Hacer películas es la solución al paro

20 jóvenes sin trabajo han producido una comedia titulada 'Historia Románticas (un poco) cabronas'
Hacer películas es la solución al paro
Hacer películas es la solución al paro
Hacer películas es la solución al paro

Hay una generación en España a la que denominan la generación perdida. Se refiere a los jóvenes de entre 16 y 29, 30 o 30 y pico  que están en paro a pesar de estar sobradamente preparados, muchos de ellos con estudios universitarios, algún máster o algún curso. A los estudiantes de cine también les pasa. Y a los actores, técnicos, directores y guionistas. Y también a quién no tiene ningún estudio pero sí tiene un oficio. Desde CINEMANÍA no podemos hacer mucho por solucionar este grave problema, ¿o sí? Quizá tirando de lo nuestro, de lo que más nos gusta, de esto de hacer cine... ¿Y si hacer una película fuera la solución para dejar de engrosar las listas del INEM?

No, no ha sido idea nuestra. 20 jóvenes en paro han producido su primer largometraje de forma independiente. Es una comedia, se titula Historia Románticas (un poco) cabronas y ya está en fase de postproducción. Y todo con una inversión mínima de 500 euros gastados en gasolina, vestuario y maquillaje. Una ganga comparada con el presupuesto de cualquier producción. De esta forma te libras de hacer cualquier locura para financiar tu película.

Al habla con Álex Ygoa, guionista y director del proyecto, queda al descubierto que el camino no ha sido fácil pero sí muy gratificante, divertido y esperanzador para el futuro laboral de todos los implicados. De la conversación se pueden extraer cuáles son las claves para hacer una película con tus propios medios y triunfar.

Ya que te pones, haz un largo

Rodando

Lo convencional para cualquier joven cineasta es hacer primero un corto, o muchos. A veces sin medios, a veces invirtiendo la vida entera. Álex Ygoa decidió que lo mejor era aspirar a algo más grande: “Ya que tenemos que hacer el esfuerzo, vamos a por el largometraje”. Una decisión que a priori puede parecer una auténtica locura, un salto al vacío…

Hay cortometrajes que pueden llevarte al estrellato, claro, pero no todos somos Nacho Vigalondo y no todos los cortos son nominados al Oscar como su 7:35 de la mañana. Sin embargo hacer un largo te da la posibilidad de moverlo por festivales con más presencia en medios e incluso poder distribuirlo por las salas de cine. Y si encima tienes una buena película entre manos es hasta probable que te lleves premios.

Tener un millón de amigos

friends

Requisito imprescindible. Si te has pasado los últimos años de tu vida encerrado en casa viendo películas igual que Robbie Robertson y Martin Scorsese, es momento de salir y conocer gente. Haz muchos amigos, gente en la que puedas confiar para que entren en tu proyecto. Eso sí, has de tener una idea muy sólida de lo que quieres hacer, la gente no se compromete tan fácilmente.

“Nostros teníamos un proyecto ambicioso, algo muy sólido”, nos cuenta Ygoa. En total han sido 50 personas las que han participado de una forma u otra en Historia Románticas (un poco) cabronas. De esas 50, 32 son actores. “Durante el rodaje la gente ha estado muy comprometida, muy profesional, todos sabían lo que venían a hacer, cuál era su función”, dice orgulloso.

Hazles reír

Kristen Wiig

No se podía escoger cualquier género para hacer una ópera prima de estas características. ¿Un thriller? Los tiroteos salen demasiado caros. ¿Ciencia ficción? No nos quedan naves espaciales ni sables láser. ¿Un drama de época? El vestuario es demasiado complicado. Total, que una comedia es la mejor opción, porque es lo más barato y porque el público objetivo es más amplio que en cualquier género.

“Lo cierto es que yo ya tenía el guión de esta comedia escrito antes de comenzar con el proyecto, pero evidentemente una comedia hace que te compliques menos la vida”. En España las comedias funcionan siempre bastante bien, y si no que se lo digan a la troupe de Ocho apellidos catalanes.

Historias conectadas

Historias de Nueva York

Sí, a todos nos gusta la comedia sofisticada, Historias de Filadelfia o La fiera de mi niña, pero aún no somos Howard Hawks. Así que hazte un favor y tira por el camino más fácil. Y aunque te parezca mentira el camino más fácil es el de películas como Paris, Je t’aime. Filmes divididos en historias con un vínculo (mínimo aunque sea). Son más fáciles de rodar y no tienes que romperte los cuernos para mantener el ritmo de la trama durante todo el metraje.

