25 cosas que (probablemente) no sabías de ‘El Silencio de los corderos’

Ya han pasado 25 años desde que Jonathan Demme adaptara 'El silencio de los corderos' y todavía hoy se nos ponen los pelos de punta cuando oímos la voz de Hannibal Lecter.
25 cosas que (probablemente) no sabías de ‘El Silencio de los corderos’
25 cosas que (probablemente) no sabías de ‘El Silencio de los corderos’
25 cosas que (probablemente) no sabías de ‘El Silencio de los corderos’

Ya han pasado 25 años desde que Jonathan Demme adaptara El silencio de los corderos, una novela negra de terror escrita por Thomas Harris que en pantalla se convirtió en todo un hito de la cultura popular. Ya han pasado 25 años desde que viéramos por primera vez a ese Hannibal Lecter terroríficamente bien interpretado por Anthony Hopkins. El rostro del actor se convirtió en el protagonista de las pesadillas de toda una generación. Ya han pasado 25 años desde ese primer “Hola Clarice”… Espera ¿realmente alguien decía en la película “Hola, Clarice”?

Esta y otras cuestiones quedarán contestadas en la siguiente lista para la que hemos tenido que escarbar en los rincones más oscuros de Internet. El objetivo era traerte 25 cosas que igual todavía no conoces sobre esta obra maestra del cine de terror. Bon appetit.

1. Burla improvisada

giphy

En la primera escena Hannibal Lecter se burla del acento sureño de Clarice. Anthony Hopkins lo improvisó ahí mismo, rodando la secuencia.

2. Gracias, señor Hopkins

A Jodie Foster no le gustó esa broma, de hecho se sintió a tacada y su expresión de mal estar en la película es completamente real. Evidentemente la actriz acabó agradeciendo al actor su improvisación por provocar una actuación tan honesta.

3. Ricas gominolas

Crisálida

A pesar de su asqueroso aspecto las crisálidas de mariposa que el asesino Buffalo Bill colocaba en las gargantas de sus víctimas estaban riquísimas. Al parecer eran una combinación de los caramelos americanos Tootsie Roll y los típicos osos de gominola. Seguro que más de uno se las tragó “accidentalmente”.

4. Una relación estrecha

Sí, hay que reconocer que la química entre Anthony Hopkins y Jodie Foster salta a la vista. Sin embargo, apenas compartieron cuatro escenas en toda la película. Una relación estrecha, corta pero intensa.

5. Adiós, Clarice

Adios, Clarice

Ni “Hola, Clarice”, ni “Adiós, Clarice”, ni “Buenos días, princesa”. Una de las frases más repetidas de la película ni siquiera existe.

6. Buenas noches, Clarice

Eso sí, en todo caso Hannibal saluda a su amiga con un “Buenas noches, Clarice” del que nadie se acuerda nunca. Ya en el año 2000, en la película Hannibal, el Dr. Lecter pronuncia su ‘Hola, Clarice” pero esta vez va dirigido a Julianne Moore.

7. ¿Hannibal es más de dientes o de sesos?

Hannibal sesos

Al personaje de Anthony Hopkins le pirran los sesos humanos pero la inspiración para este psicópata no viene de un caníbal, sino de un dentista. No uno en concreto, más bien todos los dentistas del mundo. El actor convenció al director Jonathan Demme y el diseñador de vestuario Colleen Atwood de vestir a Lecter de blanco en vez de naranja. La idea le llegó por su miedo a los dentistas.

8. Un récord de terror

El silencio de los corderos es la única película de terror con Oscar a mejor película. Las otras pocas nominadas en la categoría han sido El exorcista, Tiburón, El sexto sentido, Cisne negro Déjame salir.

9. Más récords académicos

Oscar

El silencio de los corderos también tiene otro record gracias a la Academia. Es una de las tres películas que ha ganado los cinco grandes premios Oscar: Mejor película, director, actor, actriz y guión. Las otras dos son Sucedió una noche y Alguien voló sobre el nido del cuco.

10. Directamente a cámara

Directamente a cámara

El director de la cinta tuvo una ocurrencia maravillosa para que los espectadores se identificaran con el personaje de Clarice y de paso se cagaran de miedo en la escena final. El truco fue que los personajes hablaran mirando directamente a cámara cuando conversaban con Clarice Starling. En el contraplano, sin embargo, Jodie Foster miraba fuera de cámara.

11. El secundario que devoró a los protagonistas

Secundario

Anthony Hopkins ganó el Oscar a mejor actor por su interpretación de Hannibal Lecter. Sin embargo, sólo aparece 25 minutos en pantalla. Eso, para una película de 115 minutos son números de secundario. Demasiado bueno.

