OPINIÓN

#VampiraMdT El Ministerio del Tiempo: Blade Runner

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El episodio 18 de El Ministerio del Tiempo habla de las mujeres. De Clara Campoamor y su lucha por el voto de la mujer.  De “Las Sinsombrero", esas destacadas mujeres de la Generación del 27 que reivindicaron el cambio social pero que fueron olvidadas por la historia. De esas mujeres obligadas a dar en adopción a sus hijos por falta de recursos (como la madre del Boss, niño abandonado de San Ildefonso).  Y de Enriqueta Martí (magnífica María Rodríguez Soto), mujer que no sólo no pudo ocuparse de su bebé si no que se convertiría en la vampira del Raval, popular en Barcelona, como una especie de mujer del saco, pues robaba y mataba niños para vender sus huesos y su sangre, supuestos remedios contra la tuberculosis. Enriqueta no es otra que la criada de Amelia, cuyos viajes por las puertas la llevarán de 1912 a 1986, en ese Madrid con otra trama particular de niños robados. El punto enigmático lo protagoniza una profesora (Alexandra Jiménez) que aparece en épocas diferentes. ¿Cómo es esto posible? Pensé que iban a sacarse de la manga que podría existir la clonación. Si el (paródico) hijo youtuber de Ernesto vacila con el Nexus 6 de los replicantes de Blade Runner, ¿por qué no podría ser posible que hubiese duplicados que desconocieran serlo? Como los cylones de Battlestar Galactica. Esto también explicaría el por qué del asombroso parecido entre la mujer de Alonso y la abogada. Pero el caso es que la profesora tiene pesadillas/alucinaciones y gracias a una hipnosis (que me hace recordar el episodio de Houdini) descubrimos que no es otra que una de las niñas robadas por Enriqueta, hermana de otra gemela. Gemelas separadas por el tiempo, en efecto. La Enriqueta joven intentará cambiar a la Enriqueta adulta, viajando por las puertas (no pensé que fuera tan fácil). Para explicarlo, Julian lo compara con Regreso al futuro, algo que no entiende Alonso. “Ya la veremos”, promete Julián, que sigue sin entender la actitud de Amelia hacía él. Aunque se acercan (Julian y Amelia se hacen pasar por un matrimonio) lo más que descubrimos es que Julián ha pasado página con su mujer, argumentando que la mejor forma de seguir queriéndola es sin dolor. Episodio dramático donde los haya, donde “huele a maldad” y se analiza si uno nace malo o se hace, Julián apostilla que “el ser humano tiende a empeorar casi siempre”. Amelia lucha contra el sentimiento de culpabilidad que la corroe por dentro. Pero el Boss, le ayuda: se mide a alguien no por las veces que cae si no por las veces que se levanta. Julián, curiosamente, momentos antes, ha confesado que es de los que tropieza con la misma piedra. Sólo hace falta tiempo para que estos dos se sientan atraídos. Regresando Pacino en una tercera temporada tendríamos un triángulo amoroso de órdago. Mientras esperamos a Hugo Silva, tenemos nueva chica en la oficina: Alexandra Jiménez. Veremos si no se mete por el medio (a no ser que Irene lo impida). Recap de todos estos momentos… antes de que se pierdan en el tiempo... como lágrimas en la lluvia...

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