Terror en las trincheras: 10 películas con soldados y monstruos

Cuando las criaturas del Más Allá pisan el campo de batalla, incluso los soldados mejor entrenados pasan de cazadores a presas. 'El páramo', que se estrena esta semana, es el último ejemplo de terror con casco y fusil. Por YAGO GARCÍA
Terror en las trincheras: 10 películas con soldados y monstruos
Terror en las trincheras: 10 películas con soldados y monstruos
Terror en las trincheras: 10 películas con soldados y monstruos

Como decía Louis-Ferdinand Céline, el campo ya es aburrido de por sí, pero si encima le añades la guerra, se vuelve insoportable. A lo cual nosotros añadimos: si al terror que la guerra trae consigo le añades una dosis de espantos sobrenaturales, se vuelve algo todavía peor de lo que ya es... Para quienes tienen que sufrirla, claro, porque hay muchas posibilidades de que el público se lo pase pipa dando saltos en la butaca. Es el caso de El páramo, protagonizada por un grupo de soldados que, cazando guerrilleros en las montañas de Colombia, se encuentran con un horror inesperado y primigenio.

El estreno de El páramo, que llega a las pantallas este viernes, nos viene de perlas para recordar filmes como estos. Porque da igual que los militares protagonistas estén bien entrenados, bien armados y se vean a gusto en su papel de ministros de la muerte (como decía el sargento de La chaqueta metálica): cuando las fuerzas del Más Allá entran en acción, ellos dejan de ser los más fuertes y se convierten en las víctimas de la historia. ¿Estáis listos para enfrentaros a esta amenaza, reclutas?

Deathwatch (M. J. Basset, 2002)

Los militares: Un grupo de soldados ingleses en plena I Guerra Mundial, desmoralizados, mal alimentados y hartos de sus máscaras antigás. Entre ellos están Andy Serkis y Jamie Bell, en su primer papel importante después de Billy Elliott.

El horror: Hay monstruos grandes, monstruos enormes... Y monstruos tan gigantescos como este: una trinchera con vida propia. Las armas del satánico lugar son todos los horrores de la 'Gran Guerra', desde el gas mostaza hasta unas alambradas muy juguetonas (y puntiagudas).

El laberinto del fauno (Guillermo Del Toro, 2006)

Los militares: Recién terminada la Guerra Civil Española, dos bandos se enfrentan en un puesto de montaña. A un lado, un grupo de maquis supervivientes del ejército de la República. Al otro, el desalmado Capitán Vidal (Sergi López) y su fiel contingente de guardias civiles matarrojos.

El horror: Ivana Baquero, la pequeña hijastra del capitán, contacta con una entidad primordial (y con cuernos) que la anima a recuperar su lugar como princesa de un reino de fábula, y... ¿Cómo? Pues sí, porque en esta película, los monstruos son buenos. La mayoría, al menos.

El torreón (Michael Mann, 1983)

Los militares: Un grupo de soldados nazis, incluyendo las tropas de línea dirigidas por Jürgen Prochnow, y el muy desaforado Einsatzkommando de las SS con Gabriel Byrne a la cabeza. Ian McKellen y Scott Glenn también se asoman por ahí.

El horror: ¿Cuál es el peor engendro con el que pueden toparse las tropas del III Reich? ¿Con el Brad Pitt de Malditos bastardos? No, pero casi: con un demonio judío que habita en el torreón del título. Basada en una novela de F. Paul Wilson que acaba de reeditarse en castellano (con el título de La fortaleza), esta es la única película de su autor sin lanzamiento en dvd.

The Devil's Rock (Paul Campion, 2011)

Los militares: Luchar en la Segunda Guerra Mundial ya de por sí tenía delito. Pero que, viniendo de Nueva Zelanda como los héroes de esta película, te enviaran a un isla perdida en el Canal de la Mancha para demoler artillería nazi, rayaba lo insoportable.