12. Gene Hackman fue más rápido

Cuando Jodie Foster leyó la novela de Thomas Harris quiso comprar los derechos para su adaptación cinematográfica, sin embargo alguien se le había adelantado. Alguien llamado Gene Hackman.

13. Gene Hackman salió pitando

Gene Hackman

Gene Hackman se gastó miles de dólares en los derechos de la adaptación de El silencio de los corderos. Quería ser Hannibal Lecter. Sin embargo, cuando vio clips de sí mismo en los Oscar de 1989 interpretando al agente del FBI Rupert Anderson en Arde Mississippi decidió que ya eran demasiados papeles oscuros y desagradables por el momento…

14. Truman Capote y Katharine Hepburn

Katherine Hepburn

Anthony Hopkins decidió que la voz perfecta para su personaje debía ser una mezcla entre Truman Capote y la actriz Katharine Hepburn. ¿Alguien en su sano juicio apreciaría este detalle? Los genios son así de generosos.

15. A sorbitos

Hannibal

El actor ganador de un Oscar también se sacó de la manga ese inquietante y grotesco sonido de sorber sesos. A Hopkins le sirvió para dibujar a su personaje aunque ese sonido no estuviera en el guión.

16. Mano a mano con el FBI

Jodie Foster pasó un tiempo con la agente del FBI Mary Ann Krause antes de rodar la película. De esta forma la actriz pudo meterse mucho mejor en el papel de la inexperta Clarice Starling.

17. Lágrimas de cocodrilo

Fue precisamente la agente Krause quien tuvo la idea de la escena en la que el personaje de Jodie Foster se pone a llorar sola en el coche. Krause declaró que  a veces el trabajo en el FBI podía ser tan abrumador que había que liberarse emocionalmente de vez en cuando.

18. Tres asesinos en uno

Buffalo Bill

La composición de Buffalo Bill es la combinación de tres asesinos en la vida real: Ted Bundy conocido por usar yeso en su brazo para atraer a las mujeres hacia su camioneta, Gary Heidnik que era conocido por tener a varias mujeres cautivas en un pozo en su propia casa y Ed Gein que desenterraba las tumbas de mujeres de avanzada edad para quitarles la piel.

19. Dame tequila, por favor

Buffalo Bill baile

El baile ya mítico en el que Ted Levine coloca su miembro entre las piernas para simular el cuerpo de una mujer es idea suya. Según él ayudaba a explicar el carácter demencial del asesino. Sin embargo, no fue tan fácil de rodar, el actor necesitó un par de chupitos de tequila para ponerse a bailar.

20. La casa del profesor

La casa de Buffalo Bill era la casa de un profesor de física de la escuela de secundaria, Harold Lloyd Bentworth. Según afirmó el profesor el equipo de la película tomó prestado algún artículo de la casa que todavía no ha sido devuelto.

21. La calavera de Dalí

Dalí

La calavera de dentro de la polilla que hay dibujada en el cartel de la película está sacada de una foto de Salvador Dalí titulada En Volupta Mors, sacada por Philippe Halsman y que cuenta con Dalí de pie junto a unas cuantas mujeres desnudas que forman un cráneo humano.

22. El crítico que se equivocó

Gene Siskel, el crítico de cine del Chicago Tribune, vio El silencio de los corderos y no le gustó. El periodista opinaba que era un show para tipos raros lleno de estrellas y que se convertiría en el típico caso de mucho ruido y pocas nueces. Al final resultó que se equivocó. Un poco.

23. Michelle Pfeiffer pudo ser Clarice

Michelle pfeiffer

A Jonathan Demme no le gustaba el acento de Boston de Jodie Foster así que llamó a Michelle Pfeiffer, que al igual que ocurrió con Gene Hackman, decidió renunciar preocupada por la oscuridad de la película. Demme se tuvo que conformar con Foster y su acento. Un acento que no le importó tanto cuando la actriz ganó el Oscar por su papel.

24. Sean Connery pudo ser Lecter

Sean Connery llegó a leer el guión y lo encontró tan desagradable que decidió pasar. Daniel Day-Lewis y Derek Jacobi también fueron considerados para el papel. Y hoy no hay otro Hannibal posible que Anthony Hopkins o, en todo caso, Mads Mikkelsen.

25. Hannibal no se inspiró en nadie

Hannibal

El personaje salió en su totalidad de la mente de Thomas Harris. El autor combinó todo el mal que se le ocurrió mientras investigaba para la novela. El experto en perfiles John Douglas en el que se inspiró el personaje de Jack Crawford declaró que “no hay nadie, gracias a Dios, como él”.

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