OPINIÓN

Caravana Solidaria al Sahara

Caravana Solidaria al Sahara
Caravana Solidaria al Sahara
Caravana Solidaria al Sahara

La Caravana Solidaria De La Gran Familia Del Cine Español llega al aeropuerto de El Aaiún, Sahara Occidental. Los pasajeros: actores, actrices, directores, un hermano de Mario Casas, aplauden. Por la emoción, pero también por el miedo. Han estado media hora con unas turbulencias que han acojonado a todos. Sobre todo a Perlita, la caniche de S. una de las actrices solidarias. El puto perro no ha dejado de ladrar en todo el rato, piensa H., uno de los actores solidarios. H. se quiere follar a S. así que no ha dicho nada, pero le han entrado ganas de estampar al puto perro contra la ventana. Ojo, se la quiere follar en plan "bonito". De noche. En una jaima. Bajo la tenue luz de las estrellas del desierto... Y que se la chupe hasta el final, claro, que le han dicho que se lo traga. H. no lo puede evitar: es un romántico.

Qué miedo han pasado con las turbulencias, hostia puta. Al principio se las tomaron con cachondeo. El whisky y las pastillas habían ayudado a crear un sano y divertido ambiente de euforia. "Mira que si el avión se cae". "¡A tomar por culo el cine español!" "Qué contento se pondría el gobierno del PP si nos estrellamos en el Océano Pacífico". "¡Jajaja!" Alguien, un fotógrafo de El País Semanal con una chupa de cuero, apunta que no están sobrevolando el Océano Pacífico...

Acaba de firmar su sentencia de muerte.

El actor que ha dicho lo del Océano Pacífico, D., apuesto, fibroso, canallita, le sonríe. "Me he quedado con tu cara, mamonazo. No vas a volver a trabajar en tu puta vida". Dicho esto se quita la camiseta para que lo primero que vean los saharauis, afortunados ellos, sea su velludo y voluminoso pecho lobo.

"Tranquilos, saharauis, YA ESTAMOS AQUÍ".

Cuándo el avión se detiene lo primero que hacen todos es encender los móviles y escribir un tuit. "¡Ya en el Sahara! #ApoyoFrentePolisario" "Aquí stamos! #PutoPP" "Marruecos Deja de Flipar # "Stop Desahucios!" (Este no se ha enterado muy bien de qué va la película). Ahora solo toca esperar a que los borregos que les siguen les retuiteen y le muestren al mundo lo solidarios y lo buena gente que son. Que vean como sus ídolos (y el hermano de Mario Casas) se sacrifican y se vienen todo un fin de semana al puto culo del mundo para ayudar a un grupo de pobres diablos sin oficio ni beneficio. Ojo, dicho esto desde el respeto y la tolerancia.

Y que luego les llaman titiriteros...

La comitiva baja, entre risas y chanzas, del avión. ¡Hostia, qué calor! "Pero si estamos en febrero" apunta M. la jovencita (y solidaria) actriz de una de las series de moda: Pasajeros del destino, la desdichadísima historia de Ángela, una linotipista anarco sindicalista aficionado del Atlético Aviación en la Guinea de la postguerra. "Claro, es que esto es el Trópico" le explica L. el bigotudo (y solidario) actorcín que hace de Pablito, un bailarín dipsómano y homosexual en Por las venas de tus encías, la nueva y atrevida apuesta de una cadena nacional. Nadie le dice a Pablito que el Trópico está más abajo. No se atreven. Se comenta que anda liado con un pez gordo del medio y no quieren líos. Además, Pablito es tan adorable. Su sonrisa de niño, sus morritos de colegial, su pollón de veinticuatro centímetros...

En la pista les recibe un grupo de saharauis. Dan a todos los solidarios un cuenco con ezrig. "¿Qué coño es esta mierda?" susurra A., el barbudo (y solidario) director del último taquillazo del cine español (diez mil euros). "Leche fermentada con agua y azúcar" le contesta T., la pecosa (y solidaria) actriz que acaba de ganar el Goya a la mejor actriz revelación por En la almadraba la épica historia de Manué, un entrañable pescador de Barbate (con sida), y Dolores, una madre coraje ex prostituta que lo pierde todo cuándo pide una hipoteca al banco de siete mil euros y luego no la puede devolver.

Pelos de punta.

La caravana solidaria monta en unos jeeps que les transportan hasta el desierto. Les llevan a uno de los muchos campamentos de refugiados que se extienden por las inmensas dunas saharianas. Los niños y niñas saharauis salen a saludarles en cuánto les ven aparecer. J., la madura actriz que se ha apuntado a la caravana para ver si le dan trabajo, les mira por la ventanilla. "Anda que también estos... Mira que venirse a vivir a este secarral". ¡Ups! Uno de los jeeps atropella y mata a un cordero que pastaba por allí. "Vaya por dios, a ver si ahora estos nos van a demandar", piensa R., el organizador del evento solidario. Para olvidarse de la preocupación se mete un tirito de coca. Bueno, qué coño, dos, que para eso están de vacaciones. Se mete tres.

La caravana ha traído a los saharauis productos esenciales que no se encuentran en el desierto: gafas de sol, camisetas de Aída y dvds de sus películas. También amor, mucho amor. La cena es deliciosa: cus cus, tayyin, kaabuch y ezzamit. "Vaya puta mierda" piensa I., la feminista (y solidaria) directora de cine Lésbico y Comprometido. Ella es vegana y casi le da algo cuándo uno de los simpáticos saharauis le dice que el tayyin lleva carne de camello. "Su puta madre, que asco". Escupe con disimulo la comida en la arena y se levanta. Se disculpa con discreción "Voy a cambiarme el tampón" y se mete en su jaima. Coge la mochila y saca un paquete de tofu. Se lo come mientras contempla, con pesar, el jergón de piel de camello dónde va a tener que dormir.Va a pasar mala noche, lo sabe. No solo por el jergón y por el olor a cabra rancia que impregna la jaima, también por el dolor, el dolor que como mujer ha sentido al ver a todas esas bella mujeres saharauis atender con tanta entrega a sus machistas maridos. "Putos moros". Ojo, piensa, aquí hay película. Y subvención. Y Goya.

Al día siguiente todos se levantan con diarrea. No importa. Es el precio a pagar por la solidaridad y el compromiso. Todos ellos son héroes y los héroes no se quejan. Se quedan todo el día en cama, eso sí. No pueden con su alma. Sacan el teléfono para tuitear lo felices que están haciendo a los saharauis. Vaya por dios, no hay cobertura. "¿Y hasta cuándo hay que estar aquí?" pregunta H. "Hasta el martes". Ay la hostia.

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Alberto López (@alberto2) es guionista. Su película favorita es La fiera de mi niña. Odia a Damon Lindelof.

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