Exudando romanticismo por todos sus poros, La bella y la bestia siempre ha sido una de las películas Disney más aptas para inspirar arrumacos y miradas tiernas entre aquellos y aquellas que, tras verla de pequeñitos, la ven con otros ojos ahora que han pasado los años, las pubertades y los anuncios de remake en acción real. Uno de ellos, sin ir más lejos, es Joel Lynch: este estudiante de Iowa buscaba una forma realmente especial de pedirle a su chica (Cara Szymanski) que se casase con él... y acabó encontrándola en la película de 1991.
No se trata sólo de que Joel se llevase a Cara a la biblioteca de su facultad (un lugar que, seguramente, a Bella le hubiese encantado), ni tampoco de que le pusiera en el anular un pedrusco de quilates considerables. Se trata, además, de que el chico había cosido para ella una réplica de ese vestido amarillo lucido por la Bella de animación (y por la de Emma Watson) en la célebre escena del baile. Llevar la misión a buen puerto costó 14 horas diarias de trabajo, pero, como puedes ver en las fotos, acabó valiendo la pena.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios