OPINIÓN

5 Motivos por los que The Order 1886 sí que mola

5 Motivos por los que The Order 1886 sí que mola
5 Motivos por los que The Order 1886 sí que mola
5 Motivos por los que The Order 1886 sí que mola

The Order 1886 ha sido uno de los juegos más polémicos de los últimos años. Una gran apuesta Sony para su Playstation 4, que ha pasado de ser uno de los títulos más esperados del año a ser uno de los más criticados, ¡incluso horas antes de su lanzamiento oficial!

The Order 1886 fue uno de los primeros títulos anunciados en exclusiva para Playstation 4 y desde que se publicaron las primeras imágenes ha destacado por su acabado técnico. Los fans estaban ansiosos de poder probar este juego del estudio Ready at Dawn, pero horas antes del lanzamientos aparecieron en la red algunos comentarios que destacaban su poca duración y una menor cantidad de acción de la que algunos esperaban.

¿Víctima del hype? Es posible. el juego se hace corto: la historia se juega y termina en apenas ocho horas, que es más o menos lo mismo que duran las campañas de otros grandes títulos recientes, pero la falta de multijugador para haber convencido a muchos jugadores de que el precio de lanzamiento de este juego es excesivo para su duración.

En Bazinga! hemos jugado a The Order 1886 con escepticismo, y ocho horas de juego después, podemos decir que somos unos fans convencidos. Hoy te damos 5 motivos por los que creemos que el juego merece la pena:

1- La historia

“No es steampunk -nos explicaba Andrea Pessino, co-fundador del estudio Ready at Dawn en su visita a Madrid, porque el steampunk es algo fantástico. The Order 1886 muestra una tecnología que podría haber sido real si a alguien se le hubiera ocurrido crearla en aquello momento. Ese nivel tecnológico y esas herramientas existían en aquella época. Esto no es tanto una historia fantástica del mundo como una historia alternativa del mundo”.

La verdad es que a nosotros nos hablan de dirigibles, de bobinas de Tesla y de cañones de repetición de tamaño portátil y los engranajes de nuestro cerebro sólo nos dejan pensar en “steampunk”. Y por muy real que sea el escenario que nos plantea The Order 1886, cuando empezamos a hablar de sociedades secretas que tienen sus raíces en Arturo Pendragón y que mantienen una guerra secreta milenario contra licántropos y otras criaturas de la noche, ya es que nos emocionamos. La guinda del pastel, importantes momentos dignos de las mejores ucronías y algo de denuncia social no demasiado fuera de lugar con la actualidad. ¡Si es que todo lo que tiene mola!

2- El acabado técnico

Absolutamente deslumbrante. The Order 1886 supone una de las cimas técnicas de la industria de los videojuegos. The Order 1886 hace gala de unos gráficos que son de los mejores jamás visto en esta nueva generación de consolas. El modelado de los personajes, la iluminación y los efectos, las texturas… Sólo el movimiento de las ropas del protagonista, los detalles de las piel de algunos personajes o los detalles de las aceras húmedas de la ciudad ya suponen una mejora respecto a otros títulos contemporáneos. Si hablo ya de explosiones, lluvia o niebla comenzamos a fijarnos en detalles que hasta hace sólo unos años sólo podían verse en las producciones de animación más exigentes. Y aquí las podemos ver in-game, en tiempo real, y sin una sola pantalla de carga durante todo el juego. Ni una sola. Desde que empieces a jugar hasta que terminen los créditos el juego no se parará ni una sola vez.

Hay que hacer una mención especial para el esfuerzo de Álex de la Iglesia para dirigir el doblaje de este juego, que si bien en algunos momentos resulta algo plano o artificial, no deja de ser una muestra del mimo que se ha puesto en la producción de the Order 1886.

3- La experiencia cinemática

Antes he mencionado el cine de animación, y the Order 1886 tiene mucho de eso. Su concepción y desarrollo es completamente cinematográfico. Mete al jugador en una historia y le hace protagonista. Las secuencias cinemáticas se convierten sin ningún tipo de salto en escenas de acción o quick events en los que el jugador debe poner a prueba su habilidad. Es cierto que hay muchas cinemáticas en este juego, pero tienen un gran peso narrativo y están muy bien realizadas. También es cierto que el juego no es simplemente apretar botones para matar a todo lo que se mueva en la pantalla, sino que habrá momentos en los que sólo habrá que explorar algunos recintos. Pero esa exploración resulta tan llena de sorpresas y detalles que es completamente placentera. Imaginamos que los jugadores que critican estos aspectos serán los mismos que critican los títulos del genial Kojima (y sus cinemáticas de 20 minutos) o que en los sand-box nunca se dedican a pasear o explorar por el simple hecho de descubrir nuevos mundos.

4- El diseño de producción

El trabajo que Ready at Dawn ha hecho para este juego es inmenso. Su diseños de personajes, armas y escenarios está al nivel de los videojuegos y producciones de cine más espectaculares y exigentes. Crear un mundo fantástico que parezca real es algo tremendamente complicado. Pero crear un mundo fantástico a partir de un mundo real y que siga siendo fantástico pero pareciendo real es un salto con doble tirabuzón invertido pasando a través de 10 anillos de fuego, sin red y con tigres hambrientos debajo del trapecio.

The Order 1886 recrea un Londres de esa misma fecha que es a la vez hiperrealista y deslumbrantemente fantástico. Te llena las botas de barro en los peores callejones de Whitechapel, y luego te lleva a protagonizar un tiroteo armado con un elegante (aunque letal) cañón de inducción eléctrica. El vestuario, las armas y los escenarios de este juego son resultado de uno de los mejores trabajos artísticos de la industria. No es tan deslumbrante como crear un extraño planeta alienígena en el que todo vale, pero consigue algo tan difícil como convencerte de que estás paseando por un escenario completamente histórico que nunca llegó a existir.

5- La jugabilidad

Será que ya me estoy haciendo mayor, pero empiezo a cansarme de los juegos demasiado fenéticos. Demasiados botones y demasiadas cosas en la pantalla moviéndose demasiado deprisa me cansan enseguida. Por eso me ha encantado la jugabilidad de The Order 1886. Es frenética cuando tiene que serlo, con algunos pasajes de acción realmente intensos. Pero no sólo tenemos tiroteos, también tendremos alguna misión de infiltración, donde el sigilo es fundamental, o momentos en los que nuestra habilidad para realizar una determinada secuencia de botones nos permitirá superar los quick events que nos plantea el juego, o un ligerísimo toque plataformero. En la variedad está el gusto, y personalmente me ha gustado mucho ir de la mano de este juego. Es cierto que la acción y las acciones que puede realizar el jugador van sobre raíles. Sólo se puede seguir un camino, hacia delante. Y sólo hay una respuesta acertada. De la habilidad del jugador depende superar las distintas pruebas o repetirlas una y otra vez hasta superarla. El planteamiento cinematográfico del juego no permite al jugador realizar misiones secundarias o dedicarse a hacer el loco por distintos escenarios. La libertad es muy limitada, pero a cambio te convierte en protagonista de una buena película.

Nos ha gustado The Order 1886. Nos ha parecido corto, pero ya queremos volver a jugarlo entero otra vez. Creemos que merece la pena y ya esperamos con ganas las secuelas.

Esto es Bazinga!, donde defendemos los juegos que nos gustan aunque nos digan no son son steampunk cuando sí que lo parecen.

Sigue a Bazinga! en Facebook o en @BazingaBlog@ChemaMansilla

Mostrar comentarios

Códigos Descuento