'Rogue One': 13 cosas que sabemos tras ver el tráiler

Cuando las cosas salen bien, o tienen pinta de ir a salir bien, hay que admitirlo. Y, si el primer tráiler de Rogue One. Una historia de Star Wars es un buen indicativo, esa decisión de Disney de contar con directores jóvenes y/o atrevidos para realizar spin offs de la saga galáctica es lo mejor que le ha ocurrido a ésta desde que George Lucas fichó a Harrison Ford para hacer de Han Solo. 

Reemplazando las grandes batallas épicas con una cruda historia de espionaje y contándonos la intrahistoria del primer capítulo del serial (cómo los planos de cierta estación de combate cayeron en manos rebeldes, ayudando a que Luke Skywalker se luciera con sus torpedos de protones), el director Gareth Edwards tiene todos los puntos para ofrecernos un lado de Star Wars que jamás habíamos visto hasta ahora. Por lo pronto, nuestros servicios de inteligencia galáctica se han empleado a fondo para ofreceros esta lista exhaustiva de indicios, easter eggs y posibles sorpresas de la película.

Desde que vimos a Daisy Ridley en El despertar de la Fuerza, supimos que Star Wars apuesta en su etapa actual por las heroínas cañeras y voluntariosas. Aun así, nada nos había preparado para esto: lo primero que conocemos de la nueva aventurera de la saga es... sus antecedentes penales. Según sabemos, el personaje de Felicity Jones tiene un historial bien completo, en el que figuran delitos como "falsificación de documentos imperiales, posesión de objetos robados, agresión con agravantes y resistencia a la autoridad". Nada que ver con Leia Organa, aunque a la princesa de Alderaan (sospechamos) no le importaría tomarse un copazo con ella. Y, desde luego, la persona ideal para hacer un trabajito fino de espionaje.

¿Recuerdas a esta señora con aspecto de profesora de yoga? ¿No? Salvo si eres un warsie acérrimo, eso es casi natural: la líder de la Alianza Rebelde sólo apareció durante escasos minutos en El retorno del Jedi (con el rostro de Caroline Blakiston), mientras que su intervención en La venganza de los Sith se quedó fuera del montaje final. Genevieve O'Reilly, la actriz que la interpretó entonces, vuelve a ponerse la túnica blanca para ofrecerle a Jyn Erso una, digamos, oportunidad de redención social. El lugar en el que la la político y la ladrona se ven las caras, por cierto, es la base rebelde situada en la luna de Yavin IV: un lugar que conocimos bien en la película de 1977.

Le pedimos perdón al fantasma de Obi-Wan Kenobi, pero el juego de palabras estaba cantado: a juzgar por lo mucho que se prodiga en este tráiler, el compadre de Gael García Bernal es uno de los personajes principales de la película. Otra cosa, claro, es que nos dejen claro quién o qué es: los expertos en militaria rebelde nos indican que esa insignia con dos puntos que lleva en la chaqueta indica su rango de capitán, pero también avisan de que su uniforme no es el de un piloto de la Alianza. Posiblemente se trate de un agente rebelde, destinado a controlar a la protagonista durante su misión.

Tras tanta presentación, tanta penumbra y tanta tensión, no hay nada como una buena escena de acción para subirle la adrenalina al público. Siguiendo esta regla, el avance de Rogue One nos demuestra por qué Jyn es carne de presidio espacial: prácticamente en solitario, y en un lugar que podría ser Tatooine, la ladrona le da las del pulpo a un grupo de soldados de asalto imperiales, bien usando un arma blanca, bien a tiros de blaster. La guinda es esa frase que le espeta a Mon Mothma, y que tiene visos de convertirse en emblemática: "¿Esto es una rebelión? Yo me rebelo".

En 1980, George Lucas usó este mismo truco para presentarnos a la flota de Darth Vader en El Imperio contraataca. Y, en honor al viejo maestro, admitamos que su recurso no pasa de moda: primero, le enseñas al espectador algo muy grande (un destructor imperial, por ejemplo) para, a continuación, mostrarle algo directamente inmenso, como esa Estrella de la Muerte con el cuentakilómetros a cero y, juraríamos, las fundas de la tapicería todavía puestas. Cuando Mon Mothma dice lo de "tenemos una misión para ti" y el general rebelde interpretado por Alistair Petrie entra en detalles, nos extraña que la heroína no salga corriendo. Pero, oye, es una heroína.

