¿Por qué son calvos todos los villanos de Hollywood?

Megalómanos, vengativos, retorcidos, poderosos, incluso caníbales pero sobre todo calvos. A pesar de los esfuerzos y la popularidad de estrellas sin cabello como Bruce Willis, Vin Diesel, The Rock o Patrick Stewart, el estereotipo de villano en Hollywood está relacionado con la alopecia. Sufrir de caída del pelo no sólo es uno de los grandes problemas de imagen para el sexo masculino, sino que en Hollywood además conlleva el estigma de ser malvado.

Rastrear el origen del cliché es harto complicado, pero podemos asegurar que con la cultura pop los villanos calvos se han multiplicado a la velocidad de la luz que se refleja en sus inquietantes cabezas: Lex Luthor, el gran rival de Superman; el Coronel Kurtz de Apocalypse Now; el Blofeld, archienemigo de James Bond; Voldemort, la némesis de Harry Potter; Elmer, el cazador que perseguía infructuosamente a Bugs Bunny; Hannibal Lecter interpretado por Anthony Hopkins; o uno de los más evidentes, Walter White, quien a medida que avanzaba Breaking Bad y se iba transformando en Heinsenberg también perdía escrúpulos y pelo en su cabeza… Todos ellos son el paradigma de villano y, es evidente, todos ellos sufren una severa calvicie.

Quedarse calvo sigue siendo todavía hoy un tabú en Hollywood y a la vista está que los actores sin pelo suelen acabar en roles secundarios, de tipos raros, rozando la demencia, o como el malo de la película, antihéroes marginados y marginales sólo porque la naturaleza les ha castigado sin poder lucir tupé como Tom Cruise. Curiosa manera de enfrentarse en la meca del cine al inevitable paso del tiempo y que, a todas luces, crea una imagen distorsionada para quien lucha día a día contra el otoño de sus cabellos.

No es novedad que de vez en cuando salgan voces gritando contra tanta calvicie perversa: se trata de una cuestión recurrente y las listas de ‘Los mejores villanos calvos’ inundan foros de internet de todo tipo, desde webs a plataformas como IMDb, en donde sus usuarios tienen puesta en marcha una encuesta para votar su preferido. Más aún, hace apenas un mes desde YouTube nos llegaba un vídeo en el que se han lanzado a denunciarlo con ironía y proponer un Baldest Test, a imitación del Test de Bechdel, cada vez que un personaje alopécico aparece en una película de Hollywood.

Y no les faltan razones, porque incluso hoy día el estereotipo sigue aumentado en personajes y los últimos en alimentarlo han sido el popular Gru y sus Minions (también el Dr. Nefario), los terribles War Boys, el ejército tirano Immortal Joe en Mad Max: Furia en la carretera, y el malo de Ant-Man, Darrell Cross, Yellowjacket, uno de los villanos con menos atributos que se recuerda en el ciclo de películas Marvel. No en vano tampoco tiene pelo en su cabeza.

Que el cabello es símbolo de salud y virilidad es una imagen que proviene de la noche de los tiempos, más concretamente del mito bíblico de Sansón, pero es probable que esa asociación entre maldad y calvicie esté relacionada a lo mucho que nos recuerda una cabeza rapada a un cráneo, reflejo absoluto de la guadaña, una órbita hueca que ha sido representada como memento mori a lo largo de la historia. Quizá por ello los villanos calvos aparezcan en el cine como personajes destructivos, vacíos y mortíferos. Y ni los pesonajes femeninos calvos o que acaban con su lustrosa cabellera por los suelos se libran de ello. Ya sea para reforzar su ferocidad o para castigarlas en pantalla, desde Sigourney Weaver a Natalie Portman, Charlize Theron o Bette Davies, entre muchas otras, se han dejado el pelo en el camino para hacer más creíble que sin cabello también han perdido o les están intentado quitar un atisbo de humanidad. Algo que de lo que carecen los villanos calvos de la siguiente galería.

El mundo del cómic es prolijo es villanos que sufren alopecia –Kingpin en la serie de Daredevil y Bullseye en la película del mismo superhéroe; Chrome Dome en Ant-Man; Obadiah Stane en Iron Man; Bane en El caballero oscuro: La leyenda renace; o el emperador Ming de Mongo en la película de Flash Gordon– pero si hay que escoger uno el icónico Lex Luthor, interpretado por una miríada de actores, desde Gene Hackman a Kevin Spacey o Jesse Eisenberg es nuestro favorito.

También Robert Carlyle se afeitó la cabeza para encarnar al malvado Renard en El mundo nunca es suficiente (1999), pero nadie como Telly Savalas hizo de la calva pulida el mejor atributo como archivillano de Bond. En el papel de Blofeld en Al servicio secreto de su majestad (1969), asesinó a la única esposa que James Bond ha tenido y con ello, dejó marcado al personaje para siempre.

En el terreno del cine de genero, de fantasía o el noir también los malos, monstruos que nos acechan y provocan las peores de las pesadillas, cumplen el estereotipo. Freddy Krueger, la criatura más emblemática del recién fallecido Wes Craven; John Doe, de nuevo Kevin Spacey como el psicópata que atormenta de por vida a Brad Pitt en Seven; el faraón Imhotep en La momia; o el malogrado Gollum de El señor de los anillos son algunos ejemplos. El último en fichar, Voldemort, de la saga Harry Potter.

Desde el mismísimo corazón de las tinieblas emergía un Marlon Brando pelado y demente, arquetipo del hundimiento moral y rostro de ese horror al que se refiere en su encuentro con Willard en el mítico clímax de Apocalypse Now, de Francis Ford Coppola.

Antes de descubrir el lado oscuro de la fuerza, Anakyn Skywalker era un joven lozano y con una cabellera envidiable, pero una vez abrazadas las sombras y parapetado tras ese casco negro aterrador, Darth Vader perdió sentimientos a la par que pelo. Así lo comprobamos en El retorno del jedi cuando moribundo, el padre le suplica al hijo que le quite el caso para verse el rostro antes del último expiro.