10 películas a la caza del nazi

¿Qué tienen en común Magneto y el protagonista de 'Kaplan'? El deseo de ajustar cuentas con los secuaces del Tercer Reich, aunque la guerra haya acabado.
10 películas a la caza del nazi
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10 películas a la caza del nazi

La victoria aliada, el fin de los campos de exterminio y los procesos de Nuremberg no fueron su final: todo lo contrario. Los países dispuestos a ayudarles (como la España de Franco, sin ir más lejos) abundaban, y después de haber sido los dueños de medio mundo, les sobraban los medios para esquivar la justicia. De ahí que, durante las décadas posteriores a la II Guerra Mundial, la figura del nazi fugitivo hallase un lugar en la cultura popular, avivado por episodios como el proceso de Jerusalén contra Adolf Eichmann: ocultos en rincones insospechados, los esbirros de Hitler seguían acechando, tramando siniestros planes para resucitar el III Reich... Y dando pie al cine para pergeñar thrillers y dramas de toda índole.

Ahora, a casi 70 años de la caída de Berlín, es de suponer que los antiguos miembros de las SS, la Gestapo y otras siniestras organizaciones deben estar en su mayoría criando malvas o, en todo caso, en un estado poco apto para hacer el paso de la oca. Lo cual no es óbice para que un jubilado uruguayo (Héctor Nogueras) haya decidido convertirse en su nuevo archienemigo, según veremos este viernes en Kaplan. La película de Álvaro Brechner (Mal día para pescar) nos da la excusa perfecta para repasar las batallas entre nazis a la fuga y cazanazis implacables que hemos visto en la pantalla.

Los niños del Brasil (Franklin J. Schaffner, 1978)

El nazi: Nada menos que el doctor Josef Mengele, interpretado por un Gregory Peck que se sacude su imagen de buenazo a golpes de sobreactuación.

El cazador: Ezra Lieberman (Laurence Olivier), un investigador que nos recuerda muchísimo al mítico Simon Wiesenthal. Y no sólo porque sus nombres rimen.

La cacería: Basada en una novela de Ira Levin (La semilla del diablo), Los niños del Brasil es un thriller de ágil desarrollo y alto contenido en adrenalina, virtudes éstas que obtiene al precio de sobreestimar a su villano. Como revelan los (nauseabundos) hechos registrados, Mengele era un científico de nulo talento, amén de un psicópata, con lo cual dudamos que se le hubiese podido ocurrir eso de clonar a Hitler y repartir a los miniführers resultantes por el mundo. En cualquier caso, el filme aguanta bien las revisiones, y nos da pie a corear junto a Los Nikis aquello de "Deutschland über alles, los niños son iguales".

Odessa (Ronald Neame, 1974)

El nazi: Eduard Roschmann (Maximilian Schell), ex alto cargo de las SS que ahora trabaja como agente de viajes (por así decirlo). Sus antiguos colegas son sus mejores clientes...

El cazador: Peter Miller (Jon Voight), periodista estadounidense muy interesado en descubrir nazis fugitivos. Tal vez demasiado interesado.

La cacería: La segunda novela de Frederick Forsyth tras el éxito de Chacal batió récords de venta en las librerías, igual que su predecesora. Y, de la misma manera, pasó al cine en forma de película de intriga reposada, metódica y muy conspiranoica. Porque, aunque la existencia de la red Odessa (siglas en alemán de "Organización de Antiguos Miembros de las SS") nunca haya sido demostrada, el mero rumor resulta material de primera para un thriller.

Un lugar donde quedarse (Paolo Sorrentino, 2011)

El nazi: Alois Lange (Heinz Lieven), antaño terror de los judíos, hoy un guiñapo humano escondido en EE UU, cuyo paradero no interesa ni a los ejecutores del Mossad.

El cazador: Cheyenne (Sean Penn), rockero gótico-siniestro cuyas similitudes con Robert Smith, el líder de The Cure, no son necesariamente una coincidencia.

La cacería: Abandonamos temporalmente los terrenos del thriller para adentrarnos en los de la tragicomedia de autor: resulta que a Sean Penn le gustó tanto Il Divo, la anterior película de Sorrentino, que se ofreció para trabajar con el cineasta italiano. Encantado por el ofrecimiento, éste respondió entregando un guión sobre el paso del tiempo y la apatía existencial, con el nazismo y el Holocausto como meros macguffins. Pero las pintas de ese Penn tan similar a Joaquín Reyes son apoteósicas y David Byrne hace un cameo, así que olvidarla habría sido un crimen.

Marathon Man (John Schlesinger, 1976)

El nazi: Christian Szell (Laurence Olivier). Tras ver a 'Sir Larry' como cazanazis en Los niños del Brasil, reencontrárnoslo convertido en criminal de guerra (y contrabandista de diamantes) es, cuanto menos, chocante.

El cazador: Babe Levy (Dustin Hoffman), historiador y atleta implicado a su pesar en las investigaciones de su hermano Roy Scheider.

La cacería: A día de hoy, Marathon Man es recordada básicamente por dos cosas: la primera, esa inenarrable escena en la que Olivier tortura a Hoffman usando un torno de dentista (si tras ver el vídeo te duelen las muelas, no te quejes). Y, en segundo lugar, la memorable pregunta ("¿Por qué no intentas actuar?") que 'Sir Larry' le soltó a su compañero cuando éste le confesó que se había pasado tres días sin dormir para preparar dicho momento. Anécdotas aparte, el guión de William Goldman (adaptando su propia novela) resulta de lo más eficaz, y la historia queda como un ejemplo fascinante de las miserias morales del nazismo, sin sermones ni idealizaciones que valgan.