El horror: Como nos enseñó el profesor Indiana Jones, a los sicarios de Hitler les molaba mucho la cosa ocultista. Y este filme aprovecha esa afición, porque sus villanos con esvástica pretenden invocar a Satán (nada menos) para garantizar el fracaso de la invasión aliada de Europa.

The Bunker (Rob Green, 2001)

Los militares: Seguimos en la II Guerra Mundial, pero el conflicto se acerca a su término y las tornas han cambiado: de conquistadores invictos, los soldados del III Reich pasan a patéticos perdedores que se esconden donde pueden. En el búnker del título, por ejemplo...

El horror: Una vez atrapados bajo tierra, como ratas, Jason Flemyng y sus compañeros de armas descubren que el bunker fue el escenario de rituales demoníacos. Algo que les llevará al límite de la cordura, y de la paranoia. ¿Se parece al argumento de El páramo? Pues sí.

R-Point (Su-chan Kong, 2004)

Los militares: Por mucho que Coppola, Oliver Stone y compañía nos insistan en lo contrario, los estadounidenses no fueron los únicos en meter cucharada durante la Guerra de Vietnam. En el conflicto, sin ir más lejos, también participó el ejército de Corea del Sur.

El horror: Para empezar, los soldados coreanos de marras son acosados por una francotiradora del Vietcong con mucha puntería. Y, para acabar de arreglarlo, resulta que el puesto de avanzada que deben proteger está consagrado a las víctimas de una antigua batalla. Y todos sabemos que los muertos tienen mal despertar...

Dog Soldiers (Neil Marshall, 2002)

Los militares: Un pelotón de soldados británicos que van de maniobras a las Tierras Altas de Escocia. Según viejas leyendas, en el lugar acechan terrores sin parangón, pero eso son cuentos para niños, seguro.

El horror: Con su habitual mala leche y soltura a la hora de combinar géneros, el director Neil Marshall (Centurión, Juego de tronos) reune a un grupo de militares armados hasta los dientes... Para, a continuación, echarles encima a una horda de hombres-lobo, paisanos de Sean Connery y con los dientes muy afilados.

Homecoming (Joe Dante, 2005)

Los militares: En este filme del director de Gremlins las tornas cambian: aquí, los soldados protagonistas son caídos de la Guerra de Irak que vuelven a sus hogares en forma de zombies. Resulta que no tienen hambre de cerebros, sino de justicia...

El horror: Con ironía muy deliberada, Dante puso como prota de esta historia a un propagandista político temeroso de que el regreso de los muertos pueda alterar el resultado de las inminentes elecciones. ¿Quién dijo que los ciudadanos putrefactos no tuviesen derecho al voto?

La reliquia del mal (Alex Turner, 2009)

Los militares: Si nos atenemos a este filme, el peor enemigo de las tropas de EE UU destinadas en Afganistán no eran los talibanes, sino el aburrimiento. Y, claro, tanto se aburren nuestros protagonistas que terminan destruyendo un antiguo ídolo preislámico para divertirse un poco...

El horror: Mal hecho, soldados: resulta que la estatua de marras servía de prisión a un djinn (demonio musulmán). Por supuesto, el bicho en cuestión hará que los personajes vayan muriendo de forma horrible según avanza el metraje.

Osombie (John Lyde, 2012)

Los militares: Volvemos a Afganistán para 'empotrarnos' con una patrulla estadounidense. La cual, en pleno desierto, recoge a una viajera según la cual Osama Bin Laden no está muerto, ni de parranda, sino que ha regresado en forma de cadáver ambulante.

El horror: Bueno, horror, lo que se dice horror... Digamos que Osombie es una producción de serie B, y a mucha honra, que bebe de fuentes tan cachondas como la Posesión infernal de Sam Raimi. No en vano, el tráiler que pedía inversores para su producción por crowfunding advertía que el filme contiene "imágenes de violencia zombie y hombres cachas sin camiseta". ¿Qué pensará de esto Kathryn Bigelow?

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