Los 'mejores' carteles del cine 'S' (I): Producto nacional

El Caudillo ya no estaba y los videoclubes no habían llegado aún, mientras que al cine pornográfico aún le quedaba cinco años para ser legalizado en nuestra geografía. Decididamente, el panorama de 1976 era de lo más árido para los ojos del español medio con hormonas en el cuerpo y ganas de presenciar refocile en la pantalla. De modo que, recurriendo a ese arte tan nacional de la componenda, el gobierno de Adolfo Suárez se sacó de la manga la clasificación 'S', una etiqueta que vedaba a los menores de 18 años aquellos filmes considerados demasiado 'fuertes' para el público debido a su extrema violencia... O a lo que realmente le interesaba a casi todo el mundo: el sexo.

Si bien esta categoría sui generis permitió el estreno en España de grandes películas (Saló o los 120 días de Sodoma, Deliverance e incluso la propia Mad Max) y amparó a títulos patrios que habían sufrido roces con la justicia (El crimen de Cuenca), lo cierto es que también impulsó una cinematografía de rasgos muy concretos: filmes centrados en la exhibición de anatomía femenina, con presupuestos tendentes a cero, rodados (o eso parecía) durante escapadas de fin de semana a Torrevieja o Gandía, y cuyas actrices protagonistas (Andrea Albani, Nadiuska, Ágata Lys) formaron un peculiar e intransferible star system. Si la calidad técnica de las películas 'S' andaba por debajo de cero, ¿cómo serían sus carteles? Pues aquí te ofrecemos una completa selección, formada por esas obras cumbres de las artes gráficas que sirvieron como propaganda de Ya no soy virgen... ¡Y olé!, La frígida y la viciosa, El fontanero, su mujer y otras cosas de meter y otros clásicos de la época. Anticipando las probables protestas, avisamos de que no hemos encontrado por ninguna parte el póster de Desembraga a fondo: en cuanto nos hayamos hecho con él os avisaremos.

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