Carlos Marañón Fútbol y cine
OPINIÓN

Yo, Daniel Blake, hincha del Newcastle

Yo, Daniel Blake, hincha del Newcastle
Yo, Daniel Blake, hincha del Newcastle
Yo, Daniel Blake, hincha del Newcastle

El cine social no sería igual sin los trabajadores quijotescos, machacados por el sistema y futboleros a machamartillo de Ken Loach (Nuneaton, Condado de Warwick, Inglaterra, 1936). Peleón eterno y última Palma de Oro en Cannes con Yo, Daniel Blake, prórroga kafkiana en su eterno partido a cara de perro contra la injusticia, la película es otro ejemplo de su lucha por la dignidad de los trabajadores y un nuevo guiño cariñoso (y van...) a su vínculo (socialista) con el fútbol.

En las películas de Ken Loach, cineasta al que no nos costaría nada vincular con el movimiento Against Modern Football, el balompié sigue siendo una de las pocas salidas vitales (recuerden Mi nombre es Joe, La cuadrilla o Buscando a Eric, pero no sólo esas: en casi todas sus películas hay alguna referencia futbolera) de desahogo para los personajes que navegan entre el drama y la presión social. También suelen ser momentos para el humor, salidas de tono en esos mismos filmes, para la descompresión ante el peso agobiante de las dificultades de los personajes. "¿Sabe cuánto tiempo he esperado? ¡1 hora y 48 minutos! ¡Eso es más que un partido de fútbol!" protesta Daniel Blake en uno de sus enfrentamientos con la burocracia que le impide acceder a su pensión.

Ambientada en la ciudad de Newcastle, Yo, Daniel Blake también tiene su momento futbolero. Si bien el propio Daniel, un cincuentón que acaba de salir de un infarto y no tiene derecho a pensión, parece ser un hincha discreto del Newcastle United (un clásico del fútbol inglés que ahora milita en segunda división, The Championship, entrenado esta temporada 2016/2017 por Rafa Benítez), uno de sus vecinos y amigos, un chico de color sobre el que Blake ejerce cierto papel protector, usa el fútbol como método para conectar mejor con un proveedor chino que le permite malvivir con uno de los chanchullos con los que trapichea. El chaval vende zapatillas fabricadas en el lejano Oriente. O no tan lejano: el fútbol une mucho. Gracias a eso ha contactado con el encargado de una fábrica de aquel país y mantiene así el contacto ["¡Es un loco del fútbol, se sabe todos los equipos y todos los futbolistas!"].

En las videollamadas que mantienen para sus bisnes, comentan la actualidad liguera e incluso cantan canciones de hinchas, ante el pasmo del propio Daniel Blake, un hombre de otro tiempo, que se descoyunta de la risa, incrédulo, entre bromas y provocaciones:

–"Yo sólo quiero hablar un poco de fútbol", les comenta el chino desde la pantalla.

–"El Newcastle es el equipo más importante del Noroeste de Inglaterra... ¿Qué otros conoces?", le provocan los ingleses.

–"¡Middlesborough!"

–"Barkleys Premier League", le replican con sorna ["No pienses en eso", "No vale", se oye de fondo, ya que el Middlesborough, entrenado por Karanka, por cierto, estaba en segunda división en la temporada 2015/2016, aunque ascendió, mientras el Newcastle, curiosamente, hacía el camino inverso].

–"¿Jugador favorito?", le preguntan entre el jolgorio.

–"Charlie Adams, Stoke City".

–"¡No jodas!", se ríen los amigos de Daniel Blake.

–"En la Premier hay mucho dinero. Charlie Adams, 4 millones. No Ego. Jugador de equipo. Tipo duro. ¿Viste su gol al Chelsea desde medio campo? ¡Por encima de Courtois!", se defiende de su elección en su macarrónico inglés el chino futbolero, mientras se arranca a cantar...

–"¡No está en China, está en el restaurante de la esquina!", comenta incrédulo y divertido, Daniel Blake, mientras el chino entona un himno futbolero...

–"¿El chino canta una canción de fútbol?". Daniel Blake no da crédito a todo lo que ha sucedido, alucina, en uno de los momentos más divertidos de la película.

[Bonus Track] Esto es lo que me contestó Ken Loach en una reciente entrevista a la pregunta sobre si el fútbol, apesar de seguir siendo importante en la vida de las personas, no se había mercantilizado en exceso [entrevista completa sobre Yo, Daniel Blake]:

–¿No crees que el fútbol también se ha mercantilizado en exceso?

"Pero sólo al nivel Premier League [la primera división inglesa]… En las ligas inferiores, en los barrios y las pequeñas localidades y pueblos, el fútbol sigue siendo lo mismo que ha sido siempre. El deporte de los trabajadores".

Fútbol. "El deporte de los trabajadores". Todavía. Gracias, Ken Loach.

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