7 actores de Hollywood hechos un Cristo

¿Pensabas que ver a Ewan McGregor como el Mesías era chocante? Pues espérate a ver cómo estos actores lucieron la corona de espinas.
7 actores de Hollywood hechos un Cristo
7 actores de Hollywood hechos un Cristo
7 actores de Hollywood hechos un Cristo

No lo vamos a negar: la primera imagen de The Last Days in the Desert, con ese Ewan McGregor interpretando a un Jesucristo muy malencarado, nos sorprendió hasta el punto de hacernos exclamar "¡Jesús, María y José!". Pero tras el sofoco inicial, eso sí, recordamos que hemos visto cosas aún más raras en lo que se refiere al cine religioso: tratándose de una figura tan conocida, y ta capaz de vender entradas al por mayor, encontrar a un buen actor para hacer de Jesús puede ser la pesadilla de cualquier director de cásting. Y, aunque el género haya registrado aciertos notables (basta con recordar al Jim Caviezel de La pasión de Cristo, o a Jeffrey Hunter en Rey de reyes), la verdad es que el rol del Nazareno también ha ido a parar  a otros intérpretes muy inesperados, bien porque sus físicos no se adecuan a lo que esperamos del personaje, bien porque estamos acostumbrados a verles en roles muy distintos. De una forma un otra, todos estos actores nos han llevado a hacernos de cruces (con perdón) en cuanto se pusieron la corona de espinas.

Max Von Sydow

Cargó con la cruz en... La historia más grande jamás contada (George Stevens, 1965)

En su momento, La historia más grande jamás contada se ganó titulares por multitud de motivos: un presupuesto exorbitante para la época (127 millones de euros, ajustados), la insistencia del director George Stevens (Raíces profundas, Gigante) por entrevistarse con el papa Juan XXIII antes del rodaje, y una larguísima lista de cameos que nos permitió ver a todo un John Wayne vestido de centurión romano. Pero, en lo que a nosotros nos interesa, lo que más destaca de este filme bíblico es el protagonismo de un Jesucristo sueco: Stevens quería para el papel a un intérprete con talento, pero no muy conocido en EE UU. Así pues, se agenció los servicios del actor fetiche de Ingmar Bergman, quien, a su vez, acababa de rechazar el rol de villano en 007 contra el Dr. No. Enfrentarse a Judas Iscariote (David McCallum) y al Pilatos de Telly Savalas en lugar de a James Bond le valió a Von Sydow su primer papel hollywoodiense, amén de múltiples horas diarias de maquillaje para oscurecer su nórdica piel. La próxima vez que revises El exorcista y escuches a Max (también maquilladísimo, a fin de lucir las arrugas del padre Merrin) exclamar lo de "¡El poder de Cristo te obliga!", dedica unos instantes a reflexionar sobre las ironías que ofrece el cine...

Willem Dafoe

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Cargó con la cruz en... La última tentación de Cristo (Martin Scorsese, 1988)

El hecho de ver al fumeta y enrollado sargento Elias de Platoon (Oliver Stone, 1986) en el papel del Mesías cristiano le provocó un soponcio a más de uno cuando se estrenó este filme tan polémico. Con su rostro anguloso y su inquietante expresión, Dafoe se alejaba mucho del beatífico semblante escogido por muchos directores para el personaje: una prueba más de esa voluntad por romper estereotipos merced a la cual 'Marty' fichó también a Harvey Keitel para hacer de Judas y a David Bowie como Poncio Pilatos. Por desgracia, nos tememos que la barahunda provocada por la película no vino dada por las decisiones de cásting, sino más bien por la cerrilidad de ciertos sectores del público. Dicha controversia, recordemos, llegó a su cima cuando un grupo de integristas católicos arrojó cócteles Molotov contra un cine de París, provocando un incendio en el que siete personas resultaron heridas.

Christian Bale

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Cargó con la cruz en... María, madre de Jesús (Kevin Connor, 1999)

Sí, lo sabemos: cuando se rodó este telefilme, Christian Bale aún no se había ganado los galones de los que goza actualmente, siendo más bien una ex estrella infantil en busca de papeles potables. Además, como indica su título, la película se centra más en los avatares de la Virgen (Pernilla August) que en los de su famoso hijo. Pero aunque tengamos esto presente, y aunque hagamos lo posible por evitar los chistes blasfemos sobre el Bat-Cristo, recordemos que, en la carrera de Bale, esta película ocupa el espacio intermedio entre dos trabajos muy poco santos. Un año después, en 2000, el actor nos dejaría a todos boquiabiertos con su volcánica interpretación para American Psycho. Y, un año antes de vestir la corona de espinas, Bale había intervenido en Velvet Goldmine, aquel relato en clave sobre el auge del glam rock tan lleno de maquillaje, canciones procaces y sodomía.