Luciendo galones y mirando con cara de malo, como corresponde a un oficial del Imperio, Ben Mendelsohn entra en escena. De acuerdo con fuentes warsies de todo crédito, su uniforme blanco corresponde a los servicios secretos, mientras que sus insignias indican que es un almirante. Estamos, seguramente, ante un alto cargo del contraespionaje imperial, con la misión de proteger ciertos planos. Y, según vemos en otra escena pocos segundos más adelante, no tiene reparos en mancharse la capa con barro y sangre de stormtroopers muertos.

Respecto del personaje de Forest Whitaker, se ha insinuado que podría tratarse de un mandaloriano. Es decir, de un paisano de Boba Fett y de la encantadora Sabine Wren de la serie Star Wars Rebels. Dado que dicha raza no se anda con chiquitas en lo que al combate se refiere, podemos asumir que se trata del experto en armas pesadas del equipo que Felicity Jones y Diego Luna reunen para la misión.

Esto ya es una tradición: cada nueva película o serie de Star Wars trae consigo nuevas variaciones de la armadura imperial de toda la vida, para darle más variedad a las filas de los malos y también (sospechamos) para que los coleccionistas se rasquen el bolsillo comprando las figuritas de rigor. En esta ocasión, las incorporaciones son una variación del modelo básico apodada "scarab trooper" y unos señores con corazas negras y el ominoso mote de "escuadrón de la muerte". ¿Una fuerza de élite imperial destinada a cazar espías? Podemos suponer que sí...

Apenas se le ve en un par de escenas... pero se le ve en un par de escenas, y siempre acompañado de Jyn y su socio rebelde. Así pues, podemos suponer que los héroes de Rogue One cumplirán otra acendrada tradición warsie: la de tener un compañero droide que represente a las personas artificiales en la lucha contra el Imperio. ¿Se tratará de una unidad de protocolo? ¿De otro modelo más adecuado para 'adquirir' información confidencial? Cualquiera sabe, pero a la larga lo sabremos.

Después de ver al personaje de Donnie Yen zurrarle lo suyo a las tropas del Imperio, es fácil hacerse esta pregunta. Básicamente, porque al hongkonés (que, auguramos, se convertirá en una de las figuras más memorables de la película) no parece necesitar un arma elegante de una época más civilizada: con un bastón le basta y le sobra. Cuando eres una de las mayores estrellas del cine de artes marciales, estos alardes son algo que te puedes permitir.

Los rumores sobre la aparición de Darth Vader en Rogue One son persistentes (al fin y al cabo, estamos hablando de la primera Estrella de la Muerte), así como los de la presencia de un Gran Moff Tarkin (Peter Cushing) 'resucitado' mediante CGI. Aun así, asumamos que Gareth Edwards ha esquivado esos recursos tan choriceros, y preguntémonos quién es ese personaje vestido de luto y (¡atención!) escoltado nada menos que por los guardias de élite del Emperador. ¿Hará Palpatine un cameo? ¿O estaremos ante uno de esos aprendices secretos de Lord Vader que aparecieron con cuentagotas en el difunto Universo Expandido? A nosotros se nos ocurre una posibilidad aún más inquietante. Porque, de entre todos los actores principales de la película, el que no deja ver su cara en este tráiler es un tal Mads Mikkelsen... Puestos a dar mal rollo, el danés es un especialista.

Que nos perdone la princesa Leia, pero esto es un hecho: la Alianza Rebelde ha destacado siempre por su valor, pero no por la finura de sus estrategas. Sin ir más lejos, esta escena que sirve de presentación al personaje de Wen Jiang (otra estrella china con mucho currículum marcial) nos muestra a un grupo de soldados rebeldes cargando de frente y a pecho descubierto contra la artillería de unos AT-AT. Angelitos...

Hasta ahora, y salvo excepciones, la saga galáctica ha ido escasa en ambigüedades morales: los malos son muy malos, los buenos son muy buenos y la redención está al alcance de la mano para quienes la desean. Pero, ¿y si esa última imagen de Felicity Jones con uniforme imperial nos hace pensar en justo lo contrario? Oír de fondo la voz de Forest Whitaker diciendo "Si sigues luchando, ¿en qué te convertirás?" no ayuda a quitarse la sospecha, desde luego. Está claro que el espionaje es un mundo ambiguo amoral, bien sea en nuestro planeta o en la Galaxia Muy, Muy Lejana.