I'm Still Here

Mucha curiosidad, incluso cierta ansiedad acumulaba quien firma estas líneas por degustar al fin la cacareada película que nos ocupa. Inmejorable campaña de promoción para un filme que, en el fondo, se vende solo: la locura –¿transitoria?– de Joaquin Phoenix, su abandono del cine para dedicarse al hip hop y los tejemanejes varios que ocuparon sus horas durante algunos meses.

Bien, pues la sensación global al término del metraje no es, ni mucho menos, como haber visto un globo deshinchándose, sino más bien como haber contemplado a cámara lenta un alfiler penetrando en su plástica piel y reventándolo. Quiero decir que no se puede hablar de decepción sino de impacto. No me esperaba ver 100 minutos de tan salvaje y desacomplejada inocencia fílmica. No me entiendan mal: I’m Still Here es un experimento cojonudo, una mirada inquieta y gamberra sobre el descontento y la apatía, una obra pensada y ejecutada con notable talento. Pero habiendo transcurrido apenas cinco minutos, el mecanismo de la extrañeza está ya desactivado: es ficción, representación, truco.

Ya nos lo han contado pero sigue descolocando un poco constatar que nada diferencia la creación de Phoenix en esta película de sus interpretaciones en Asesinato en 8 mm, La otra cara del crimen o Two Lovers. Está interpretando y se nota a la legua. Supongo que algo de cierto habrá en el tinglado que montó –su retirada del cine– pero como mirada metalingüística y autoconsciente el asunto no acaba de colar. Sí, en cambio, compramos satisfechos la amargura de su trasfondo, la capacidad de transmitir vacuidad existencial. Y apetece imaginar qué habría hecho alguien que en lugar de inspirarse en Gus Van Sant hubiera escogido a Werner Herzog. ¿Qué habría hecho con tan suculento material? ¿Qué estratos de la piel de Phoenix habría sido capaz de diseccionar? Nos quedamos con algunos instantes de hermosa verdad: la soledad del actor ante el vacío, el nerviosismo permanente, los colocones ficticios o no, la famosa entrevista con Letterman, la dejadez de su figura, el mal rollo que le rodea… Una obra apasionante, sin duda. Pero por motivos bastante distintos a los esperados.

TONI VALL

FICHA TÉCNICA

I'm Still Here

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  En 1998, el ganador de un Oscar Joaquin Phoenix decidió dejar la interpretación para convertirse en rapero. Este documental (¿falso?) sigue sus juerguistas pasos durante su intento de cambiar de aires.

• RESUMEN: La locura de Joaquin Phoenix no decepciona, sino que impacta.

• ESTRENO: 11/02/2011

• Documental / EE UU / 2010 / 90 min. / Director: Casey Affleck Productor: Joaquin Phoenix