Victor Garber

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Cargó con la cruz en... Godspell (David Greene, 1973)

Tal vez su nombre no te suene demasiado, pero Victor Garber es un actor con mucho recorrido: su curriculum incluye papeles en la serie Alias y en películas como Titanic, Algo para recordar Argo. De la misma manera, puedes dar por seguro de que Godspell te resulta más familiar de lo que crees: este musical, que llegó a los escenarios en 1971, es la fuente de Preparad el camino al Señor, una animada tonadilla que habrás cantado más de una vez si fuiste a catequesis. Con estos datos, ya te estarás imaginando que aquí toca hablar de un Jesucristo hippie, que cambia el usual look de melenas y barba por un contundente pelo afro, la túnica por unos pantalones de campana con tirantes (y una camiseta de Superman) y que, en lugar de mirar al infinito con gesto profético, va por ahí luciendo una sonrisa perenne y maquillado como un payaso. Vamos, lo más parecido que Hollywood nos ha ofrecido jamás al Jesucristo Colega de Dogma. Al lado de Neely en esta película, el Ted Neely de Jesucristo Superstar (estrenada, para más INRI, ese mismo año) resulta un modelo de contención.

Ralph Fiennes

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Cargó con la cruz en... El hombre que hacía milagros (D. W. Hayes, S. Solkow, 2000)

El Ralph Fiennes del mundo real nos cae estupendamente: es un actorazo, y además un director de mucha valía. El Ralph Fiennes de la pantalla, en cambio, se ha esforzado mucho en darnos repelús, desde La lista de Schindler hasta (faltaría más) su Voldemort de la saga Harry Potter. Por eso resulta una deliciosa ironía saber qué, cinco años antes de perder su nariz para interpretar a Quien-Tú-Sabes, este señor de Suffolk le prestó sus cuerdas vocales a un Jesucristo de animación. Y en stop motion, por añadidura. El reparto vocal de esta película, todo sea dicho, parece un 'Quién es quién'  de actores ilustres: además de Fiennes, la versión en V. O. cuenta con los talentos de Julie Christie, Richard E. Grant, Ian Holm, William Hurt Miranda Richardson, entre otros.

Jonathan C. Green

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Cargó con la cruz (o más bien con la capa) en... Ultrachrist (Kerry Douglas Dye, 2003)

Antes de que Batman Begins e Iron Man propulsaran como nunca a los aventureros disfrazados en el cine, el actor Jonathan C. Green y el director Kerry Douglas Dye tuvieron una idea satírica a la par que milagrosa: narrar las aventuras de un Jesucristo superhéroe. Resulta que, tras bajar por segunda vez a la Tierra, el Mesías descubre que eso de multiplicar panes y peces ya no causa mucho efecto, con lo que (siguiendo los consejos de un experto en márketing) decide reciclarse a sí mismo como paladín del bien embutido en unas mallas muy ajustadas, y plateadas. La premisa de Ultrachrist  podría haber convertido al filme en carne de polémica, con el subsiguiente beneficio para la taquilla. Cosa que nunca ocurrió, principalmente porque esta producción indie es una soberana bosta.

Will Ferrell

Cargó con la cruz en... Superstar (Bruce McCulloch, 1999)

Una de las comedias más insólitas de finales del siglo XX (bueno, y del siglo XX en general), Superstar era un vehículo para que la comediante Molly Shannon interpretase en la gran pantalla a Mary Katherine Gallagher, inenarrable colegiala católica a la que creó para sus sketches en el Saturday Night Live. Tan huérfana de amor como hambrienta de fama, la pobre Mary Katherine hierve en deseos hacia Sky Corrigan (Ferrell), el chico más macizo de su colegio religioso: cuando, en un momento de iluminación mística, nuestra heroína recibe la visita del Hijo de Dios, la sorpresa es mayúscula. Y lo es aún más cuando la celestial aparición insiste en convencerla de que, en realidad, Él no existe, y sólo es una proyección de un subconsciente en busca de figuras de autoridad. Para colmo, el Jesús-Ferrell se expresa con un vocabulario aún más desfasado que el de los protagonistas de Godspell, amén de lucir un impactante pecholobo.

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