¿Contaba Disney con el porno de 'Zootrópolis'?

La nueva película de animación con animales antropomórficos ha hecho las delicias de la comunidad furry, al tiempo que generaba una extraordinaria cantidad de porno.
¿Contaba Disney con el porno de 'Zootrópolis'?
¿Contaba Disney con el porno de 'Zootrópolis'?
¿Contaba Disney con el porno de 'Zootrópolis'?

Disney ha conseguido un nuevo éxito con Zootrópolis, su nueva película de animación protagonizada por animales antropomórficos. El filme de Rich Moore y Byron Howard, que llevaba ya unas semanas en cartel en Europa, se ha estrenado este fin de semana en EE UU entre vítores de la crítica que alaban no sólo la frescura de su humor y diseño de personajes sino la densa metáfora social bien cargada de crítica que se halla en sus imágenes.

Zootrópolis se desarrolla en un mundo donde no hay seres humanos y el resto de mamíferos han evolucionado hasta convivir en paz entre depredadores y presas, pero eso no impide que haya evidentes problemas de discriminación, racismo, sexismo y clasismo latentes bajo la superficie de una sociedad aparentemente idílica donde todo el mundo debería tener las mismas oportunidades. ¿Te suena?  De todas formas, no hemos venido a hablar de la interesante lectura crítica que ofrece la película sobre nuestro propio mundo, sino de cómo cierta jugada de marketing de Disney ha podido tener resultados imprevistos.

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En cuanto aparecieron las primeras imágenes promocionales de Zootrópolis parecía evidente que el estudio finalmente había decidido dirigirse de frente a una comunidad de espectadores que durante décadas han acogido con entusiasmo todas sus películas protagonizadas por animales antropomórficos: la comunidad furry. Los miembros de esta subcultura se caracterizan precisamente por su afición hacia los animales con forma humana, de los que muchas veces se disfrazan.

Aunque desde Disney afirmaban que el público natural de Zootrópolis son menores y familias, como es habitual en sus largometrajes de animación, una entrevista de Buzzfeed con uno de los integrantes del departamento de promoción de la película desveló que, en efecto, había cierta intención por parte del estudio de apelar a la comunidad furry. Al menos, con acciones de marketing como dirigirse a una plataforma de furries para animarles a publicar en las redes sociales fotos de sí mismos vestidos de animales con los hashtags oficiales de la película con el fin de entrar en el sorteo de material promocional como pósters o coronas de conejos y zorros.

giphy

La periodista Emily Gaud también defendió desde el principio en Inverse la teoría de que muchos aspectos de Zootrópolis estaban diseñados para apelar a la comunidad furry. De ahí que todos los personajes de la película sean "animales bien torneados, con significantes de género como pestañas y caderas", el casting de voces incluya sex symbols como Shakira o que los protagonistas sean una conejita y un zorro, "probablemente los animales más recurrentes entre los furries". 

Después de ver el filme, no ha hecho sino confirmar sus impresiones. "La referencia más explícita a la sensualidad furry tiene lugar donde la secuencia de créditos, donde la sexualizada gacela interpretada por Shakira actúa rodeada de un grupo de tigres bailarines hipermasculinizados que guardan un extraordinario parecido con uno de los mayores iconos de la subcultura furry: el Tigre Tony [la mascota de los cereales Frosted Flakes]", afirma.

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Tanto si la voluntad de apelar al universo furry ha sido buscada por Disney como si no, la conclusión inmediata es que esos indicadores han dado resultado generando un gran sentimiento de comunión fan en torno a la película. Sólo basta con echar un vistazo a la etiqueta "zootopia fan art" de tumblr para descubrir la gran cantidad de dibujos y reintepretaciones de los protagonistas Judy Hopps y Nick Wilde que ya corren por la Red.

Pero es precisamente esta circunstancia la que ha levantado voces de preocupación dentro de la propia comunidad furry, pues entre los cientos de ilustraciones y apropiaciones personales de los personajes de la película no faltan las variaciones pornográficas que llevan la sexualización de los animales y el interespecismo hasta nuevos niveles de explícitud gráfica sexual.

La explosión de porno de Zootrópolis es tal que hasta se ha creado una petición online pidiendo a los artistas que dejen de inundar internet con esa clase de dibujos porque pueden acabar transmitiendo una imagen distorsionada de la cultura furry. "Para una oportunidad que nos ofrece Disney de ser conocidos en el mundo, la gente se dedica a hacer porno, llevando a que los demás piensen que los furries no somos nada más que obsesos sexuales. Están arruinando nuestra oportunidad. Por favor, firma esta petición para acabar con el porno de Zootrópolis (...) Puede que sea nuestra última oportunidad para enseñar al mundo que somos gente normal con dignidad", proclama el texto de la petición de firmas.

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