asquerosa familia, creando una tensión que luego nunca es satisfecha. En lugar de catárquico, el desenlace del film es lento y aburridillo. Los tráilers prometen una orgía de locura y sangre que no termina de llegar. La película, salvo por su tráiler, se revela como una locura contenida que no llega a epatar. No es tan fácil hacer un Demons o un Mal Gusto.

Quizá lo más divertido de esta película está tras las cámaras: su director estuvo a punto de convertirse en una estrella de acción. Gracias al film, Kervin conoció a los capitostes de la Cannon, que estuvieron a punto de producirle un par de películas en plan Kickboxer, incluida una secuela oficial de la peli de Van Damme. Se ve que el tipo era experto en artes marciales, y además, también era de Bruselas. Los proyectos no cristalizaron y el tipo desapareció para no volver: por lo visto se convirtió en artista plástico.

'Abuelas Rabiosas': jubilados en pie de guerra

Mejor le fue al productor, que firmaba con el nombre de James Desert: aunque parezca increíble, el tipo consiguió una pequeña carrera a partir de Abuelas Rabiosas: sacó adelante State of Mind (1993, Reginald Adamson), con Fred Williamson y… ¡Paul Naschy! De hecho, hizo buenas migas con el español y también trabajó en Licántropo: El asesino de la Luna Llena (1996), como productor asociado. Es curioso como su ficha de IMDB resulta incompleta, faltando su participación en esta y otras películas. Tampoco son mucho peores que esta.

Podemos recomendar el visionado de este film, por tanto, a dos sectores: los nostálgicos del gore 80s y los cercanos al gobierno de Mariano Rajoy. Mariano, paga las pensiones, primer aviso.

'Abuelas Rabiosas': jubilados en pie de guerra
Mostrar comentarios

Códigos Descuento