Muere Richard Kiel, el villano Tiburón de James Bond

Son incontables la de secuaces de archivillanos a los que ha despachado James Bond a lo largo de las décadas. Pero entre todos ellos, la apabullante presencia (y dentadura) de Tiburón siempre destacó por encima de los demás. Lo interpretó el actor estadounidense Richard Kiel con sus 2,17 metros de estatura, quien causó tanta impresión que logró enfrentarse al 007 de Roger Moore en dos películas de la saga: La espía que me amó (1977) y Moonraker (1979). Kiel ha fallecido a los 74 años en un hospital de Fresno (California), donde ingresó con una pierna rota tras una caída de caballo. Desde 1992 tenía problemas de equilibrio y debía usar un bastón a consecuencia de un accidente automovilístico.

El físico llamativo y la impresionante altura de Kiel a causa de la acromegalia —producción excesiva de la hormona del crecimiento— marcaron el tipo de papeles que formaron su carrera cinematográfica. Empezó en los años 60 con apariciones en series de televisión como Dimensión desconocida —el mítico episodio To Serve Man, donde interpreta a uno de los alienígenas telépatas—, Lassie, El agente de CIPOL, Jim West o Starsky y Hutch. Fue en Costa Bárbara donde lo descubrieron los productores de Bond y decidieron que sería ideal para interpretar a Tiburón. El icónico villano con fuerza descomunal y dentadura de acero le brindó multitud de oportunidades publicitarias e incluso lo retomó en videojuegos oficiales de la saga y participó en parodias del arquetipo, como la hongkonesa 007 - Nuestro hombre de Bond Street (1984) de Tsui Hark o la película de Inspector Gadget (1999).

Las últimas apariciones memorables de Kiel fueron enfrentándose a Clint Eastwood con un mazo en El jinete pálido (1985) y junto a Adam Sandler en Terminagolf (1996). Por último, puso voz al guerrero Vlad en Enredados (2010), de Disney.