Muere Carrie Fisher a los 60 años

Carrie Fisher ha fallecido tras complicaciones en el paro cardiaco que sufrió el viernes pasado en un vuelo de avión de Londres a Los Ángeles, según ha informado el portavoz de la familia a The Hollywood Reporter. Tras llevar tres días hospitalizada, la actriz y guionista conocida por su icónica actuación en la saga Star Wars en el papel de la princesa Leia ha muerto a los 60 años.

"Con gran tristeza, Billie Lourd ha confirmado que su querida madre Carrie Fisher ha fallecido esta mañana las 8:55 horas. Fue muy querida por el mundo entero y la echaremos mucho de menos", se puede leer en el comunicado.

Fisher fue ingresada en el centro médico de la Universidad de California en Los Ángeles en cuanto aterrizó. El infarto le llegó en pleno vuelo de vuelta desde Londres, a donde la actriz había acudido para promocionar su libro autobiográfico The Princess Diarist. Pese a la atención que recibió a bordo del avión, Fisher ya ingresó en el centro médico en estado crítico y tuvo que se trasladada a la unidad de cuidados intensivos.

Conocida en el mundo entero como Leia Organa, lo cierto es que Carrie Fisher también pertenecía a una dinastía muy importante en la vida real: hija del cantante Eddie Fisher y la actriz Debbie Reynolds, su inclinación hacia la creación artística y la interpretación estaba clara. Aunque su debut cinematográfico fue a las órdenes de Hal Ashby en Shampoo (1975), la fama le vino con su segundo trabajo cuando Georges Lucas le dio el papel femenino protagonista en Star Wars (1977).

Icono absoluto de la saga, Leia reapareció en las secuelas El Imperio contraataca (1980), El retorno del Jedi (1983) y, décadas después, en El despertar de la Fuerza (2015). Pese a ser, sin ninguna duda, su papel más conocido y celebrado, ni por asomo es la única interpretación digna de mención de Fisher.> 25 fotos para enamorarse de Leia

Aunque es inevitable pensar que Hollywood nunca llegó a aprovechar del todo su faceta de actriz una vez que el personaje de Leia se convirtió en un fenómeno universal, Fisher no dejó de intentar diversificar su carrera con especial inclinación hacia la comedia. Recuerda intervenciones en Granujas a todo ritmo (1980), El hombre con un zapato rojo (1985), Amazonas en la Luna (1987), No matarás... al vecino (1989), Cuando Harry encontró a Sally (1989) o Hay un muerto en mi cama (1990). Su colaboración con Woody Allen en Hannah y sus hermanas (1986) sigue siendo una de las cumbres de ambas carreras.

Hacer un repaso de la impronta de Carrie Fisher en Hollywood no puede limitarse sólo a su trabajo interpretativo. Además de las aportaciones de la actriz a los diálogos de Leia en Star Wars, especialmente en El retorno del Jedi, su faceta de guionista en la sombra fue fundamental durante los años 90. De hecho, no dejó de añadir estupendos matices a la relación entre Leia y Han Solo hasta este mismo año.

Carrie Fisher fue una de las script doctor más eficaces de la década, aportando sus correcciones y remates a películas como Hook (1991), Sister Act: Una monja de cuidado (1992), Arma letal 3 (1992), El último gran héroe (1993) o Río salvaje (1994), entre otras, después de que Steven Spielberg le pidiera afilar los diálogos de Campanilla. ¿Por qué después de esos años no se prodigó más en dicha faceta? Sencillo: como protesta contra las condiciones laborales de los estudios.

Guiones malpagados y sin firmar no fueron lo único que escribió. En 1990, Mike Nichols dirigió Postales desde el filo, adaptación del libro semiautobiográfico de Fisher donde la actriz abordaba con acidez sus pasados problemas de adicción a las drogas. Nunca faltaron la ironía ni la autocrítica en la fuerte personalidad de una creadora despierta y audaz. De nuevo volvió sobre los aspectos más oscuros de su vida en el especial televisivo Wishful Drinking (Bendito alcoholismo), que le brindó su segunda nominación a los Emmy.> Mark Hamill, Harrison Ford, George Lucas y el resto de Hollywood lloran la muerte de Carrie Fisher