Muere el cineasta iraní Abbas Kiarostami

"El cine empieza con D.W. Griffith y acaba con Abbas Kiarostami", dijo en una ocasión Jean-Luc Godard resaltando la importancia de la obra del cineasta iraní más influyente de las últimas décadas del siglo XX. Abbas Kiarostami, autor de películas como ¿Dónde está la casa de mi amigo? (1987), A través de los olivos (1994) o El sabor de las cerezas (1997) ha fallecido en París a los 76 años a causa del cáncer que padecía.

Kiarostami, que ganó en 1997 la Palma de Oro de Cannes por su película El sabor de las cerezas, y el Gran Premio del Jurado en Venecia por El viento nos llevará (1999) es uno de los referentes del cine de autor y concretamente una de las figuras más importantes de la nueva ola iraní, una corriente de directores que se encargaron de plasmar a la sociedad y la cultura de su país mediante una serie de películas muy políticas y a la vez muy filosóficas.

Pero antes de llegar a su estatus de autor internacional, Kiarostami grabó decenas de anuncios para la televisión local. Su origen humilde, nació en Teherán en 1940, no le impidió estudiar arte en la universidad. Y toda su vida ha estado regida por cambios políticos, permaneció en Irán tras la revolución de 1979 pero tuvo que rodar en el exilio tras la llegada de Mahmud Ahmadineyad. Sus últimas películas le llevaron a la Toscana (Copia certificada, 2010) y Japón (Like Someone in Love, 2012).

Sin duda, perdemos a uno de los directores que mejor sabía construir metáforas políticas en sus películas; como la contundente Shirin (2008), compuesta por primeros planos de mujeres que ven una película. El interés de Kiarostami por la filmación de la infancia, las fluctuaciones del azar y la resolución humana frente a la muerte o la difuminación entre el registro documental y el surgimiento de la ficción le confirman como uno de los mayores creadores cinematográficos de la historia y referencia ineludible.