OPINIÓN

#NapoleonMDT El Ministerio del Tiempo: Angustias se cocina a Napoleón

#NapoleonMDT El Ministerio del Tiempo: Angustias se cocina a Napoleón
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#NapoleonMDT El Ministerio del Tiempo: Angustias se cocina a Napoleón

El amor está en el aire. Y nieva. Es Navidad. En El monasterio del tiempo, el episodio 12 de El ministerio del tiempo, efectivamente, cambiamos ministerio por monasterio y viajamos a 1808, en plena Guerra de la Independencia, no por culpa de Juana la Loca (qué pereza, ¿no Irene?) si no de Napoleón (interpretado de una forma tan elegante como casera por Fernando Cayo). Que nuestros protagonistas lleven hábitos y sotanas da lo mismo, que lo mismo da. Napoléon entra en la cocina con Angustias (Francesca Piñón a lo Sor Citroen siglo XXI) a ponerle más sal a la vida. Que Angustias se mete en el fregado por el Boss, Salvador. Pacino, cura de palo, se las tiene que ver con el enamoramiento tonto de un general (con remate delirante al final de Casablanca). Rodolfo se recrea en un delicado sueño con Amelia y su pareja, Rosa, lo mismito con Pacino. Naíf, el mundo al revés. Amor y humor van de la mano en el Ministerio. El episodio de Jorge Dorado, que ya dirigió el episodio del 'día de la marmota' de Torquemada y el homenaje a la serie 24 del funcionario rebelde Leiva (nivelazo), es un homenaje, según el director de Mindscape, a La regla del juego, de Jean Renoir, mezclado con vodevil. También a la serie inglesa Allo, Allo. Porque, a pesar de ser su primera vez en la comedia, el guión hila fino, una vez más, con los gags de Pacino. “Vamos a montar una que ni Tip y Coll”, sufre el macarra, protagonista de la farsa con Angustias, la abadesa. Ésta canta desafinando, el otro mete la pata en el púlpito. “Sólo fracasa el que no lo intenta”. Ante semejante mantra no queda otra que tirar para adelante. Memorable el desmayo que sufre Angustias cuando le besa la mano el mismísimo Napoleón. Otro momentazo: esa superiora que perdona a Pacino a pesar de su juventud porque “tiene la gracia divina”. El amor atonta, claro. Eso es porque la buena señora no le ha escuchado decir momentos antes: "Mira Rodolfo, me parece que tú has venido aquí a confesarte, pero vas a salir comulgando de la hostia que te voy a dar". Rodolfo Suárez, antepasado de Adolfo Suárez, debe de ser salvado. Sabemos que los héroes ganarán y nos alegra que lo hagan. Los tuiteros aplauden la victoria y el chiste non-stop, también los guiños poperos, que hacen más llevadera la trama histórica, y en mi opinión, el ambiente religioso y opresivo de un convento (serán los demasidos años en un colegio de monjas). Pacino pone a prueba a su compañero de piso. Así es como Alonso alucina con la luz de la nevera como don Quijote con los molinos. Star Trek, el look de Alonso a lo Reservoir Dogs, su cambio de vestuario a lo Pretty Woman… El pelo ni tocarlo: “Antes me cortareis una mano, que cortarme el cabello” (al contrario que Pacino que por fin se ha recortado las greñas). Y la mención a Superlópez para poner a prueba "la sabiduría" de Amelia, que no conoce el cómic. La película la prepara Javier Ruiz Caldera, con guión de Borja Cobeaga y Diego San José, los tres se encargarán del episodio 19, Tiempo de lo oculto, que se emitirá el 25 de abril. Pero antes, la semana que viene, llegará uno de los episodios más esperados, el que encerró por culpa de un virus a algunos fans ministéricos entre las paredes del Ministerio.

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