TIFF 2015 - Día 1: Caos y destrucción

El Festival de Toronto arranca su 40 edición con 'Demolition'. Jean-Marc Vallée intentando aumentar nuestro caos.
TIFF 2015 - Día 1: Caos y destrucción
TIFF 2015 - Día 1: Caos y destrucción
TIFF 2015 - Día 1: Caos y destrucción

¿De qué se habla en TIFF hoy? CAOS. Es la palabra. El sentimiento general. Es uno habitual, que todos reconocemos el primer día de un festival de cine. Es un extraño día calmado, pero en el que ya sientes lo que se te viene encima, y no hay forma de parar. Tú has elegido venir aquí, un año más, porque te gusta. Te encanta. De hecho. Aunque echando un vistazo ahora a tu calendario abarrotado y un horario de proyecciones que no tiene ningún sentido no recuerdes por qué te gusta tanto venir. Un año tras otro. Si cualquier festival es caótico, Toronto, “el festival de los festivales”, que celebra este año su 40 reluciente aniversario, lo es aún un poco más. Sin una sección realmente oficial, y con cientos de películas que llegan con el hype por las nubes, es difícil hacerse un buen plan, más cuando las proyecciones se pisan unas a otras.

Pero, en fin, basta de penas. En Toronto hoy se hablaba de las películas más imprescindibles y de qué será lo que saldrá de aquí encarrilado para la temporada de premios. De momento, en las portadas de las revistas de hoy estaban Bryan Cranston por Trumbo y Javier Cámara y Ricardo Darín por Truman. Tru, tru. ¿Casualidad?

¿Qué hemos visto? Dos películas de las que no me dejan hablar hasta el estreno oficial. Y la inauguración: Demolition, de Jean-Marc Vallée. Estaba en todas las listas de las películas que había que ver, y menos mal que nos la hemos quitado pronto. El primer pase oficial contó con la presencia del director canadiense que fue presentando uno a uno a sus productores y sus actores. Dijo que era su “película más rock and roll”, que quería “hacer mucho ruido” con ella, y lo va a oír, pero quizá no el que más le guste. La película arranca con la muerte repentina en accidente de tráfico de la mujer de Jake Gyllenhaal, el resto de la historia es un largo shock postraumático, una metáfora básica, que lleva al actor a destrozar todo lo material que tiene a su alrededor para después volver a montarlo. Vallée se muestra más pretencioso que nunca, y muy obvio, pero a cambio consigue de Gyllenhaal una de sus interpretaciones más naturales que le hemos visto jamás. Y se agradece mucho.

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¿Qué te has perdido? El único otro estreno mundial que había hoy: Where to Invade Next, el nuevo documental de Michael Moore que, según Variety, es una de las películas más demandada en el mercado del festival. Probablemente, no la recuperaré. Es mejor aceptarlo ya.

¿Qué has comido? Media ensalada de rúcula con queso de cabra, piñones y aguacate. Y media bolsa (pequeña) de palomitas con sabor a queso cheddar. No lo repitáis en casa, niños. Y un trozo de quiche recalentada para cenar. Estamos en la tierra del poutine, ¿qué esperabais?

¿Con quién has hablado? Con publicistas para confirmar entrevistas, para rogarles, para llorarles. Y con compañeros periodistas sobre el CAOS.

¿Qué esperas de la jornada de mañana? Las primeras entrevistas: Gavin Hood y Barkhad Abdi por Eye in the Sky; Helen Mirren, el gran Bryan Cranston, Michael Stuhlbarg y el director Jay Roach por Trumbo. Además, veré The Program, la historia de Lance Armstrong contada por Stephen Frears; y seguro, seguro, Marte (The Martian), otra de las imprescindibles. Esta vez de las buenas, esperamos.

Torontómetro: Nada que decir. Aún.

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