Las películas de X-Men, de la peor a la mejor

Han pasado 16 años desde que se estrenara X-Men, la primera película sobre el universo de La Patrulla X, ahora con unas cuantas películas después, entre títulos de la saga, reboots y spin-off, Bryan Singer ha cerrado la trama mutante de los 80, la que abrió Matthew Vaughn con X-Men: Primera generación, con una cinta de acción sobre el fin del mundo donde el primer y más poderoso mutante de la historia, Apocalipsis, pretende alterar el orden mundial para darle el poder a los mutantes.

Nosotros ya la hemos criticado y analizado y no nos parece que este último título esté entre los mejores de la saga, tampoco entre los peores… Total, que para aclarar nuestras ideas hemos tenido que hacer un ranking de todas las películas mutantes. Y no, no valen ni spin-off porque si no Deadpool tendría muy fácil acabar en el primer puesto.

No sólo es la peor película de la saga mutante, sino una de las peores películas de superhéroes de la historia. Por algo la llamaron la matafranquicias durante un tiempo. Brett Ratner (Hora punta) cogió el relevo de Bryan Singer, que se fue a rodar Superman Returns (en qué hora) y estropeó el final de una saga que hasta el momento había resultado bastante digna.

Lo mejor: Vale, sí, es entretenida. Más o menos.

Lo peor: ¿Por dónde empezar? Falta de emoción, detalles argumentales incongruentes con la saga (como eso de que algunos mutantes consideren sus poderes como enfermedades), los personajes nuevos carecían de carisma, los viejos eran maltratados, es tan desastrosa con respecto a la mitología fundada por Singer que muchas de sus escenas han de ser obviadas para que la saga tenga una lógica temporal.

La película fundacional. Las películas de superhéroes estaban de capa caída (nunca mejor dicho). Joel Schumacher acababa de destrozar la franquicia de Batman para DC y con Marvel nadie se había atrevido aún (lo de Albert Pyun y Mark A.Z. Dippé no cuenta). Entonces un Bryan Singer en ascenso convenció a Richard Donner para que le apadrinara en esta aventura. X-Men es una película con un presupuesto humilde, que sin embargo, sirvió para fundar un género que hoy domina la industria. Al Cesar, lo que es del Cesar.

Lo mejor: La transformación de los mutantes llenos de colorido en algo más adulto, más oscuro inspirado en la estética de Matrix. El espíritu desenfadado. El sentido del humor y sí, el Lobezno de Hugh Jackman… Había nacido una estrella.

Lo peor: Es una película con una trama algo limitada. Es convencional y el tiempo lo ha hace justicia.

La última película. Brian Synger cierra las tramas que se abrieron con X-Men y para ello utiliza a un mutante invencible. Todos contra uno. La película le sale descompensada, claro. Muchos mutantes, muchos personajes y muchos síntomas de agotamiento. Espectáculo al servicio de poca historia. Pero, ojo, sigue siendo rabiosamente entretenida.

Lo mejor: Los jovencitos Jean Gray, Cyclope y Rondador Nocturno hacen un grupo estupendo. Su trama es la mejor de la película y si piensan seguir con la saga, lo mejor será que sigan por ahí.

Lo peor: Su condescendencia con el público. Ofrece más de lo mismo pero peor. El villano, por muy poderoso que sea y por muy gran actor que sea Oscar Isaac, no impone.

Después de que Matthew Vaughn resucitara la saga con X-Men: Primera generación, el padre de la criatura volvió para sentarse en la silla de director. Bryan Singer preparó para los fans un espectáculo impredecible y apoteósico en el que había viajes en el tiempo y en el que mezclaba el casting de las primeras películas (Patrick Stewart, Ian McKellen) con los nuevos y jóvenes mutantes (James McAvoy y Michael Fassbender). Y el Lobezno de  Hugh Jackman funcionando como bisagra entre las dos épocas.

Lo mejor: Las estimulantes tramas que se repetían como el eco en las dos épocas. Escenas de acción espectacular y momentos de tensión trepidante. Y como no, la primera aparición de Mercurio a cámara lenta.

Lo peor: Que Brian Synger se lió un poco con los viajes en el tiempo y dejó alguna que otra paradoja insostenible. Además de un villano, el de Peter Dinklage, demasiado flojo para un actor tan inmenso.

Bryan Singer tardó tres años en dar una segunda parte a su exitosa X-Men. El director se atrevió a dotar esta película de subtexto político. X-Men 2 habla de la diversidad (la que falta en Hollywood), de la identidad, del racismo y de los prejuicios sociales. Singer lo hace de manera tan sutil que sus mensajes nos llegan casi sin querer, mientras nos lo estamos pasando en grande con nuestros mutantes favoritos luchando contra un genial Brian Cox en el papel de William Stryker.

Lo mejor: La incorporación de Rondador Nocturno, la madurez de la propuesta y la manera en la que el director profundiza en la historia de alguno de sus personajes. La parte en la que se esboza el misterioso pasado de Lobezno es grandiosa.

Lo peor: Casi nada. Es una película de superhéroes prácticamente perfecta. Lo único que le falla es la falta de ambición de su director y algún que otro giro dramático poco calculado.

La decisión final había supuesto un buen bajón para todos los fans de la saga. Remontar parecía imposible. Pero entonces llegó Matthew Vaughn (Kick-Ass) y puso en marcha este reboot de la Patrulla-X colocando a los personajes en plena adolescencia. Había más humor y al mismo tiempo se trataban temas serios. El estudio que Vaugh hizo a los personajes de Xavier y Magneto ha servido como pilar argumental hasta ahora.

Lo mejor: Digamos que Primera generación es la película más de autor de esta saga. Que Vaughn la ambientara en la Crisis de los misiles es todo un acierto. El malo interpretado por Kevin Bacon es sublime.

Lo peor: Que Vaughn no se animara a seguir con la obra.