¡Haced sitio en la cama!: los tríos sexuales más calientes del cine

Animados por el desmelene y buen roll, hemos seleccionado 10 ejemplos selectos de lo que Stereo Total llamaban delicadamente L'amour á trois en su hit de 2001: esas escenas de sexo en las que participa una persona más de la que suele ser usual. Aquí todo vale, y si te confundes, recuerda las palabras del escritor Terry Pratchett: "En caso de duda, cuenta las piernas y divide por dos".

Los vértices: Vanessa Hudgens, James Franco y Ashley Benson.

Geometría: Gangsta y primaveral. Pues eso, en unas vacaciones de primavera dos chicas Disney van a pasárselo en grande en la playa y acaban haciendo una orgía de armas, drogas, dinero y sexo con el Joker de turno.

Los vértices: Kristen Stewart, Garrett Hedlund y Sam Riley.

Geometría: Literaria y de carretera. Los tres actores eran los tres pilares de esta adaptación del clásico de Kerouac. Una musa y dos animales hambrientos, uno de vida y otro de literatura.

Los vértices: Charlotte Gainsbourgo y dos actores desconocidos.

Geometría: Profunda y filosófica. Lars von Trier haciendo de las suyas en el plano sexual con un cuento a las mil y una noches tan procaz como (en el fondo) reprimido.

Los vértices: Taylor Kitsch, Blake Lively y Aaron Taylor -Johnson.

Geometría: Criminal y californiana. En esta adaptación de Don Winslow realizada por Oliver Stone hay mucho crimen, muchas drogas y también mucho sexo entre tres seres tan rubios, tan bellos como uno se imagina a los ángeles si son de California.

Vaya, este Tom Tykwer, qué cachondo se nos está poniendo con la edad... Si el director alemán comenzó su carrera con un filme de título tan pronto a juegos de palabras (fáciles) como Corre, Lola, corre, mostrándonos las curvas a la carrera de Franka Potente, y después pasó a terrenos más libidinosos con El perfume, ahora nos ofrece Three, película que, como su nombre indica trata... De un trío. O, mejor dicho, de una pareja de la burguesía alemana cuyos miembros cometen, sin saberlo, adulterio con el mismo hombre.

Los vértices: Matt Dillon, Denise Richards y Neve Campbell.

Geometría: Noir y calentorra. Como no puede ser de otra manera cuando se juntan un profe con pocos escrúpulos y dos estudiantes muy sibilinas con planes de venganza. Hay que ver este John McNaughton, cómo se puso después de Henry y La chica del gángster...

Los vértices: Daryl Hannah, Peter Gallagher y Valérie Quennesen.

Geometría: Mediterránea y veraniega. Cuando el matrimonio de Gallagher y la Hannah pierde el oremus al sol de las islas griegas, no se lo piensan dos veces a la hora de invitar a la arqueóloga Quennesen a su piltra. Para que luego digan que los 80 eran una década puritana.

Los vértices: Robert De Niro, Stefania Cassini y Gérard Depardieu

Geometría: Prostibularia y accidentada. Superando las barreras de clase, el terrateniente De Niro y el campesino Depardieu se van de pilinguis, optando por dejarse hacer (manualmente) por una profesional del amor. La cosa termina con un ataque epiléptico, pero al menos Bernardo Bertolucci nos permite comprobar que ambos actores calzan bien de abajo.

Los vértices: Gael García Bernal, Diego Luna y Maribel Verdú.

Geometría: Espontánea y vacacional. Los amigos protagonistas, seducidos por las vivarachas maneras de esa chica española tan simpática, acabarán compartiéndola a ella... Y compartiéndose entre ellos. Ojo: después de este momento, todo son lágrimas.

Los vértices: Louis Garrel, Eva Green y Michael Pitt.

Geometría: Parisina y revolutionnaire. Claro que, ante tanto libre pensamiento, tanta libertad de costumbres y tanta desnudez provocativa, cualquiera haría como Michael Pitt, involucrándose hasta las últimas consecuencias en un incesto pre-mayo del 68. Tras tanto budismo, Bertolucci se acuerda de golpe de que él también dirigió Novecento.

Los vértices: Mario Casas, Elena De Frutos y Yon González.

Geometría: Fiestera y trágica. Porque, en este filme emblemático del New Choni Cinema, el pobre Mario Casas arde de amor no correspondido por su amigo González, y cuando una atrevida moza les propone un amor a tres, se dice "esta es la mía"... Para llevarse un enorme chasco acto seguido.

Los vértices: Penélope Cruz, Javier Bardem y Scarlett Johansson.

Geometría: Cosmopolita y civilizada. En lugar de tomarse a la vez, como salvajes, tanto los dos elementos ibéricos como la pelirroja turista optan por llevar el menage con calma y por turnos, enrrollándose de dos en dos. Woody Allen se desmelenó en su aventura ibérica, pero no lo suficiente como para meterse en orgías.

Los vértices: Lindsay Lohan, Danny Trejo y Alicia Marek.

Geometría: Fronteriza y delincuente. Porque, ¿hay algo más outsider que liarte con Lindsay Lohan? El fugitivo latino Danny Trejo sabe que sí: liarte con la Lohan y con su madre (en la ficción) en una piscina, mientras suena una caliente cumbia. Lástima que, como descubrimos más tarde, en la escena había truco.

Los vértices: Stephen Baldwin, Lara Flynn Boyle y Josh Charles.

Geometría: Universitaria y sin complejos. Alex (que es una chica) está enamorada de Eddy. Y Eddy está enamorado de Stuart. ¿Cuál es la solución? Pues compartir cama y cuerpos en una escena que (¡ay!) traerá consecuencias bastante indeseables. ¿Alguien dijo "embarazo"?

Los vértices: Ben Stiller, Christine Taylor y Owen Wilson.

Geometría: Fashionista y orgiástica. Porque, cuando de desinhibirse toca, modelos como Derek Zoolander y Hansel no tiene rival, y así lo descubre descubre la periodista de moda que se liga el primero. En esta memorable escena, vemos actos de todo tipo (algunos de ellos, de hecho, preferiríamos no haberlos visto jamás), pero estamos de acuerdo en que "No sabía que la quería hasta que la ví empalada entre el indígena maorí y los enanos finlandeses" es una frase para llevársela a la tumba.