“Es más fácil porque no tienes que tener a los actores pillados durante muchos días. Ensayas un día y ruedas el siguiente. Y para la siguiente escena ya son otros acores distintos”, y así rodaron esta comedia de historias conectadas. “Todas las historias tienen que ver con el amor pero desde el punto de vista más feo. Hay una sobre el lado tenebroso de vivir en pareja o sobre ese momento en el que tienes una cita y no te apetece nada”.

En casa como en ningún sitio

Rodaje1

Al menos intentar que la mayoría de los escenarios de interior se puedan salvar con las casas de algunos miembros del equipo. Te va a ahorrar costes de alquiler, y como tú eres el dueño, tú te lo guisas y tú te lo comes. Puedes cambiar muebles de sitio a tu gusto y redecorar. Incluso dar una mano de pintura si hace falta, que para eso estás en tu casa.

“En el rodaje disponíamos de cuatro casas distintas”, cuenta Álex, pero no es el primero en hacerlo. Rodrigo Sorogoyen utilizó también su casa para rodar Stockholm con Javier Pereira y Aura Garrido. Eso sí, la pega de rodar varios días seguidos en tu propia casa es que te tienes que ir a dormir a la de algún familiar o amigo si no quieres romper el racord.

Y si ruedas fuera, toca negociar

Godfather

Si tu historia necesita rodarse en un bar, un museo, una tienda tienes que saber negociar. Porque no creo que tengas dinero suficiente para pagar el alquiler del local y mucho menos dispones de un estudio para montar un decorado entero y realista. Así que ponte a llamar a los locales que te interesen y comienza a negociar. Tendrás que sacar el comercial que llevas dentro, echa un vistazo a El Lobo de Wall Street para motivarte.

El secreto de Álex, además del trabajo duro (contactaron con 50 bares para poder rodar en cinco) es el siguiente: “Tienes que ofrecerles algo a cambio, como que sacarás la fachada, el nombre del establecimiento, que lo moverás por redes sociales, que les pondrás en los agradecimientos”. Y con un poco de empatía extra, los tienes en el bote. Eso sí, ni se te ocurra romper ni un vaso.

No pagues por el material

Cámara

Esto no quiere decir que lo robes, ojo. Simplemente te avisamos de que siempre hay otra alternativa y muy mal se te tiene que dar o muy mal relacionado tienes que estar (si es así repasa el consejo número 2) para no tener el material técnico gratis. Hay escuelas de cine y universidades que lo ceden si eres o has sido alumno. Si no es el caso, acude a tu amigo el que trabaja en una productora (todo el mundo tiene un amigo que trabaja en una productora). Igual tienes que pedir algún favor que luego tendrás que devolver, pero has visto El Padrino muchas veces y sabes desenvolverte bien en estas situaciones.

“La mayoría de las cámaras las teníamos ya nosotros pero el resto de material no los cedió el Instituto Puerta Bonita”, nos cuenta Álex. ¿Y el montaje? “El montador de la película trabaja como montador en una productora, le preguntó a su jefe y nos dejaron montar allí”.

Da de comer a tu equipo

Brad Pitt

Cuando le preguntamos a Álex sobre cómo se consigue movilizar a 50 personas para dejarse los cuernos, gratis, por un proyecto como este la respuesta es tan directa y sencilla que nos entra la risa floja: “Comida, que haya catering. No sabes lo incómodo que es ir a un rodaje y que no haya nada para comer. He estado en situaciones así y la gente se desmotiva muchísimo”. Si hay comida, la moral está alta y el rodaje sigue su curso. Así de simple.

Y por fin, el resultado

cast poster

Si sigues estos pasos al pie de la letra tendrás entre manos un proyecto capaz de lanzar tu carrera, de darte a conocer en el mundo del cine. Pero lo más importante es que tendrás una película, tu película. Álex habla orgulloso de su proyecto, a punto de terminar con la postproducción: “Es una película comercial, una comedia hecha por gente que no llega a los treinta”. Le preguntamos si cree que funcionara y contesta muy seguro: “Funcionará porque tiene ritmo”.

Historias románticas (un poco) cabronas es la primera película en su especie, ha habido casos parecidos como Justi & Cia, o Stockholm pero ninguna con un presupuesto tan bajo y un equipo tan numeroso.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento