Por qué queremos a Tina Fey y Amy Poehler como nuestras ‘Hermanísimas’

Tina Fey y Amy Poehler se conocieron en 1993, en Chicago, haciendo improvisación en ImprovOlympic y Second City. Después siguieron en Nueva York en Saturday Night Live, donde han dejado algunos de los mejores momentos del programa. Cada una siguió su camino, pero por suerte para todos se han ido cruzando a lo largo de estos años en el cine (Chicas malas, Mamá de alquiler) y spots aquí y allí. Porque si por separado nos gustan (Tú de quién eres: ¿Rockefeller Plaza o Parks & Recreation?), cuando se juntan son imbatibles. Su última película, Hermanísimas, suma nuevos grandes momentos de las dos amigas, que se sienten como hermanas. ¿Y por qué nos gustan tanto?

Han sido y serán las mejores presentadoras que los Globos de Oro jamás tendrán. Punto. Lo sentimos, Ricky.

En 2013.

En 2014.

Y en 2015, de despedida, no dejaron títere con cabeza.

“Como la vagina de una supermodelo, demos una cálida bienvenida Leonardo DiCaprio”. Pocas veces estuvieron tan lúcidas como aquí:

Y Leo, tan pancho…

Pero Fey y Poehler tenían experiencia: se formaron como presentadoras en el Weekend Update de SNL.

Y en la batalla épica de El reportero 2: ¿ganaron?

Como políticas, también dominarían el mundo.

Y ahora que Hillary Clinton podría ser presidenta, tenían que reencontrarse

Aunque ellas ya estuvieron en la Casa Blanca: como hermanas Bush.

Sus vidas están tan entrelazadas: Amy Poehler es Tina Fey en el pasado. En Rockefeller Plaza.

A ellas les debemos los Mom jeans.

Aunque la madre de Regina en Chicas malas, el papelón que le escribió Tina a Amy, jamás los usaría.

Estrenaron Hermanísimas en EE UU el mismo día que Star Wars: El despertar de la Fuerza, pero ellas tenían sus armas: Sisters: El despertar de la Farsa.

Y juntas, Fey y Poehler, están ayudando a una nueva generación de cómicas. Como las chicas de Broad City (serie que produce Poehler). Queremos más hermanas cómicas. Amén.