Si algún director español, en una muestra de arrojo (o inconsciencia) decidiera rodar un remake de ...Y, al tercer año, resucitó (1980), la comedia ultraderechista de Rafael Gil y Fernando Vizcaíno Casas sobre un Francisco Franco que regresa de entre los muertos, ¿te imaginas la que podría armarse? Pues eso no es nada si lo comparamos con Er ist weider da, un filme muy jocoso que se ha llevado de calle al público alemán, llevándose una taquilla acumulada de 14,8 millones de euros desde su estreno en el país teutón el 15 de octubre. Decimos esto porque la película del muy transgresor David Wnendt, director también de la muy escatológica Wetlands, es un filme de risa... cuyo protagonista es un Adolf Hitler resucitado y enfrentado a la modernidad de la Alemania de 2015.
Basada en Ha vuelto, el best seller de Timur Vermes, y protagonizada por Oliver Masucci como un führer de lo más chillón (ríete tú de las espantadas de Bruno Ganz en El hundimiento), Er ist weider da es una película que parece diseñada a medida para tocarle las narices al país de Angela Merkel y Kraftwerk. No sólo porque mostrar simbología nacionalsocialista siga siendo ilegal en Alemania, sino también porque esta resurrección de Hitler apunta a miedos muy presentes más allá del Valle del Mosela: además de engancharse a internet para buscar "dominación mundial" en Google y Wikipedia, y de triunfar en TV haciéndose pasar por imitador de Hitler (¿un guiño al "Hail yo mismo" de Ser o no ser) el Adolf redivivo al que interpreta Masucci sale a la calle para charlar con auténticos alemanes, al estilo Sacha Baron Cohen, charlando como si tal cosa con neonazis y otras alimañas. Y, no contento con esto, David Wnent utiliza en su película metraje de auténticas manifestaciones contra la inmigración en las calles de Berlín. Lo que se dice poner el dedo en la llaga.
Entrevistado por The Guardian (vía Dangerous Minds), Oliver Masucci cuenta cómo presentarse en público con gorra de plato y bigotillo le hacía verse rodeado por una multitud que no quería afearle el gesto o agredirle, sino pedirle un autógrafo o incluso darle un beso. "Los alemanes deberían ser capaces de reírse de Hitler, porque verle como un monstruo le eximiría de sus responsabilidades por todo lo que hizo", afirma el actor. "Pero debería ser una risa de la que se te atraviesa en la garganta". Por lo pronto, podemos decir que Er ist weider da tiene una pinta estupenda, y que nos encantaría verla en España. Y también que, si alguien toma ejemplo de ella y nos presenta a algún intérprete de aquí (¿Carlos Areces, por ejemplo?) saliendo a la calle para decir lo de "¡Españoles todos!" con voz de pito, también nos encantaría verlo.
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