Aunque a veces cueste admitirlo, la verdad está ahí: ser un cretino machista, homofóbico y con severos problemas con el alcohol no es incompatible con ser un gran director de cine. Ahí tenemos los casos de John Ford, de Howard Hawks, de D. W. Griffith... o de Mel Gibson. Su afición al frasco, su posible trastorno bipolar y su boca de chancla, por no hablar de sus ideas ultramontanas, le han traído mil y un contratiempos al actor y cineasta, obstaculizando una carrera que podría haber dado mucho más de sí.
Pero, ojo, porque Hasta el último hombre, título en España de su nuevo filme Hacksaw Ridge, podría devolver a Gibson a la estima pública. O, al menos, a la estima de sus compañeros de profesión: como puede verse en este vídeo, 'Mad Mel' fue acogido con un calurosísimo aplauso tras la proyección de la cinta en la sede de la Academia de Hollywood en Beverly Hills. Respaldado por Andrew Garfield, Vince Vaughn y otros miembros del equipo del filme, Gibson disfrutó del entusiasmo de sus colegas, pasmados por un filme que asistentes a la proyección compararon con Taxi Driver y El cazador (palabras mayores) y que podría tener una muy buena trayectoria en los Oscar 2017.
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