X-Men: Primera generación (Matthew Vaughn, 2011)

El nazi: Klaus Schmidt, alias Sebastian Shaw (Kevin Bacon), perverso científico dispuesto a todo para demostrar la superioridad de la raza mutante.

El cazador: Erik Magnus Lensherr, alias Magneto (Michael Fassbender), mutante dispuesto a todo para procurarle al anterior una muerte lenta y dolorosa.

La cacería: Ante el marasmo en el que X-Men: La decisión final X-Men Orígenes: Lobezno habían sumido a la franquicia muti, Matthew Vaughn y Bryan Singer decidieron transformar su precuela en una jamesbondiana aventura de espionaje, ambientada en los 60 y con la Guerra Fría como eje. El resultado (si no perfecto, sí muy estimulante) tuvo un grato efecto secundario: convertir a Fassbender en el cazanazis más cool de la historia, probándonos que el germano-irlandés se merece de sobras el título de 'Amo del Magnetismo'. Y no lo decimos sólo por su poder sobre los metales.

 El libro negro (Paul Verhoeven, 2006)

El nazi: Ludwig Müntze (Sebastian Koch), uno de esos oficiales de las SS para los cuales el Holocausto no era sólo un genocidio, sino también una forma de enriquecerse. O eso dicen...

La cazadora: Rachel Stein (Carice Van Houten), agente de la Resistencia falsamente acusada de colaboracionismo.

La cacería: ¿De verdad te pensabas que la II Guerra Mundial iba a ser sagrada para un iconoclasta como Verhoeven? Pues no: El libro negro es una demolición minuciosa de muchos tópicos asociados con la resistencia antinazi, empezando por la catadura moral de sus miembros y terminando por las purgas que siguieron al conflicto entre la población civil. Recién vuelto a su Holanda natal tras partir peras con Hollywood, el director de Robocop, Instinto básico y la muy incomprendida Showgirls tenía pendiente un ajuste de cuentas con la humanidad... Y vaya si se lo cobró en esta película.

La deuda (John Madden, 2010)

El nazi: Dieter Vogel (Jesper Christensen), uno de esos medicuchos con esvástica aficionados a los experimentos poco éticos.

Los cazadores: Rachel (Jessica Chastain/Helen Mirren), David (Sam Worthington/Ciaran Hinds) Stefan (Marton Csokas/Tom Wilkinson), tres de esos agentes del Mossad aficionados a ajustar cuentas con métodos asaz cuestionables.

La cacería: A lo largo de su venganza contra los responsables del Holocausto, Israel demostró su propensión a pasarse el Derecho Internacional por el proverbial arco del triunfo. Tratándose de un remake de un filme israelí, La deuda no cuestiona dicha doctrina, pero aún así resulta un interesante vistazo a esas misiones de secuestro y asesinato repletas de ambigüedades morales, y cuyos resultados no siempre eran tan heroicos como  se decía.

La caja de música (Costa Gavras, 1989)

El ¿nazi?: Mike Laszlo (Armin Mueller-Stahl), ciudadano estadounidense que podría ocultar un turbulento pasado como colaboracionista y criminal de guerra.

La ¿cazadora?: Ann Talbot (Jessica Lange), hija del anterior y brillante abogada, busca pruebas de la inocencia de su padre. ¿Las encontrará?

La cacería: Joe Sterzhas, futuro guionista de Instinto básico y Showgirls (mira tú por dónde...) aventó viejos fantasmas personales en este thriller judicial. Bastante olvidada hoy en día, La caja de música suscitó cierto revuelo en el año de su estreno, le granjeó una nominación al Oscar a su actriz protagonista y, además, sirvió para recordarnos cómo EE UU y la URSS usaron los fantasmas del Holocausto como armas políticas durante la Guerra Fría. Lo cual no es poco logro, la verdad.

El extraño (Orson Welles, 1946)

El nazi: Franz Kindler (Orson Welles, en toda su panzuda gloria) consiguió escapar de Europa tras la guerra, y ahora vive en EE UU con una falsa identidad.

El cazador: Wilson (Edward G. Robinson), investigador dotado de una implacabilidad casi tan grande como su pachorra.

La cacería: No tiene la altura mítica de Ciudadano Kane, ni el aura maldita de El cuarto mandamiento Campanadas a medianoche, pero aun así El extraño sigue siendo una película de Orson Welles, con todo lo bueno que eso implica. El actor y director se puso a los mandos del filme después de que John Huston rechazase dirigirlo, dotándolo así con un pulso paranoico y una agilidad de thriller que tuvieron su recompensa: aunque los críticos lo pusieron a parir, este fue el único éxito de taquilla obtenido por Welles durante su etapa en Hollywood.

Malditos bastardos (Quentin Tarantino, 2009)

El nazi: Hans Landa (Christoph Waltz), políglota y deductivo coronel de las Waffen SS apodado 'Cazajudíos'.

El cazador (bueno, uno de ellos): Aldo Raine (Brad Pitt), el comando más gañán del ejército de EE UU.

La cacería: Bueno, vale: en este informe hemos apostado por presentar historias transcurridas tras el fin de la guerra. Pero ¿cómo resistirse a sacar el filme en el cual Tarantino se dio el gustazo de matar a Adolf Hitler delante de una cámara? Además [SPOILERS] cuando Aldo Raine y Donny 'Oso Judío' Donowitz (Eli Roth) se dan el gusto de ponerle las manos encima a Landa, el conflicto ya ha acabado técnicamente, ¿no? [/SPOILERS].

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