Tu vida en 10 escenas musicales

En la vida hacemos muchas cosas pero pocas de ellas las hacemos cantando… Es el momento de cambiar nuestros hábitos y aprender claqué
Tu vida en 10 escenas musicales
Tu vida en 10 escenas musicales
Tu vida en 10 escenas musicales

El género musical nunca se ha ido, de hecho hay un éxito musical sin precedentes en casi cada década. El problema es la continuidad, casi no se producen buenos (o malos) musicales. Sin embargo es un género maravilloso donde los haya, capaz de transportarnos a otros universos donde cantar y bailar es algo tan natural como respirar, se le permiten los colores histriónicos, el drama y la comedia, la fantasía y el realismo mágico.

En homenaje a este tipo de películas realizado un riguroso informe con varios números musicales que nos acercan a esos momentos de la vida relevantes y sublimes, esos que hacen que nuestra existencia tenga un carácter narrativo. Es decir:

EL NACIMIENTO

Para el nacimiento hemos elegido una pieza brutal y surrealista, tan dramática como terriblemente cómica. El milagro del nacimiento contado por los geniales Monty Phyton en El Sentido de la vida. No de un nacimiento cualquiera claro, sino del nacimiento de un niño en una familia católica y pobre.

Probablemente sea la crítica más salvaje a uno de los dogmas más anticuados de la religión católica, pero maldita sea… Si no se os pega el estribillo es que estáis hechos de roca:

Todo esperma es sagrado

Todo esperma es importante

Si el esperma se desperdicia

Dios se enfada mucho

EL DIA QUE SALIMOS DEL ARMARIO

Esto puede que nos pase o no. Pero sin duda conforma uno de los momentos claves en nuestra existencia. Y sin duda nadie lo ha representado de forma tan graciosa como estos comediantes canadienses llamados The Kids in the Hall que con un estilo muy a lo Monty  Phyton hicieron una película tan audaz y pertinente como Brain Candy con este número musical llamado I’m Gay! que es todo un hit.

EL DIA QUE PERDEMOS LA VIRGINIDAD

Este es otro de los hitos de nuestra vida. Y nadie lo ha expresado mejor que Steve Carrell cantando y bailando en Virgen a los 40 The Age of Aquarius. Bueno, su efusividad se debe a que su personaje lleva unos 40 años sin NADA de sexo lo cual hace que el éxtasis de este momento se multiplique por mil. Aun así, explica maravillosamente ese clímax que nos marca de por vida, para mal o para bien.

La coreografía consiste en algunos de los personajes de la película haciendo el payaso.

EL DÍA QUE NOS ENAMORAMOS

O el día que sabemos que estamos enamorados y (lo más importante) que somos correspondido. Ese día es el mejor día de nuestras vidas, y salimos de casa con otra cara, con la de Harrison Ford, por ejemplo. Somos como Joseph Gordon-Levitt en 500 días juntos.

Andamos con flow por la calle, saludamos a todo el mundo aunque no nos conozcan, queremos subirnos a los edificios y gritar lo enormemente felices que somos, somos princesas Disney  y necesitamos cantar y bailar por la calle y en fin, todo lo que ocurre en esta escena.

EL DÍA QUE MORIMOS

El último día de nuestra vída. Y ¿cómo se puede hacer un musical de eso?  All That Jazz es uno de los musicales más oscuros de la historia del cine, dirigida por Bob Fosse y protagonizada por un Roy Scheider que nunca ha estado mejor. Es semiautobiográfica y cuenta la vida profesional de un bailarín y coreógrafo adicto a su trabajo que fuma un cigarrillo tras otro, que se acuesta con las bailarinos con las que trabaja, que se pone gotas en los ojos, estimulantes para seguir adelante, antiácidos estomacales… Un tipo que vive al límite y que (sí, SPOILER) muere.

Y no hay mejor forma que representar una muerte con un número hortera, como de programa de Jose Luis Moreno pero con más presupuesto, un número apoteósico para cerrar una vida marcada por el exceso.

Pero no nos podemos quedar solamente en estos cinco momentos, la vida realmente se llena de esos  otros a los que damos poca importancia, esos que marcan la cotidianidad… y que también encontramos en los musicales.

RECOGER LOS JUGUETES

Una de las cosas que más nos gustaban de niños era jugar con nuestros juguetes. Sin embargo el momento de recogerlos era terrible. La habitación llena de trastos y una ardua tarea por delante era demasiado castigo… Hasta que Mary Poppins nos enseñó que con un poco de azúcar esa píldora que nos dan pasa mejor (un enseñanza que vale para aguantar al jefe, levantarse los lunes, ir al estadio a ver como pierde tu equipo).

En este maravilloso número musical no hay coreografía pero da igual porque es tan mágico y divertido que no tiene desperdicio.

HACER LA CAMA

Seguimos con las tareas del hogar y una de las que más pesan diariamente es la de hacer la cama. ¿A quién le gusta hacer la cama? Sin embargo desde que uno ve el número musical de Mods en la que dos de los personajes se envuelven en una coreografía liviana, ausente de ritmo y sin embargo tan hipnótica… comienza a hacer la cama de otra forma. Hacer la cama es sexy.

Serge Bozon hizo aquí un musical diferente, un mediometraje casi experimental en tono comedia sobre universitarios.

UN DÍA GRIS EN LA FÁBRICA

En los musicales caben todos los géneros, incluidas las historias más amargas y duras. De hecho una de las películas más crudas de Lars Von Trier es Bailando en la oscuridad, un musical sobre una mujer que para escapar de su terrible, complicada y dramática existencia imagina números musicales a su alrededor. La película es una auténtica tragedia pero los números musicales, como este de la fábrica, son exquisitos.

La próxima vez que estés en la oficina cierra los ojos y escucha todos los sonidos que te rodean… Es posible que te dé por bailar.

IR AL TALLER A ARREGLAR EL COCHE

Ir al taller a que te den un presupuesto para arreglar tu coche pasa por una de esas desagradables tareas a las que uno ha de enfrentarse en algún momento de la madurez. Y ya os avisamos, no será como en el número musical de Grease en el que tú y tus amigos moláis como nunca mientras convertís un bólido en un auténtico coche de lujo. No, será caro y aburrido…

IR AL GIMNASIO

Cada vez que vas al gimnasio y ves a todos esos tipos y tipas atléticos haciendo ejercicios imposibles frente al espejo te deprimes… Pues bien, después de ver este vídeo de Fred Astaire en Bodas Reales tus días de gimnasio no serán lo mismo.

El genio del musical, el único cuyas películas siguieron triunfando más allá de los años 30 (la primera edad de oro del cine musical), realiza una coreografía tan elegante y fina que, en fin, ridiculiza en su poderío a cualquier cachas que frecuente tu gimnasio.

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