Delicias y terrores: El Bosco en el cine

En el V centenario de la muerte del artista, se inaugura en el Museo del Prado la gran exposición sobre su obra. Te contamos cómo su visión pictórica ha llegado a la pantalla.
Delicias y terrores: El Bosco en el cine
Delicias y terrores: El Bosco en el cine
Delicias y terrores: El Bosco en el cine

El mundo al revés, el infierno como un carrusel de pesadillas, el cielo como un edén de formas imposibles: así es el mundo pintado por Hieronymus Bosch, El Bosco, el pintor flamenco que mejor describió las visiones religiosas de los últimos años de la Edad Media que ahora, en el quinto centenario de su muerte, es objeto en el Museo del Prado de Madrid de la más amplia retrospectiva de su legado.

En el Año Bosco y a las puertas de que llegue a las salas El Bosco, el jardín de los sueños, realizado por Juan José Linares, en CINEMANÍA hemos rastreado las huellas y la influencia del artista en las películas de algunos de los creadores más iconoclastas de la historia del cine. Y esto es lo que hemos encontrado.

Los cuentos de Canterbury (1972), de Pier Paolo Pasolini

Sexo, vida, muerte, placer y pecado se congregan en la conocida como Trilogía de la vida de Pier Paolo Pasolini, un tríptico en el que el genial italiano recreó tres obras maestras de la literatura universal: el Decamerón, de Boccacio, Los cuentos de Canterbury, de Geoffrey Chaucer, y Las mil y una noches. Y para adentrarse en las lujurias que proponían los  cuentos que recitaban los peregrinos en su camino a la catedral de Canterbury, Pasolini, ayudado de su exquisita mirada estética y la cámara de Tonino Delli Colli, hizo uso de la imaginería de El Bosco para relatar, en concreto, el final del compendio: en El fraile que sueña con un ángel que lo lleva al infierno no cuesta reconocer los retorcidos detalles de los cuadros del artista en los paisajes del Hades donde recala el atrevido monje.

La guerra de las galaxias (1977), de George Lucas

animal montado boscoanimal montado star wars
estrella muerte boscoestrella muerte star wars

Aunque no es una influencia confesa, para fans y estudiosos no cabe ya hoy duda de que George Lucas debió apropiarse de muchas de las ideas formales y estéticas de El Bosco para imaginar el alucinante bestiario que aparece de la primera a la sexta de las entregas, Jabba el Hutt a Jar Jar Binks, firmadas por el estadounidense. ¿El parecido razonable más curioso del catálogo de creaciones compartidas por Bosch y Lucas? Hay quien asegura que el rostro arrugado y siniestro del emperador Palpatine está calcado del único retrato del artista flamenco que existe (y que se considera fidedigno).

La festa dels bojos (1979), de Lluís Racionero

Interpretada por Els Joglars, rodada en Rupit, Barcelona, Empúries, La festa dels bojos ganó el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes y fue la última película en la que apareció Albert Boadella antes de que el consejo de guerra al que sometieron al cómico y a sus compañeros por la obra La Torna le condenara a prisión. El director de ese cortometraje, Luis Racionero, explicaba a La Vanguardia en una pieza de junio de 1979, que “uní las pinturas del Bosco y unas fiestas de la Edad Media, introduciendo escenas que nos vinculan al momento actual”. Y así es, el corto no sitúa en esa fiesta de los locos que se celebra un día al año durante la Edad Media y en la que, durante 24 horas, los valores establecidos se subvertían en una fiesta carnavalesca que, cómo no, tomaba la obra de Bosch como puntal ético y estético.

Más allá de los sueños (1998), de Vincent Ward

Mas alla de los sueños

Para llevar a la gran pantalla la novela de Richard Matheson, Vincent Ward se apoyó en Dante y en El Bosco con el fin de recrear el ultramundo en el que Chris (Robin Williams) va en busca Annie Nielsen (Anabella Sciorra), cuando se entera de que su mujer se ha suicidado al no soportar al súbita muerte de hijos y esposo en sendos accidentes de tráfico. En la escena en la que Annie está escribiendo en su diario sus planes de suicidio, encima de la cama, vemos sobre el cabecero del lecho una reproducción de El jardín de las delicias, como han señalado en el portal Painting in Movies, aunque toda la película puede interpretarse como el recorrido de un lado al otro del famoso tríptico del artista.

El laberinto del fauno (2006), de Guillermo del Toro

Laberinto del fauno

Sabemos que Guillermo Del Toro ha recogido las muchísimas cosas que le gustan y le influyen entre las cuatro paredes de The Bleak House, suerte de enorme gabinete de maravillas donde el autor trabaja junto a su equipo, pero desconocemos si cuelga en alguna de sus paredes alguna réplica de las obras de El Bosco, de cuyo imaginario Del Toro se ha confesado deudor en más de una ocasión: de Hellboy a El laberinto del fauno, el universo del mexicano recupera el bestiario loco del pintor y se lo apropia para crear un universo de personalidad en el cine actual.

Escondidos en Brujas (2008), de Martin McDonagh

En Brujas

La obra de El Bosco no siempre se ha recuperado en el cine como catálogo visual para crear mundos imposibles, sino también se ha utilizado como mecanismo que precipita una cierta reflexión sobre el sentido de la vida. Así sucedía en la comedia de culto de Martin McDonagh sobre dos asesinos a sueldo, Colin Farrell y Brendan Gleeson, escondidos en Brujas a la espera de nuevas instrucciones tras un encargo que salió mal. En su particular paseo turístico por la localidad flamenca, visitan el museo Groeninge para enfrentarse al magno tríptico de El juicio final (1505-1515?) pintado por Bosch y que en los asesinos se transforma en espejo moral de sus pecados.

El imaginario del Doctor Parnassus (2009), de Terry Gilliam

No debe haber cineasta más deudor de las fantasías abigarradas de El Bosco que Terry Gilliam, y en todas y cada una de las películas a contracorriente del miembro de Monty Python encontramos rastros iconográficos de las obras del pintor flamenco. De Brazil (1985) a Doce monos (1995) o Tideland (2005) y El imaginario del Doctor Parnassus, Gilliam se ha apropiado de los mundos invertidos del artista para llevar al cine su mirada oblicua. Almas gemelas.

Melancolía (2011), de Lars Von Trier

Melancolia captura

El tríptico existencialista del tremendo Lars Von Trier encuentra en las obras de El Bosco su correspondencia pictórica: en la naturaleza oscura de Anticristo (2009), en los escenarios metafísicos de Melancolía o en el sexo bestial de Nymphomaniac (2013) resuenan no sólo las imágenes ya pintadas casi cinco siglos antes por el artista, sino una mirada angustiada y al mismo tiempo grotesca sobre los avatares de la condición humana. En Melancolía, además, hay un cameo de El jardín de las delicias que apunta a no ser nada casual.

Qué difícil es ser un Dios (2013), de Aleksei German  

Hard to be a God

Aunque en la obra póstuma de Aleksei German, finalizada por su hijo, resuenan más las obras de Peter Brueghel el Viejo, el universo orgánico y retorcido que se plasma en la película también conjuga elementos de El Bosco -la sensación de apocalipsis, la congoja y ese universo inabarcable-. El resultado, un plano secuencia hito absoluto en materia de puesta en escena e inmersión total en un universo sombrío, viscoso y laberíntico que recuerda que para buscar el infierno no hace falta pensar en el más allá.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento